Te presento con muchísimo gusto a Magaly Rojas.
Magaly perdió un poco más de 20 kilos de peso que perjudicaban su vida. La razón por la que comenzó con su transformación es porqué después de un grave problema de sobrepeso no podía jugar con su propia nieta sin agitarse.
Pero lo mas sorprendente no es esto, sino que su propio cambio la motivó a estudiar nutrición, y hoy en día a sus 52 años es una coach nutricional que ayuda a otros a quemar grasa. Su historia es extremadamente motivadora y te dará un montón de detalles sobre cómo lo hizo.
De hecho, te recomiendo que pongas mucha atención en las conclusions que fue sacando ella misma sobre su propio cuerpo y cómo las fue aplicando en la vida real para mejorar sus resultados.
Otra gran noticia es que, ya que Magaly da sus propias clases, le saca muchas fotos a sus propios platos de comida. Esta es la razón por la que vas a ver un montón de fotos de su transformación, sus clases de gimnasio y sus comidas. Mira las fotos abajo (¡son muchas!)
Disfruta de la entrevista :-)
Transcripción y notas personales:
La historia de Magaly Rojas
DENIS: Hola, mi nombre es Denis Balitskiy. Bienvenido al siguiente caso de Revolución Salud. Me da muchísimo gusto que estés aquí, y lo que voy a contarte hoy es un caso muy interesante. Tengo el agrado de estar hablando con Magaly, ella fue obesa durante toda su vida. De hecho logró perder una gran cantidad de kilos. Ya te va a contar cuántos y cómo lo hizo.
Y en el proceso, lo más interesante es que se hizo coach nutricional. Esa es la parte más interesante de su transformación, porque realmente quiso aprender cómo funciona la alimentación, qué es lo que nos hace bien, qué es lo que nos hace mal.
Su caso es muy interesante también porque, estoy seguro, de que millones de personas se van a sentir identificadas con todo lo que le venía pasando. Fue víctima de mucho estrés laboral, tomaba muchísimo café, comía mal y encima tuvo un grave problema metabólico.
Pasó por una cirugía, por una operación y, lamentablemente tuvo que superar gran cantidad de obstáculos, hasta que llegó a transformar su cuerpo, literalmente. Así que me da muchísimo gusto, Magaly ¿cómo estás?
¿Cómo comenzó todo?
MAGALY: Hola Denis ¿Cómo estás? Buenos días.
DENIS: Bienvenida a la entrevista de hoy. Cuéntame, Magaly ¿cómo es tu historia desde el principio? A ver ¿cómo fue?
MAGALY: Muy bien Denis, yo soy docente, tengo 52 años.
Tenía un estilo de vida muy sedentario. Normalmente, como profesora de aula, llevaba una rutina más dedicada al trabajo que a las actividades normales de la salud y al ejercicio. Estaba dedicada a la planificación, a la atención, a la preparación de las clases, sumergida en el trabajo.
Con el pasar de los años, fui ascendiendo en cargos y llegué ser Directora de Plantel. Creo que fue allí donde la guinda rebosó el vaso porque asumí un estilo de vida de mucho estrés, una alimentación muy mala, comencé a comer demasiada fritura, comidas rápidas, pastelitos, empanadas…
Cualquier cantidad de comida rápida y no saludable. Era el estilo de vida por lo que hacía, yo tenía que comer ligero. No me daba tiempo preparar lo que iba a comer.
Me daba hambre, comía para saciar el hambre y continuaba las labores. Tomaba mucho café en la mañana, al salir de mi casa, al llegar al colegio. Preguntaban: ¿quiere un cafecito? Sí, cómo no. Después de la hora del receso, a las 9 otra vez café, al mediodía, en la tarde, en la merienda, otra vez café y al llegar a mi casa, en la tarde, volvía a tomar café. Es decir, yo me tomaba de 5 a 6 tazas de café diarias.
De manera que eso fue afectando muchísimo mi salud. La mala alimentación como le decía, el estrés, una vida muy sedentaria, porque trabajar en una oficina administrando papeles, documentos, personas, ¿qué hace eso? Genera que uno no se dedique en nada a la salud.
La salud estaba completamente descuidada, y comencé a aumentar de peso, mucho más del que ya traía… porque yo tenía setenta y tantos kilos cuando asumí el rol de dirección por cuatro años. Esa vida me llevó casi a un colapso porque llegué a 80 kilos.
Estamos hablando de un sistema de vida no saludable.
El día a día de Magaly
Magaly con sus compañeras de trabajo. En ese momento todavía no había alcanzado su punto máximo de peso. Hemos ocultado sus caras por una cuestión de privacidad.
DENIS: ¿Cuántas horas trabajabas por día más o menos? Para darnos una idea ¿cómo era tu día?
MAGALY: Trabajaba desde las 7 de la mañana hasta la 1 de la tarde, como docente.
Era más sencillo, más suave, menos estresante. Pero cuando asumí la dirección, el horario se volvió, casi tiempo completo porque tenía la responsabilidad del plantel y ya no pude gestionarme el horario de medio tiempo. A pesar de que tenía la misma carga horaria, en ocasiones, trabajaba desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde, cuando cerraba el colegio.
Otros días a las 3, a las 2… Ya no tenía horario. Mi vida cambió, mi trabajo cambió, mi horario cambió, y obviamente mi estilo de vida. Todo el tiempo ocupada, casi el 100% en la escuela. Cambió muchísimo mi estilo de vida, el horario que tenía.
DENIS: ¿Y cómo hacías? Porque por ejemplo, lo que estás describiendo es lo que le pasa a miles de millones de personas alrededor del mundo. Y no exagero, mucho estrés, mucho café todo el tiempo, siempre pensando en reuniones, mucha dedicación, etcétera.
¿Cómo hacías para comer? ¿Te preparabas algo o comprabas?
MAGALY: No, era lo que te decía. No tenía tiempo ni dedicación para ver si estaba comiendo balanceado.
Culturalmente, uno come en las mañanas, empanadas, pastelitos, arepas. Esa parte de la cultura también incide en ello. Consumía mucho carbohidrato refinado, mucha fritura, sobre todo, comida rápida, porque, como le digo, es parte de la cultura. Conjuntamente con el café, muy poca agua, entonces yo no preparaba.
Eso es cultura.
Sabemos que en la mañana aquí es arepa, pastelito o empanada. Fritos o asados, eso era el desayuno. Y para el almuerzo, bueno ya uno sabe arroz, las caraotas, las proteínas, pero también hay mucha fritura y sin incluir muchos vegetales. A veces hacía un almuerzo, lo podía preparar. Otras oportunidades, lo que conseguía. A veces, hasta un sándwich, cualquier cosa ligera.
O sea, la vida pasaba así. No tenía oportunidad ni tiempo de dedicarme a comer de manera saludable. Y en la noche, en mi casa, comía lo que encontraba. Si había una comida pesada igual que un almuerzo, eso cenaba. No estaba pendiente si había exceso de carbohidratos, en absoluto, yo comía hasta que me sentía satisfecha.
Primer grave error
Magaly en el 2014 (antes de comenzar con sus cambios)
DENIS: Me imagino que en ese momento no sabías lo que era un carbohidrato refinado, no tenías mucha idea tampoco.
MAGALY: No, no tenía idea. O sea, en realidad si sabía, uno oye que la harina engorda y la pasta también. Le tenía terror a la pasta.
DENIS: Ajá.
MAGALY: Tanto era así, que a la pasta ni la veía, pero comía cantidades de arroz. Cuando comía pasta era muy poquita. Era lo único, de resto, todo lo demás lo comía. Yo no medía nada. De hecho, no tenía conocimiento lo que era refinada, ni complejos. Comía todo lo que había en el plato.
DENIS: ¿Y esto fue durante cuatro años de tu vida?
MAGALY: Bueno, durante cuatro años de mi vida comí así, a la ligera y corriendo. Pero sí, casi toda mi vida con este estilo de alimentación. Incluso, cuando me sentía muy gorda, comenzaba a hacer ayunos extremos o no cenaba, es decir, saltaba las comidas pensando que eso me iba ayudar, y era fatal porque trae malestares a la salud.
DENIS: Esta es una pregunta que le hago a casi todos en las entrevistas que tratan de pérdida de peso ¿Cuántas dietas probaste y cuál fue la más loca? Como curiosidad.
MAGALY: Bueno, la dieta de consumir vegetales. Esa fue una de las primeras dietas que incluía muchos vegetales. Desayunaba algo ligero, al mediodía también ensaladas, en la cena igual, y luego tenía que comer una comida pesada, porque sentía que eso no me llenaba. Ensaladas y vegetales de pronto no eran dieta como tal.
También tomé agua tibia en la mañana. Sentía que eso me ayudaba un poquito, pero me llenaba mucho de líquido.
Tomaba el jugo de limón. Llegué a tomar Herbalife, son merengadas proteicas que también ayudan a adelgazar.
Tomé unas pastillas llamadas Outfat que ayudan a adelgazar y sentía que nada pudiera con eso. Llegó un momento en el cual sentí que lo que tocaba era seguir, sin saber hasta cuándo porque ya no iba a adelgazar.
DENIS: Ajá, pero aparte de todo eso ¿alguna dieta loca que hayas probado? Siempre pregunto eso porque surgen. Cada una siempre tiene una dieta loca que probó. ¿Alguna cosa rara que hayas hecho o eso fue todo?
MAGALY: Hice la dieta de la naranja.
Consistía en hacer una bebida con la concha de la naranja e ingerirla, pero era tan amarga que creo que fue lo más terrible que pude haber hecho. Consumía eso tres veces al día. En el momento crees que puedes perder uno que otro kilo, pero no es efectivo porque es perder líquido y volverlo a recuperar en poco tiempo.
Eso fue una de las peores cosas que pude haber hecho, probar esas conchas de naranjas tan amargas.
También tomaba agua de berenjenas, la colocaba en la nevera. Eran las cosas que yo hacía. Pero lo que más hacía, era dejar de comer, o comer poquito, pensando que de esa manera podía adelgazar, comiendo como los pajaritos.
Lo hacía por desconocimiento, comía una arepita chiquitica y así. Entonces notaba que no engordaba mucho, que no me sentía tan pesada. Eso era lo que hacía, pero dieta de una cosa específica no. Sí recuerdo la dieta de tomar el agua tan amarga de la naranja.
DENIS: Bueno es bastante loca. He escuchado de todo, que si la dieta de la luna… Me han contado la dieta del chocolate, en fin, siempre me sorprendo con dietas nuevas que descubro.
MAGALY: Estuve cerca de hacer una de los puntos. Había que contar calorías, y yo no servía para estar contando tantos puntos. Sentía que eso me iba a costar muchísimo y entonces desistía. A veces lo intentaba. Habían cosas locas, como dices tú, que te cosen la lengua, pero no llegué hasta allá, no llegué a hacer eso.
¿Tu estilo de vida es el mismo que Magaly?
DENIS: Te entiendo perfectamente. Pero todo esto fue en los primeros años, en los que primero eras docente, después pasaste a dirigir todo un plantel. ¿Qué pasó después?
MAGALY: Cómo te das cuenta, es una función de mucha responsabilidad y no tenía tiempo para pensar en cómo me iba a alimentar.
Para hacer ejercicio no hay tiempo. Incluso, terminaba llevando el trabajo a casa. Me acostaba a altas horas de la noche, dormía mal, el estrés, preocupada por tantas cosas. Asumes eso con tanta responsabilidad para evitar que las cosas salgan mal. Pendiente de entregar los recaudos a tiempo al Ministerio, etcétera.
Era una vida muy estresante, agotadora y que poco a poco me fue llevando a sentir una cantidad de síntomas y malestares muy desagradables. Comencé con dolores de cabeza frecuentes, gané peso, llegando a 80 kilos. Tenía mucho dolor en la espalda, cansancio, agotamiento. Incluso el estado de ánimo… tenía muy mal humor.
Me daban mareos de vez en cuando y me decía que algo estaba pasando. Me di cuenta por unos exámenes médicos, que tenía la hemoglobina baja, que algo estaba mal. A pesar de comer nutrientes, no me estaban compensando. Estaba anémica y mi metabolismo, súper lento, tenía estreñimiento y esas cosas que afectan la salud. Producto del estilo de vida donde, comía mal, a deshoras, demasiado o de menos, frituras.
Un desorden alimenticio que no me daba cuenta, no era consciente de la situación. Lo hacía y punto, ya comí.
DENIS: ¿Cuántas horas dormías?
MAGALY: Dormía entre 5 y 6 horas diarias. Me acostaba a las 12 a la 1 a.m., para levantarme a las 5:30 ó 6. Ese era mi ritmo, mis horas de dormir, menos de 7 u 8 horas diarias. Esto también me causaba mucho estrés, malestar, mal humor, cansancio, agotamiento, poca concentración, todas esas cosas. Porque uno está sumergido en el trabajo y no tiene tiempo para el descanso.
El punto de inflexión
Magaly en su viaje a la Argentina. Este fue su punto de peso máximo.
DENIS: ¿Y qué pasó después?
MAGALY: Comenzaron a pasar un montón de cosas.
Con todos esos malestares, me dije: “tengo que ver qué hago, porque el tiempo pasa y me estoy sintiendo mal, debo ir al médico”. Y uno siempre se lo dice, “tengo que ir al médico”, como si fuera un viaje que algún día voy a hacer. Realmente no lo hacía. Uno lo va dejando pasar. Entonces por fin fui, pero por otros malestares.
Resulta que era una situación intrauterina, tenía un prolapso y hubo que hacerme una operación de útero. A partir de ahí me indicaron reposo absoluto por casi un año. Imagínate, un año de reposo en el cual no tenía ninguna actividad física.
Es un reposo absoluto, como llaman los médicos, y uno siente que no puede moverse, que no debe hacer el mínimo esfuerzo porque puede ser contraproducente para la salud, y entonces no lo haces. Lo peor fue, la rueda del abdomen y la piel… casi que rodaba.
Me veía muy obesa, me sentía muy pesada, muy lenta. Me sometí a la operación y a ese período de reposo. Una vez que finalizó, afortunadamente se unió a mi jubilación y en ese momento me dije: “me voy a dedicar a la salud”.
Pasado algunos días acompañé al pediatra, a mi hija y a mi nieta, de casi año y medio. La niña estaba pesando entre 8 y 10 kilos. En el interín, ayudaba a mi hija a cargar a la niña y notaba dolor en los pies, las piernas, la espalda, los brazos. Me sorprendía. ¿Cómo era posible que no pudiera cargar a mi nieta? ¿Qué está pasando? Me pasaba cada vez que cargaba a la niña. Eso me generó un gran impacto, fue casi traumático para mí.
Casi todas las mañanas, cuando íbamos al pediatra, caminábamos bastante… porque fuimos a varios médicos. Yo no podía caminar cuadra y media, no soportaba el dolor de espalda. Le daba la niña a mi hija y le decía ¡toma tu muchacha, ya yo cargué bastante muchachos!
Dentro de mí, me decía, ¿cómo es eso? ¿Ya soy una vieja chocha? De hecho, no tenía ni 50 años para ese momento.
Tenía 48. ¡Una pelusa! Un día, cuando veníamos de regreso, le dije a mi hija que se detuviera. Déjame ver ¿qué está pasando conmigo? No sabía que llevaba 80 kilos en mi cuerpo, hasta ese día que me pesé. Me veía el volumen, mas no me había pesado. Cuando me peso, me asusto porque la aguja casi se sale de la báscula.
¡Caramba, esa aguja dio la vuelta completa! ¡80 kilos, wao! En mi vida jamás, lo máximo que había llegado era a 74 kilos y fue cuando estuve embarazada. Después estuve entre 72, 73, 78 kilos. Es decir, siempre fui una gordita.
20 kilos de sobrepeso y un metabolismo destruido
DENIS: Es decir, ¿tuviste más peso que cuando estabas embarazada?
MAGALY: Sí, pesaba muchísimo más que con mi tercer embarazo, con el que más peso alcancé que llegué a 74 kilos.
Cuando vi el peso me dije ¡aquí está la razón! Claro, si tengo tanto peso, más el de la niña, aquí está la razón, por eso me duelen los pies, me duelen las piernas. ¡Dios mío! ¿Qué está pasando? Nada más de imaginarme ir al parque con la niña, que me lanzara una pelota y yo rodar con la pelota por no poder agarrarla, eso me daba terror.
¿Que fuese a jugar con mi nieta y no poder? ¡Caramba! Como le decía a algunas personas, gracias a Dios no me dio un infarto ni nada, porque eso me generó un shock emocional. Me decía ¿cómo voy a estar tan inútil? No puedo jugar pelota, no puedo cargar una niña, no puedo hacer nada.
Eso fue un shock.
Me dije, tengo que hacer una dieta. Casi que lloraba cuando llegue a mi casa. ¡No puedo estar así, no puedo y no puedo! Entonces me metí de lleno en Internet y comencé a investigar cómo adelgazar, qué cosas hacer, buscar dietas, buscar soluciones y comencé la búsqueda.
DENIS: Una pregunta que olvidé hacerte porque siempre el peso es un poco relativo a altura. ¿Cuál es tu altura?
MAGALY: Mido 1,56. No soy tan alta. El peso ideal para esta estatura, es de 55 a 60 kilos, máximos. Estaba en 80 y ¡cónchale! son casi 20 kilos de sobre peso.
DENIS: Claro y mucho más para esa altura.
MAGALY: Sí mucho, y más para mí. Me sentía como un pingüinito. ¡Pequeña y con ese peso! (risas) ¡Dios mío, estoy demasiado gorda y tengo que hacer algo! Por mi tamaño, tenía que tener menos peso, y no era consciente de ello.
DENIS: Bueno, ¿y después? Me imagino que fue un golpe muy duro subirte ahí y ver, como decías, la aguja que se movía mucho, mucho, mucho.
Risas.
MAGALY: Sí, yo le decía, ¡párate, párate, párate!… pero no, la aguja seguía. 80 kilos. ¡Dios mío, casi llego a 100! Me dio miedo.
Me comenzó a dar terror, porque se han visto casos, que después de cierta edad, el peso es más difícil de perder. De hecho, parte de los mitos que oía es que, después de cierta edad, el peso de más, no baja con nada.
Otro mito era la herencia, “mija tu papá era gordo, tu mamá era gorda, tu abuela era gorda, tus tíos siempre han sido gordos y ¿qué esperas tú?, también vas a ser gorda”. Entonces ya me lo había creído. Eso ya estaba apuntadito por ahí. Y entonces pensé que iba a ser una gordita siempre, con un mismo peso, pero lo que iba era aumentando más. ¡Hay que hacer algo urgente!
Los primeros cambios
Jugos verdes, no de frutas- esa es la clave.
MAGALY: Y fue así como encontré por internet una forma. Comencé a tomar jugos verdes que son diuréticos, desintoxicantes, adelgazantes, que ayudan mucho a acelerar el metabolismo. Me dije, aquí debe estar la solución e inicié con mis jugos.
También a través de una rutina de ejercicios, en internet hay personas que muestran rutinas de ejercicios y tomé una que me pareció muy buena y comencé a entrenar con esa persona. Colocaba mis videos en la mañana, hacía mis ejercicios, tomaba mis jugos verdes y buenísima esa rutina.
Comencé a bajar unos cuantos kilitos, no muchos, pero sí bajé unos 3 ó 4 kilos al principio.
DENIS: Algo muy importante para mencionar aquí. Internet está llena de ejercicios, en Youtube, hay ejercicios gratis otros se pagan, pero en general si uno busca, puede encontrar un montón de artículos con fotos y con todo. Lo que he podido observar en mucha gente, es que abren un video en Youtube, y dicen, bueno una rutina gratis de ejercicio de una hora digamos, o de media hora, lo que sea, y dicen ¡lo voy hacer, lo voy hacer!
Lo hacen, lo intentan una vez, y después lo dejan. En tu caso, ¿fue muy difícil empezar a ejercitarte? ¿Empezaste de a poco o de a mucho? ¿Cómo fuiste haciendo?
MAGALY: Bueno, yo tengo una ventaja.
Cuando era joven, en la secundaria, incluso hasta los 25 ó 26 años, practicaba gimnasia y conocía las rutinas. Pero siempre fui una gimnasta gordita.
Los profesores se reían porque era rápida, podía saltar el plinto siendo gordita. Le mostraba a otras chicas que eran delgadas y les costaba saltar el plinto. ¡Mira ella cómo salta! ¿Será porque es una gorda fofa? De allí me quedó eso de “gorda fofa”.
Así adquirí muchas habilidades y destrezas en la gimnasia. Sabía ejercitarme, hacer calentamiento, acondicionamiento muscular. Tenía un conocimiento previo. Dejé de practicarlo por mucho tiempo. También troté en otra época. Dejé, por más de 20 años, de hacer ejercicios. Casi había olvidado eso. Pero lo tenía guardado en la memoria y pude retomar los ejercicios. Eran muy buenos por cierto.
Comencé con Youtube.
Al inicio, no pagué nada. Busqué buenas rutinas y me sirvió muchísimo porque con el inicio de la rutina de los ejercicios, vi que comencé a descender el peso. Llegué más o menos a unos 75 ó 76 kilos. Vi que iba bajando y estaba contentísima, pero posterior a eso, comencé a sentir ciertos mareos, ciertas cosas.
Me preguntaba ¿será que no me estoy alimentando bien? ¿qué estará pasando? Porque seguí bajando de peso y pensé que se debía a la pérdida de otros nutrientes. Lo asocias porque no siempre se pierde sólo el peso, la grasa…
Me dije, necesito vitaminas.
Magaly nota una falta de vitaminas y minerales
Si te preguntas cómo puedes saber si te faltan vitaminas, en principio solo debes observar tu propio cuerpo.Por ejemplo: ¿sufres de fatiga o irritabilidad? ¿Tienes dolores frecuentes tu piel ha perdido brillo?Quizás tienes moretones y tu piel está sensible o puede que tengas dolores musculares y de articulaciones. Tu pelo podría estar reseco, podrías tener huesos frágiles, o heridas que tardan demasiado en sanar.Los síntomas pueden ser muy variados, así que no hay habrá nadie que un buen análisis médico que te de los detalles.
DENIS: ¿Te hiciste algún estudio? ¿O fue algo que dijiste, bueno, lo necesito porque no me siento bien?
MAGALY: Cuando me hice el estudio anterior, que sentí los primeros malestares, yo sabía que tenía la hemoglobina baja, pero eso también es un mal de familia y siempre yo he sufrido de hemoglobina baja.
De hecho, me hicieron estudios de la médula ósea para determinar cuál era la causa por la que se me bajaba mucho la hemoglobina. Pero llegué a la conclusión de que era mala alimentación y decidí comprar multivitamínicos.
Eso lo hice por decisión propia, porque uno va al médico y él te pregunta: ¿Usted come de todo? -Bueno, sí- y te responde: “Entonces usted no necesita vitaminas”. Pero yo sabía que me estaba faltando algo. Entonces me compraba multivitamínicos.
¿Qué pasó? Sentía que estaba aumentando otra vez de peso. Me decía que tenía que haber otra cosa que me ayudara, y comencé a buscar alimentos que tuvieran todos los nutrientes necesarios para no incluir todas esas vitaminas. Busqué alimentos con vitaminas y minerales. En esa búsqueda me topé con el agua de mar.
Comencé a leer y encontré que el agua de mar tiene todos los nutrientes de la tabla periódica, calcio, magnesio, hierro, fósforo. Decía ¡Wao! ¿en serio? Eso me llamó la atención. Investigué cómo tomar el agua de mar, dónde buscarla, etcétera.
Hice toda esa investigación Busqué agua de mar y empecé a tomarla en ayunas y en la noche, un poco antes de dormir. Y sí, comencé a sentir un poco más de energía y a perder peso.
Ejercicios y agua de mar…
Cuando me pesé en diciembre, había perdido 10 kilos, es decir perdí 8 kilos desde que comencé a tomar el agua de mar. El cuerpo comenzó a equilibrarse. A veces, consumes un suplemento y a lo mejor le faltan los minerales que se requieren. Traen cantidades de una cosa, o no son suficientes, o no sé cuál era la causa, o las pastillas no eran suficientes. Esas eran las conclusiones a las que yo llegaba a partir de lo que observaba en mi cuerpo.
Las vitaminas sintéticas no son lo mismo que las vitaminas naturales
¿Alguna vez pensaste que la imagen de arriba representa perfectamente vitaminas del tipo B? No todo lo sintético es bueno para tu cuerpo.
DENIS: Claramente te faltaban minerales.
Aparte de eso, hay que tener bastante cuidado con el tema de las vitaminas porque si te fijas, si te vas a una farmacia, el 90% de las vitaminas que te va a vender, son vitaminas sintéticas. No son las mismas vitaminas que vas a estar obteniendo a través de los alimentos o de algún suplemento orgánico, que siempre son mucho más caros.
Si te fijas la mayoría de estas pastillitas, por lo general no son muy caras, pero no son la clase de vitaminas que, ¿cómo decirlo…? Suena muy bonito decir, “vamos a venderte las pastillas de X marca que tiene todas las vitaminas y los minerales que necesitas”. Pero en la vida real, a veces sucede que no hacen la diferencia. Esto le ha pasado a muchísima gente que se deja engañar por el marketing.
Entonces, quizá esa fue una de las cosas por las cuales no sentiste demasiada diferencia cuando tomaste vitaminas, pero sí cuando tomaste el agua de mar.
MAGALY: Sí, eso era lo que yo decía.
Uno toma vitaminas y parece que hacen efecto a largo plazo. Y de verdad que no sentía tanta energía. Claro, de pronto una vitamina específica como hierro por ejemplo, para mejorar la hemoglobina, sí sentí el efecto, pero si tomaba un complemento vitamínico, no tenía el efecto que yo esperaba. Yo quería más energía para poder hacer los ejercicios y no la sentía. La pregunta que tú hacías: ¿qué me motivó?
Mira, lo que se llama la capacidad volitiva. Cuando quieres lograr algo por sobre todas las cosas, sientes y tienes ese deseo de adelgazar por todas las consecuencias que eso te puede traer, creo que no te detiene nadie. Incide muchísimo, esa capacidad de acción, de tener voluntad de hacerlo, eso no lo para nadie.
Pero claro, a veces uno puede desistir si no va viendo resultados. La ventaja mía era que iba gradualmente observando resultados y me daba cuenta de que estaba funcionando lo que estaba haciendo. Entonces cuando llegó el mes de diciembre que yo me podía ver la silueta, ¡estaba súper feliz!, o sea, ya pesaba 70 kilos, me sentía bien y me dije que iba a seguir con todo esto.
Con los 70 kilos para mi tamaño, todavía tenía sobrepeso. Notaba en el abdomen, la grasa focalizada. Todavía tenía mi barriguita pues. Y ¿cómo hago con la barriga? …
Seguí mi búsqueda. Pensé que por mí misma no iba a alcanzar la meta. Entonces me incorporo a un grupo de fitness, aquí en Caracas, Venezuela, soy de acá. Aquí hay muchos grupos fitness que hacen actividades deportivas, uno se inscribe con ellos y hacen una guía semanal.
Nos van guiando constantemente. Te hace un coaching deportivo para que alcances tu meta.
Esto también me ayudó muchísimo. Este entrenamiento es de alto rendimiento, te exigen más. Yo notaba que después no tenía fuerzas. Inicialmente me sentía bien, chévere, pero después estaba sin energía. Me decía que había perdido toda mi fuerza, no sabía qué estaba pasando.
A pesar de los ejercicios, la barriguita ahí todavía. Tenía que seguir investigando y comienzo a indagar sobre nutrición porque algo no me deja bajar el abdomen.
Combinando ejercicios funcionales
En el gimnasio. Nota la cara feliz de Magaly. Dedito para arriba.
DENIS: Magaly, solamente para aclarar ¿qué clase de ejercicios hacías? Porque durante nuestra charla previa me estabas contando que en realidad el tipo de entrenamiento que te estaban dando era bastante bueno.
MAGALY: Sí, sí, muy bueno.
Había ejercicios de bajo, moderado y de alto impacto, que llaman ejercicios funcionales. Esto son ejercicios que permiten que tu cuerpo funcione de manera adecuada o de manera equilibrada. Ellos los llaman así como los estoy nombrando, “ejercicios funcionales” porque hacen a tu cuerpo nuevamente operativo.
Era como te decía, he estado demasiado sedentaria, me costaba agacharme, me costaba subir una escalera, me costaba cargar una niña, o sea, yo estaba casi que inoperativa, no estaba funcional.
Entonces estos ejercicios hacen que uno vuelva a tomar el ritmo de una vida saludable, de una vida activa, son ejercicios como la sentadilla, para la movilidad la parte central. Se llaman Core. Fortalecen la zona central del cuerpo, las piernas, muslos, cadera y parte baja abdominal.
Entonces, esta área se fortaleció mucho, mis articulaciones, haciendo plancha, flexiones, extensiones. Ejercicios de alto impacto como jumping jacks, o sentadillas con salto, y de pronto, de vez en cuando ejercicios de cardio. Hacían ejercicios aeróbicos, ejercicios anaeróbicos, y en algunos momentos hacía ejercicios específicos para desarrollar o mejorar un área del cuerpo.
Abdominales, por ejemplo, o solo piernas. Pero al inicio, cuando uno se está adaptando, se hacen rutinas completas para manejar todas las cadenas musculares. Después de eso, puedes hacer ejercicios específicos de las áreas que quieras fortalecer.
Haces una rutina general y luego fortaleces un área específica. Por ejemplo, yo tenía mucha debilidad en las piernas, para subir una escalera me dolían los muslos, para cargar, me dolían los brazos. Entonces hice abdominales, levantamiento de pesas, rutina de ejercicios, y eso me ha ayudado muchísimo. Ya puedo cargar a mi nieta, y no sólo a ella, a cualquier otra cosa que necesite cargar, pelotas, pesas, puedo correr y estoy feliz por eso. ¡Eso me hizo funcionar nuevamente, me siento operativa!
Magaly seguía con bajas energías. ¿Qué le estaba pasando?
A pesar de estar entrenando duro, Magaly no se sentía con suficiente energía. Todavía faltaba descubrir qué era lo que le faltaba a su cuerpo.
DENIS: Hasta ese momento, te habías desintoxicado con jugos, tomado el agua de mar, o sea, estabas normalizando los requerimientos de tu cuerpo con minerales, te ejercitabas, pero, ¿todavía no te alimentabas, digo, no habías aprendido?.
MAGALY: Sí, me faltaba algo.
Porque estaba todavía mi barriguita, me daban mareos, de vez en cuando perdía la energía y me decía: ¿qué está pasando? Aún no tenía un plan de alimentación, sólo la idea de que comer mucha harinas, pastas, arroz, arepas, pan, era lo que me engordaba.
De mi alimentación, casi había suspendido los carbohidratos refinados. Lo hice porque suponía, no porque tenía el conocimiento pleno de que eso me iba a ayudar, pero como notaba cambios yo estaba feliz. Entonces le pregunté a un nutricionista, cuando hice actividades de coaching nutricional, ¿por qué si desayunaba, almorzaba y cenaba, tomaba multivitamínicos, me daban mareos, sobre todo cuando estaba entrenando?
Él me dijo: “seguramente que bajaste los carbohidratos”. Me quedé pensando y recordé que en mi plato no había carbohidratos, sólo vegetales y proteínas. Me preguntó cómo estaba comiendo. Le dije que no estaba comiendo harinas, ni arepas, nada de pastas. Me afirmó que para entrenar se necesitan carbohidratos, dan energía para realizar ejercicios. Entonces comencé a investigar y noté que debía tener una alimentación balanceada.
DENIS: Este es un error de muchas personas. Empezar a satanizar un alimento, decir que todos los carbohidratos son malos o que no hay que comer grasas, o que no hay que comer de esto o que no hay que comer lo otro. A fin de cuentas, terminas restringiendo tu vida, te haces esclavo de la restricción, y terminas ¿cómo? peor que antes.
La verdad sobre carbohidratos
NOTA DE DENIS:
Debo confesarte que lo de Magaly es extraordinario: nunca antes había recibido tantas fotos que pueda publicar en una entrevista.
La razón es porque ella es una coach nutricional y suele documentar cómo se alimenta.
Así y todo, no pude incluirlas todas porque me envió decenas de imágenes. De todas maneras, traté de seleccionar las más representativas.
Huevos y aguacates: Magaly le temía a los carbohidratos pensando que todos eran malos.
Más huevos y mucha fibra. Nada de azúcar inmediata.
Todavía más huevos… Proteínas por excelencia.
MAGALY: Sí eso es cierto.
Nos han hecho creer que los carbohidratos son tan dañinos, son tan malos, que uno termina detestándolos. Yo detestaba la pasta, las arepas, verlas en mi plato ¡no! Les cogí fobia mientras estaba en ese proceso de bajar de peso, no quería saber nada de eso.
Pero sí notaba que cuando estaba haciendo los ejercicios, cuando iba por la mitad, me hacía la loquita y retiraba por ahí y pasaba mi mareo. No entendía. Algo estaba pasando y no sabía. Me hacía los exámenes y estaban bien. O sea, no era la hemoglobina.
Eso me lo hizo saber el nutricionista. Entendí que antes del entrenamiento, aproximadamente hora y media antes, lo mejor era comer buenos carbohidratos y después del entrenamiento también, para recuperar toda esa energía. Eso lo aprendí con el nutricionista y me ayudó muchísimo.
Creo que es lo que le pasa a mucha gente que se retira, se hacen dietas sin conocimiento, hacen ejercicios, le comienzan a dar los mareos y agotamiento, desconocen la causa y desisten. Yo decía, pero si mis exámenes están bien, me estoy alimentando, ¿qué me está pasando? Claro, me estaba faltando la energía que me proporcionaban los carbohidratos y yo no me daba cuenta. Saber lo que me estaba pasando, fue extraordinario.
Es cierto lo que tú dices, muchas personas satanizan los alimentos y nosotros lo creemos.
DENIS: Se me viene a la cabeza un artículo que había leído no hace mucho y es sobre el señor Michael Phelps, ¿sí lo recuerdas? Si te gusta la natación seguramente sabes que se llevó las 21 medallas de oro, claramente es bueno en lo que hace.
Pero el punto que te quería comentar es que, una vez leí un artículo sobre él donde decía que para sus entrenamientos, comía una dieta de 12.000 calorías por día.
¿Por qué menciono esto? Porque no sólo se trata de cuánto comes, sino de lo que comes. Mucha gente olvida que nosotros necesitamos energía para rendir. No se trata de estar flaco, se trata de tener un estado físico pleno.
En el caso de este señor, es un caso extremo porque obviamente tiene un gasto calórico terrible, él seguía para sus entrenamientos, justamente antes de los juegos olímpicos, una súper dieta de 12.000 calorías por día. Se comía alrededor una omelet de 5 huevos, comía granos, comía muchísimo chocolate, comía pasta, lo cual para muchas personas es la enemiga de todo. Y la realidad es que, dependiendo de tu estilo de vida, necesitas carbohidratos.
Claro, si vas a comer carbohidratos malos todo el tiempo y no necesitas y no tienes un gasto calórico y continuamente estás sentado y no haces nada, claramente te va hacer mal. Pero por otro lado, si no tienes una dieta balanceada, lamento decirte que te va ir de mal en peor, porque no vas a poder rendir, que era más o menos tu caso.
Más carbohidratos sanos: ¿más energías?
Otra de las fotos que me envió Magaly. Sinceramente no sé exactamente los ingredientes, pero parece súper rico y saludable.
MAGALY: Por eso era que no rendía.
Yo decía, si estoy comiendo bien, sano, saludable, estoy tomándome mi agua de mar que mineraliza mi cuerpo, hago mis ejercicios, y me dan mareos. Ya va. ¿Qué pasa? Mis exámenes están bien.
Le dije al doctor: ¿Por qué si me alimento bien y hago ejercicios, cuando los hago me canso mucho? ¿Por qué al día siguiente siento tanta pereza de hacer los ejercicios? ¿Qué me está pasando? No entiendo.
Sólo me dijo: -Sube los carbohidratos porque seguramente en tu dieta los bajaste y eso no debes hacerlo. Vino a mi mente el plato de pura lechuga y un pedazo de pollo. Efectivamente no tenía casi carbohidratos. El doctor me hizo énfasis que para el entrenamiento necesitaba buenos carbohidratos. Me habló de la pasta y me dijo que me comiera un buen plato, pero como le tenía fobia a la pasta, no lo hice.
Comía otros carbohidratos como la batata, la papa, la yuca. Los incorporé en mi dieta.
Fíjate cámo fueron cambiando sus platos. Esta vez no tuvo tanto miedo de incorporar carbohidratos saludables.
Mas verduras por la mañana. Los huevos: infaltables. Nota el vaso de jugo desintoxicante.
Magaly comienza a hacer platos mas variados. Restringe cada vez menos su imaginación.
DENIS: Me imagino que ese momento también te enseñaron la diferencia entre carbohidratos buenos y malos.
MAGALY: Sí, eso también lo aprendí. Excelente.
DENIS: Es algo que fuiste puliendo, me imagino. ¿Cómo fue ahí?
MAGALY: Cuando él me dijo que consumiera carbohidratos, investigué acerca de ellos.
Me preguntaba dónde entran los vegetales, porque tenía entendido que los carbohidratos eran sólo la pasta, el arroz, el pan, la papa y la yuca. Eso era lo que yo tenía entendido como carbohidratos, más nada. Entonces, ¡Wao! Un conocimiento increíble cuando logré a entender que todos los vegetales, todas las hortalizas…
Hay una diferencia entre carbohidratos simples, complejos y refinados, que no son los más saludables, pero que igual tenemos que incorporarlos en nuestra dieta. Igualmente los carbohidratos complejos, la mayoría de ellos como los vegetales, tienen muchos nutrientes, vitaminas, minerales, incluso proteínas.
Por ejemplo la espinaca, granos, también tienen proteínas. Esto fue buenísimo para mí porque pude confeccionar mis comidas más balanceadas, más saludables, más completas. Incluí grasas saludables.
Esta es la diferencia que separa los carbohidratos
Magaly deja de temerle a los carbohidratos. Además, se va dando pequeños gustos para no tener que caer en un estancamiento metabólico.
Esta vez con menos restricciones, los desayunos de Magaly fueron tomando tintes de más libertad. Nota como incorporó proteínas, carbohidratos y grasas al mismo tiempo sin olvidar de la fibra.
La comida rápida no tiene porqué ser poco saludable.
DENIS: Para aclarar una cosa acerca de los carbohidratos, obviamente existen carbohidratos simples y carbohidratos complejos. Si pensamos en carbohidratos a nivel químico, estamos hablando de azúcares que se van formando en cadenas. Algunas cadenas son cortas, otras un poquito más largas, otras pueden tener miles de moléculas, de hecho lo que hay que saber al respecto es algo muy simple.
Los carbohidratos simples son los que te van a causar mayor respuesta insulínica. Si te comes una fruta, estás consumiendo mucha glucosa, pero por suerte, como contiene fibra, no va a ser tan grande la respuesta insulínica, pero si exprimes la fruta ya es otra cosa. Si te tomas el jugo de naranja es otra la respuesta.
MAGALY: Fíjate, yo más nunca ingerí jugos, los saqué de mi dieta entendiendo eso que estás diciendo.
No es lo mismo comer la naranja, que tomar el jugo, porque se transforma en carbohidrato simple, tiene mucha azúcar, genera mucha glucosa al organismo y, obviamente voy a conservar la gordura porque cuando hay exceso de glucosa, no puede ser absorbida por las células.
Llegué a aprender eso de la insulina, y después se genera la resistencia a la insulina y todo ese proceso que pone mi metabolismo lento y me vuelve a generar esa rueda abdominal.
DENIS: Exactamente.
Y el otro tema, hay que tener mucho cuidado cuando hablamos de carbohidratos. No es lo mismo comerte un carbohidrato como por ejemplo la papa, hervir la papa o fritar de una manera saludable, no te creas que es imposible, comparándolo con carbohidratos refinados, industrializados, que creo es uno de los peores enemigos de la salud de la era moderna.
Por eso quería hacer esta salvedad.
Esto es lo que hizo Magaly para seguir disfrutando de los carbohidratos
Nota lo variados que son sus platos.
Carbohidratos y mas carbohidratos. Mucho color, alimentos naturales y cero estrés por lo que come. Este ejemplo de plato de Magaly es perfecto para comprender que no tenemos que satanizar alimentos.
MAGALY: Sí, aprendí muchísimo todo eso.
Las harinas, lo refinado, lo procesado como por ejemplo el arroz descascarillado, que es el arroz blanco, se convierte en un carbohidrato refinado porque le han quitado la gran mayoría de su fibra y de otras propiedades que son nutritivas para el organismo que le convierten en un carbohidrato refinado.
Las harinas procesadas, todo lo que ha sido prácticamente descompuesto porque le han extraído la mayoría de nutrientes, queda lo refinado, queda lo que produce glucosa en el organismo. Eso lo comprendí muchísimo.
Ahora, si voy a utilizar harinas, no puedo decir que las saqué completamente de mi dieta, no, por ejemplo hago una arepa, rallo auyama y le pongo un poco de harina. O sea, mis arepas ahora no son de harina refinada solamente, hago esa combinación de vegetales, las hago de batata, de yuca, de plátano, de cualquier otro tipo de verdura para que no sea totalmente de harina refinada. ¿Me explico?
DENIS: ¡Perfecto!
MAGALY: Así voy dándole a mi cuerpo muchos nutrientes. Una arepa de auyama es exquisita y no incluye mucho carbohidrato refinado en la dieta. Si hacemos una omelet, una tortilla que es buena proteína y le añadimos vegetales, espinaca, nos desayunamos de una manera genial. Así tenemos todos los nutrientes necesarios para tener una buena salud y energía. El asunto no es sacar totalmente los carbohidratos del plato como yo al principio lo hice.
DENIS: ¡Claro! Bueno, me está dando hambre con todo lo que estás diciendo. (risas)
Así cambió su forma de comer
¿Ya notas lo balanceados que son sus platos? Fíjate que siempre incluye verduras, una fuente de proteínas como el pollo o pescado y grasas saludables.
Parece que Maoly es bastante fanática del aguacate. Comparto su pasión en ese sentido ;-)
Te tengo una confesión: se me caía la baba mientras pegaba las fotos de esta entrevista.
MAGALY: No sólo eso, ahora hago unas comidas, que tengo fotos de todo eso para orientar a otras personas que puedan necesitarlo, porque como me funcionó, otros podrían tomarlo en cuenta a ver qué tal le va.
DENIS: Ahora es excelente que hayas pasado ese primer paso. Es excelente que hayas aprendido a diferenciar los carbohidratos. Le perdiste miedo a los carbohidratos buenos, te diste cuenta de que necesitas los carbohidratos para la energía.
MAGALY: Sí, totalmente.
Antes comía así: arroz, yuca, plátanos, ensalada, pollo. No me daba cuenta que en la ensalada ya había carbohidratos y encima tenía el arroz y la yuca. No sabía que estaba comiendo exceso de carbohidratos. Creía que la yuca no era carbohidrato, que el plátano, como es vegetal, no contenía carbohidratos.
DENIS: Claro, de todas maneras lo que estás mencionando contienen también fibra, hay más cosas, pero en términos generales sí.
MAGALY: Son carbohidratos complejos si tienen fibra, pero yo incluía exceso de carbohidratos. Por eso no bajaba de peso.
Ahora hago una mejor distribución de los alimentos. Incluyo muchísimos vegetales, muy poquito carbohidrato refinado, siempre combinado con otro carbohidrato más complejo, y una buena proteína como pescado, básicamente pollo.
No incluyo muchas carnes rojas porque siento que mi digestión es más pesada con ellas.
DENIS: O sea, en otras palabras, empezaste a comer mucho más balanceado.
MAGALY: Más balanceado, más saludable, menos procesados los alimentos.
Fíjate, tan es así, que alimentos procesados como los embutidos, ya no los incluyo en mi dieta. Salchichas, jamones, nada de eso que haya sido procesado. Si quiero comerme una salchicha de pollo, prefiero comprar el pollo lo esmecho y hago arepa de pollo o una empanada…
¡No! ¡Empanada de pollo no! Nada de eso, ya no como frituras. La combinación de los carbohidratos con las grasas como tortas, empanadas, pastelitos, no como nada de eso. Una vez más que otra es distinto, por ejemplo una torta en un cumpleaños, no que sea parte de tu rutina.
Cómo convertir tus hábitos en nutrición consciente
Piensa cuántos platos de comida eliges de forma consciente. ¿Tu alimentación se ve así?
Otro ejemplo de variabilidad alimenticia.
Las verduras son un denominador común de todos los paltos de Magaly.
DENIS: De tu vida diaria.
MAGALY: Sí. Hay gente que en las tardes merienda una torta con café.
Ya sabemos que la combinación de carbohidratos con fritura es dañina tremendamente para nuestro organismo y no la consumo. Entonces, como te digo, aprendí a hacer todas esas combinaciones de alimentos, una nutrición súper balanceada, súper saludable, me sentía muy bien.
Aprendí a confeccionar mis comidas y lo más importante, Denis, es que es una nutrición consciente, cosa que yo no hacía porque no es lo mismo alimentarse que nutrirse. Eso también pude diferenciar en esta investigación.
Porque alimentarse, bueno, te dio hambre y tú te alimentas. Pero en mi proceso de nutrición, de mi metabolismo, yo entendí que si me alimento mal, los nutrientes que va a absorber mi organismo no son los mejores, y por ende, voy a tener baja calidad de vida. Entonces entendí que tenía que aprender a comer, pero de manera consciente.
Y eso es algo que trato de enseñarles a algunas personas, porque en este interín de aprender a comer, me hice coach deportivo y para ayudar a personas tengo que enseñarles a comer de manera consciente.
A veces alguien me dice “yo como lo que hay o lo que consigo”. Y les digo ¿cómo es eso? -Bueno, lo que tengo en la nevera, pasta, arroz, pan. Lo que tengo en mi casa es lo que como-. El pan blanco no es como el integral, es muy dañino. -Si tengo pan, eso es lo que voy a comer- me dicen. Les respondo -si tú sabes que el pan no es tan nutritivo, entonces ¿por qué vas a tener eso en tu casa?
Trata de tener alimentos que sean de alto valor nutritivo, es una forma de alimentarse conscientemente, y cuando vayas a comprar, no metas el pan, ni salchichas, sino alimentos de origen natural. Tantas cosas que comencé a explicar a las personas porque es lo que me fue funcionando.
En la alimentación consciente, vas a confeccionar tu comida. Con el tiempo lo haces de manera natural, es decir ya se convirtió en un hábito.
Cambia tus hábitos, y podrás transformar tu cuerpo
El nuevo estilo de Magaly se ve demasiado sabroso.
Otro ejemplo de una mezcla de carbohidratos, proteínas y grasas saludables. ¿Ya te estás llevando muchas ideas?
DENIS: Me encantan dos cosas que acabas de mencionar.
Lo primero es que comer no es lo mismo que nutrirse, y eso es algo súper importante. Mucha gente realmente lo olvida. Una cosa es no sentir hambre y atiborrarse de comida, que puede ser bueno o no, y otra cosa es ser consciente de lo que comes. Esa es la segunda parte que quería mencionar, me encanta lo que acabas de decir. Tenemos que ser conscientes de lo que comemos.
Y sí, nos cuesta, porque la mayoría de las cosas las hacemos por hábito, compramos por hábito y comemos por hábito.
MAGALY: Sí, lo hacemos mecánicamente por malos hábitos.
En cambio, se puede hacer de la alimentación consciente, un hábito de vida. Después es totalmente distinto porque sabes lo que vas a seleccionar. En tu plato tú no vas a meter un pan canilla con mortadela y un vaso de refresco. Así almuerzan muchas personas por razones X, pero sabemos entonces que si tú tienes una alimentación consciente, jamás vas a incluir eso en tus comidas.
Si lo haces, tiene que ser una cosa muy esporádica, que en el momento te tocó, pero conscientemente sabes que esa no es tu alimentación. O por ejemplo, si en las mañanas sigues con la comedera de empanadas, o sea, combinación de carbohidratos con fritura, con grasa, eso es terrible para el organismo.
Es cultural, como te dije Denis. Nos han enseñado a comer arepa o empanada, son alimentos tradicionales en el país, entonces ¡a comer todo el mundo empanadas!
Preparando desayunos saludables
Esta foto le salió un poco desenfocada, pero seguro puedes apreciar esos aguacates y la tortilla.
Grasas saludables y proteínas: infaltable en un desayuno sano.
DENIS: Pero yo me pregunto, es una curiosidad, tengo curiosidad acerca de esto. Vivo en un país, yo soy ruso, pero vivo en Argentina, donde se acostumbra en general a comer mucho, mucho refrito, y aceite que se reutiliza… porque aquí también se hacen empanadas, a veces al horno, a veces fritas.
¿Allá en Venezuela es así, o cómo es? Digo porque mencionas ese tema de empanadas que son refritas, y quería saber.
MAGALY: Aquí el desayuno es arepas, empanadas, pastelitos. Ese es el desayuno.
Y uno, no sé si la palabra ignorante viene al caso, pero uno es tan ignorante en ese sentido. Se crece de esa manera y no tienes otra forma de comer. No sabes. Si preparas un omelet y comes con casabe o yuca, entonces no es desayuno, porque no tienes la arepa, o la empanada, o el pastelito. O sea, no tienes la masa, le está faltando la harina. Eso es cultural.
En Venezuela eso es lo que se desayuna siempre, la arepa con la carne molida, con el jamón, con la salchicha, con lo que sea, lo que cambia siempre es el relleno, bien sea fritas o asadas. Y eso es tradicional, a todas las casas donde usted va, eso es lo que se desayuna, o el pan, o el pastelito, esos son los desayunos, casi que en todas las regiones de Venezuela. Entonces qué pasa, que ya uno tiene eso grabado en el chip, si no consumes eso, no estás desayunando.
Eso es lo que ha generado tanto conflicto, que se desapareció la harina y entonces la gente no encuentra otra forma de alimentarse porque no consigue la harina de arepa. Mientras que si sancochas un pedazo de batata y haces una tortilla, estás desayunando. Si haces una avena y le picas una fruta, también estás desayunando. Claro, allí hay una combinación de carbohidratos, pero las porciones no debemos tomarlas en exceso, y eso ayuda muchísimo.
Eso es algo que no lo hacíamos de manera consciente, estábamos acostumbrados de comernos la arepa con cualquier relleno, con grasa, fritura, de embutidos. Aquí se consume mucho jamón, salchicha, mortadela, todos esos embutidos que sabemos están procesados químicamente y no son saludables para nuestro organismo. La idea es hacer consciente la alimentación y lo más natural posible.
Es como le digo, ¿usted quiere salchicha de pollo? Entonces compre el pollo. ¿Quiere comer jamón? Compre cerdo, chuleta y prepare arepas de manera más natural. Así aprendí a comer y eso me ha resultado de manera formidable, excelente.
El resultado: 20 kilos menos y una vida llena de energía
Otra de las tantas fotos que me compartió Magaly
DENIS: Por cierto, hablando de los resultados, algo que me olvidé de mencionar al principio, cuando hicimos la pre-entrevista. Me enviaste muchas fotos, y te digo que las fotos que me enviaste del antes y el después son realmente impresionantes. ¿Cuántos kilos perdiste ahí en esa foto en total?
MAGALY: 20.
DENIS: ¿20?
MAGALY: Sí, 20, ya allí estaba en 60 kilos.
DENIS: En una foto estás cantando, estás con un micrófono.
MAGALY: Sí, pero no cantando, estaba haciendo como un pequeño discurso porque se estaba casando mi hijo y pues, me pidieron que le dijera unas pequeñas palabras y le decía algo bonito, por eso estoy con ese micrófono.
DENIS: ¡Ah, muy bien! ¡Pero tu cambio fue muy impresionante! Lo que me gustaría que hagamos ahora, porque hemos mencionado un montón de cosas, hemos hablado de carbohidratos, hemos hablado de las formas de vida, de cocinar. Tratemos de ordenar todo esto que acabamos de decir y ¿cómo lo fuiste aplicando a tu vida?
Por ejemplo ¿qué proteínas comías antes y cuáles comes hoy?
Ejemplos de alimentos saludables
Pescado fresco del litoral gracias al amigo de Magaly.
Siguiendo con el ejemplo del pescado, fíjate como combinó carbohidratos de diferentes tipos, proteínas y mucha fibra en el tazón de al lado.
Magaly prefiere carnes blancas por sobre las rojas. En sus platos siempre verás pollo y pescado pero casi nada carne de vaca.
MAGALY: Yo consumía mucho de esos jamones de pavo, de pollo, mortadelas. Esos embutidos se consumían muchísimo en mi casa. Para el desayuno compraba un poquito de jamón, queso, mortadela para tener variedad en el desayuno. En el almuerzo, igual había carne, pollo.
Había muchas proteínas como carne molida, bisteck, costilla, para mechar, todas carnes rojas y en ocasiones pollo. La mayoría era carne roja.
Y con respecto a los carbohidratos, siempre pasta, arroz y harina, eso era básico. Y para completar el plato, plátano, de vez en cuando ensalada, una vez a la semana, si acaso. Muchas tajadas de plátano porque hacer ensalada me quitaba tiempo, eso de lavar los vegetales, ponerlos a remojar en vinagre, rallarlos. Lo que era más fácil para mí, era la ensalada de remolacha, zanahoria y papa.
Entonces imagínate, esa también se convierte en un carbohidrato, y la mayonesa, de paso. Esa era mi alimentación, así tal cual como te estoy diciendo, plátano, ensalada de ese tipo, mucha pasta, mucho arroz, mucha fritura en las comidas, pollo y bistec fritos, o mucho guiso, se hacía una carne con mucha grasa, fritura de aliños, esa era la comida.
Ahora mi comida es completamente distinta porque no hay frituras, no hay carnes rojas, quizás una vez a la semana, o cada 15 días, pero de resto es pescado o pollo. Las sardinas comencé a incluirlas en la dieta, tengo un amigo que trae pescado y le encargo raya, atún, comemos más pescado ahora que antes. Vivo en una ciudad, y cuando iba a comprar pescado y lo veía con los ojos feos, no lo compraba.
DENIS: Claro.
MAGALY: Como pescado porque este amigo trae del litoral, a mi hermano y a mí. Ahora consumo más pescado, más pollo y más vegetales verdes, que no estaban en mi dieta anterior. No incluía las lechugas, ni espinacas ¿yo comiendo espinacas? ¡nunca! Comencé a comerlas a partir del proceso de adelgazamiento hasta la fecha.
Desde el 2016, el mazo de espinacas viene cuando compro hortalizas, viene zanahoria, repollo, lechuga, pepino. Posteriormente, te pasaré unas fotos para que veas cómo cambió mi alimentación.
Los nuevos desayunos de Magaly
Cachapas caseras de la mano de Magaly.
DENIS: ¡Eso! Si tienes fotos me encantaría publicarlas en la entrevista.
MAGALY: Tengo fotos de desayunos, almuerzos y cenas, comidas completamente distintas.
DENIS: La mayor cantidad que puedas. Y por cierto soy fanático de las espinacas, me encantan.
MAGALY: Hice muchas tortillas con espinacas. Yo muy joven, era comedora de cachapas, a pesar que la cachapa es parte tradicional, pero no…
DENIS: ¿Qué son las cachapas? No conozco, por eso pregunto.
MAGALY: Es producto del maíz, es como una panqueca, esas que son de harina pero ésta es hecha a base de maíz tierno, el cual se muele, se liga con huevo, leche y mantequilla. Así se hace la cachapa, es como una tortilla, pero en este caso de maíz, y queda muy divina. La rellenas con carne, con queso.
Aunque yo, como te dije, saqué el queso, lo como muy poquito, y todos los embutidos. Entonces, rellenaba con carne o pollo y comía mi cachapa. Ya no las hago tradicionalmente como aquí, con jamón y queso, pero igualito hago mis cachapas, que es muy natural, claro que por ser de maíz y llevar ciertos ingredientes, se convierte pues en hipercalórica, pero de vez en cuando es buena. Si vamos a hacer ejercicios, vendría muy bien antes del ejercicio.
Grasas saludables
¿Sabías que puedes hacer papas fritas saludables si utilizas el aceite correcto y no las cocinas a temperaturas altas?
DENIS: Claro. Hay una cosa que mencionaste en la receta, que es el tema de la mantequilla, que no hemos tocado el tema de las grasas.
¿Qué grasas comías antes y qué grasas comes hoy? ¿Cuáles dejaste?
MAGALY: Yo comía grasas, incluso de vez en cuando, reciclaba el aceite. Apenas se ponía oscuro, lo botaba porque escuché que los aceites se oxidaban y eran dañinos, pero en mi casa siempre de utilizó mucho aceite vegetal, mucha margarina, mucha mantequilla, mayonesa, las salsas.
Juraba que una salsa de tomate no tenía grasa, pero basta que uno le eche salsa de tomate a la pasta, la dejas reposar y le sale el grasero, nunca imaginé que eso tenía tanta grasa. Ese era el tipo de grasa que se consumía, no había grasa saludable por ningún lado de mi casa.
A raíz del conocimiento de cuáles son las grasas saludables, aprendí que están en el ajonjolí, nueces, almendras, en el aceite de oliva y el de aceite de coco. Es más sana para nuestro organismo. Cambié todas esas grasas por las que te estoy mencionando, incluso aprendí a extraer el aceite del coco, busqué por Internet…
DENIS: ¡Wao!
MAGALY: Sí, y entonces tengo aceite para mi ensalada. Utilizo ese y el de oliva.
Preparando tu propio aceite de coco
DENIS: ¿Cómo se hace? ¿Podrías contarlo rápidamente?
MAGALY: El coco se ralla, si tienes cómo molerlo o licuarlo, también sirve, y ese licuado lo pasas por un filtro, puedes usar una malla, una tela de malla. Lo exprimes bien y el agua que te quede la metes en la nevera, es como una leche.
DENIS: ¿Ahí te queda la leche de coco?
MAGALY: Ahí se va hacer.
En esa agüita, en ese líquido, va a hacer una capita de grasa líquida. Cuando ya se ponga durita, la sacas. Si la quieres como grasa, la dejas tal cual, y la puedes untar en la piel, y si no, la colocas como a freír, y allí se va ir como gastando y queda como cuando fríes un tocino, no sé si lo habrás hecho en algún momento para sacar la grasa, pero es igualito.
Pones el pedazo de grasa allí y comienza como a freírse. Inmediatamente comienza a separarse el aceite y va quedando apenas un residuo. Sin que se queme, extraes el aceite inmediatamente.
DENIS: No tienes por qué freírlo, es solamente calentarlo un poco.
MAGALY: ¡Exactamente! Se calienta un poco y puedes obtener el aceite.
DENIS: ¡Muy interesante!
Un estilo de vida totalmente renovado
¿Notaste lo que contiene el vaso de la derecha?
¿Cuántas verduras consumes en tu día a día? Nota como lo hace Magaly.
MAGALY: Y si no, como el coco, tomo el agua, de merienda, así como las almendras. El ajonjolí se lo pongo a las comidas, al café. Antes se lo ponía al café con leche, pero como también saqué la leche, ahora tomo café y digo ¡ay, quisiera echarle ajonjolí! Aunque a veces lo tomo con leche, y le pongo el ajonjolí, me doy el gusto, no es algo que hago con frecuencia.
Esa fueron las grasas que cambié, las que no eran saludables por estas que son muy saludables, incluyendo el aguacate, que siempre que hago mercado lo compro, y es parte de las grasas saludables que incluyo en mi comida. De vez en cuando, si me estoy comiendo una chuleta, sé que puedo comer una parte de la grasa de la chuleta, una parte no en exceso, un solomo de cuerito si tiene grasita.
Estas son grasas naturales, no grasas procesadas como la margarina, mayonesa y todos esos productos procesados. Los aderezos para las ensaladas los preparo de manera natural. Por ejemplo, si voy a prepararme una hamburguesa, que puedo hacerla en mi casa sin tantas grasas, preparo así como una guasacaca con aguacate y cebolla y eso es lo que les echo a mis emparedados, no le pongo mayonesa ni nada de eso.
DENIS: ¡Claro, realmente has cambiado muchos hábitos!
MAGALY: ¡Sí, muchísimo, demasiado! ¿Por qué crees que me quité ese montón de peso?
DENIS: Ahora, me pregunto, porque esta es otra de las preguntas que siempre hago en las entrevistas de pérdida de peso, una cosa es decir, bueno a partir del lunes voy a empezar a comer bien y otra cosa es comenzar realmente a hacerlo.
¿Cuál fue tu proceso? ¿Cómo lo fuiste haciendo?
El proceso de pérdida de peso desde el principio
MAGALY: Lo que decía, en principio comencé con los ejercicios y los jugos verdes. Okey, noté que bajé unos 3 kilos en 2 meses, “echándole” como uno dice, pero mi alimentación no había cambiado mucho.
Pasó todo ese proceso de Agosto a Diciembre, y vi que el agua de mar me ayudó muchísimo, porque tenía más energía y podía hacer ejercicios, así lograba perder más peso, era diurética. Pero llegó un momento que al bajar 8 kilos, sentí que me estanqué, es decir, sentí ¿qué más hago? No perdía toda la grasa abdominal y decía, “aquí falta algo, sí señor, falta algo”.
Me decía que tenía que estar en la alimentación. Entre tanto que leía y oía, encontré un amigo que ofrece un tipo de alimentación específica, y decía: -déjame intentar a ver-. Investigué un poco más, fue cuando hice la parte nutricional, un coach nutricional, que es como un taller de una semana. Te forman, te enseñan a comer. Aprendí lo que es la alimentación consciente, la clave está allí.
O sea, no es qué como, es que tengo que ver y saber qué estoy comiendo. Fíjate, al convertirse en hábito, ya no es esfuerzo. Anteriormente yo salía a la calle y me decía: ¿Qué compro, Dios? si no voy a comprar embutidos ¿qué compro? Era una angustia, no creas.
DENIS: ¡Claro!
MAGALY: Incluso hay gente que me dice cuando le digo que tiene que evitar esto o aquello, ¡No, sí! ¿Entonces qué voy a comer yo? ¿Qué va a comer mi esposo?
¡No,no,no! Hay gente que huye por la derecha. Pero es porque no entiende. Tiene que hacer todo lo que yo hice, investigar, leer, aprender, conocer lo que no es saludable, porque, por mucho que lo vendan en el mercado y que supuestamente haya sido aprobado por el Ministerio de Salud y que es apto para el consumo humano, no significa que es saludable.
Lo vemos con la mayonesa, con los aceites vegetales, con las grasas súper saturadas, con una empanada, que es muy sabrosa, mas no es saludable, pero culturalmente eso es lo que se vende aquí, es apta para el consumo humano porque se ha demostrado que por comer empanadas nadie se ha muerto.
Eso comenzará a generar problemas a largo plazo, dependiendo de la cantidad que comas, es cultural, pero no consciente. Lo hacemos mecánicamente. Mi proceso fue ir aprendiendo y descartando, si estoy comiendo mucho de esto o aquello.
Fue un trabajo de ensayo y error, o sea, de ir probando qué me funcionaba y qué no. Al principio seguía comiendo la misma cantidad de carbohidratos, luego yo misma quité los carbohidratos. Iba probando. Me di cuenta que cometí un error.
Escuchando las necesidades de tu propio cuerpo
DENIS: Me parece genial que hayas aprendido a escuchar a tu propio cuerpo y darte cuenta de lo que hace mal y lo que te hace bien.
MAGALY: Eso es extraordinario, que tú vayas observando.
Cada cosa que notaba, sobre todo ese agotamiento, me preguntaba el por qué. Lo bueno era, Denis, que tenía el tiempo para hacerlo, como te dije, ya estaba jubilada. Antes, si me daba un mareo y estaba en la calle, mínimo, ¡un vaso con azúcar! o una pastilla, resolvemos con cualquier cosa y listo. En cambio, después yo asociaba cualquier malestar que me diera, al proceso que yo estaba viviendo en ese momento.
Decía ¿será que estoy perdiendo mucho peso y me estoy descompensando? Mis exámenes estaban bien y entonces, decía: ¡es algo más! ¿qué será, qué será? Cuando le pregunté al doctor y él me dijo nada más: -Sube los carbohidratos- y comienzo a investigar, y aprendo que ellos son los que te dan la energía.
DENIS: O la energía inmediata, por así decirlo. No son los únicos que te dan la energía, pero sí la energía inmediata.
MAGALY: Sí, pero la necesitas igual. Fue buenísimo todo ese aprendizaje. Hoy en día puedo realizar ejercicios de alto y bajo impacto, puedo cargar a mi nieta, saltarla, brincarla. Como te digo, ese era uno de mis deseos, que mi nieta pudiera jugar a la pelota conmigo, no jugar pelota conmigo, (risas), y pudiéramos correr y saltar las escaleras.
De hecho lo hacemos, yo voy saltando las escaleras y ella se ríe, se divierte, y digo ¡Cónchale, logré mi propósito, mi objetivo! Porque un niño viene a la vida y espera encontrar seres que estén dispuestos a jugar con él, a pasarla bien y no una persona que, ¡Abuelita! Y tú allí como una morsa. ¡No!
DENIS: Claro.
MAGALY: Eso me parecía terrible. Creo que esa fue mi mayor motivación y lo reconozco.
Esto es lo que debes hacer si quieres conseguir resultados
Feliz en el gimnasio. Un cuerpo totalmente renovado, ¿no lo crees?
DENIS: Es muy impresionante lo que estás contando. Una pregunta que me faltó hacerte, ¿cuántos kilos en total has perdido?
MAGALY: 20 kilos.
DENIS: ¿O sea que de 80 a 60?
MAGALY: Claro.
Una de las cosas que también es importante decir, cuando consigues una dieta que te diga “pierde 10 kilos en una semana o un mes” ¡No se sometan a eso por nada! Porque eso tiene un efecto rebote, puede que lo hagas, pero te vas a descompensar muchísimo y además lo va a sufrir tu piel.
Una persona como yo por ejemplo, que estaba en 80 kilos, pierdo 10 kilos en una semana, 15 días o mes y medio mínimo, tiene flacidez, porque a la piel no le da tiempo de irse recuperando gradualmente.
Entonces, sugiero a cualquiera que quiera someterse a un proceso de adelgazamiento, no haga nada de manera repentina, sométase a un proceso muy gradual, para que pueda observar los cambios, para que pueda ver qué le está funcionando y qué no, y para que pueda ver qué le afecta para hacer una alimentación consciente y generar cambios verdaderos.
A veces la persona, en el período de las vacaciones quiere ponerse el bikini, y quiere adelgazar. Ello genera daños a la salud. Se somete a dietas rigurosas y las dejan por cansancio, por agotamiento. Cuando estás haciendo la dieta de contar calorías, es eso lo que hago, contar calorías.
Lo estoy haciendo, mas no estoy consciente de lo que estoy comiendo, ni cómo, ni por qué lo estoy comiendo, ni qué efectos tiene en mi organismo, entonces deja de ser consciente.
DENIS: Claro, me encanta tu mensaje cuando dices: “lo que hay que hacer es dejar de pensar en los kilos, dejar de pensar en las calorías y estar más consciente a la hora de comer, de alimentarte”.
MAGALY: Sí, muy consciente de qué te está alimentando. Eso de que ¡ven acá Denis, vamos a comernos unas hamburguesas! Me lo dicen a mí, y yo me reviso primero.
DENIS: A ver de qué se trata.
MAGALY: Reviso, Denis…
Si en el mes yo no he incluido comidas con alto contenido calórico, digo, bueno pueda que me la coma, ¿sí?, por compartir. Pero de ahí no va a pasar, o pueda que me la coma y digo no me eches esta salsa o aquella, o sea, como, comparto y sé que cosas puedo extraer de allí, y qué no voy a comer.
Días trampa sin caer en efecto rebote
El tema de los días trampa va un poco mas allá de poder disfrutar de las reuniones con tus amigos.Verás, no solo se trata de que le de todos los nutrientes a tu cuerpo. También debes tener en cuenta que existe un circuito de placer específico que se activa dentro de tu cerebro a la hora de comer. En otras palabras, sientes satisfacción cuando comes ciertos alimentos.Un grave error de muchas personas consiste en restringir al máximo sus alimentos favoritos afectando el circuito de recompensa en tu cerebro. Esto lleva a numerosos antojos y graves problemas para controlar el hambre.
DENIS: Eso es excelente, porque de repente puedes comer alimentos que no son los más adecuados para consumir, pero puedes seguir disfrutando de momentos, de salidas.
MAGALY: Es lo mejor y lo más bonito de todo esto. Que tú puedas consumir, qué te digo, un perro caliente, que es una comida con un sabor agradable, está la salchicha allí.
Pero no es lo mismo que te comas 3, por ejemplo yo me podía comer hasta 3 perros calientes. Ahora no, uno solito si acaso. Y no me siento mal, disfruté de la comida. Una torta, tampoco me eximo de comerla, pero es una cosa muy esporádica, un cumpleaños.
Antes, me tomaba 2 tazas de café con leche y me comía un pedazo de torta a la semana, sin haber cumpleaños. Pero ahora entiendo que puedo hacer una torta más saludable, haciéndola de auyama, porque tomé conciencia de que hay cosas que mi organismo asimila mejor. Esto es lo bonito, recomiendo ampliamente que nadie se someta a dietas rigurosas porque su piel después le va a pasar factura, le va a quedar colgando, no se preparó, no le dio tiempo al cuerpo de que se fuera adaptando.
A mí me dicen: ¿te hiciste un liposucción? Les digo, ¡No, no me la hice! Te voy a pasar otra foto donde la barriga mía era grandísima. (risas) vYa no la tengo.
Y me dicen: ¿y tu barriga? -No me operé-, les digo. (risas).
Sí porque siempre está el que quiere saber un poco más allá. De verdad que hoy en día me siento formidable, gracias a Dios, no me duelen las articulaciones, que antes me dolían muchísimo para subir o bajar escaleras, ya no me siento agotada, con cansancio. También confieso que mi agua de mar yo la tomo siempre. Puedo durar 2 ó 3 meses sin consumirla, y vuelvo a tomarla unos 10 ó 15 días. Siempre consumo alimentos, lo más natural posible, etcétera.
De hecho, no hay ningún alimento que haya satanizado, algunos he excluido de mi dieta, o lo puedo comer una sola vez, o esporádicamente. Las salchichas no las consumo, pero llegado el momento de comerte un perro caliente, bueno, te comes un perrito, pero ya sabes que no te va pasar mucho por haberte comido una salchicha en ese momento.
Haz ESTO para cambiar tu salud
Otro desayuno típico y bien variado.
DENIS: Está excelente la manera cómo lo ves.
Estamos llegando al final. Ya nos queda muy poco tiempo, mi última pregunta es, ¿qué le dirías a una persona que quiere perder peso, cuál sería el consejo más importante que le darías?
MAGALY: Yo le daría, Denis, lo que yo hice.
Aprende a conocer tu cuerpo, a escuchar tu cuerpo, y a saber cómo funciona tu cuerpo, porque no es lo que le ha funcionado a otro lo que te va a funcionar a ti. A mí me pudo haber funcionado el agua de mar, cualquier otra cantidad de elementos que incluí en mi dieta, pero hay personas que no, lo comprobé.
Por ejemplo, el agua de mar, baja el potasio porque es muy diurética, o provoca dolores de cabeza, y obviamente no es la mejor opción para esa persona. Recomiendo, escucha tu cuerpo, qué cosas te funcionan, qué cosas no te funcionan, pero básico, prueba mucho con los jugos verdes, son muy saludables, son solamente hortalizas frescas, vegetales frescos y ayudan.
Comienzas allí tu proceso de ver qué te está funcionando, comienza un plan de ejercicios, si es posible que sea guiado por una persona experta para evitar una lesión.
Puede pasar que si te entrenas tú mismo, te lesiones una articulación, una rodilla. Si vienes arrastrando por sobre peso algún tipo de desgaste, eso te va a afectar. Recomiendo ir gradualmente incluyendo alimentos nuevos, menos procesados.
Ve cambiando la dieta gradualmente. A tu cuerpo nunca le va a gustar que, de la noche a la mañana, si consumías muchas carnes, muchas frituras, amanezcas comiendo solo ensaladas como un conejo. A la semana, te aseguro que te vas a sentir de lo peor. O si suprimes todos los carbohidratos porque a fulanita le funcionó, cuando te dé el cansancio o los mareos, desistes.
Entonces, no hagas nada bruscamente. Todo hazlo gradual. Igual para hacer ejercicios, comienza caminando, más si nunca has hecho ejercicio, camina, consume muchísima agua. Otra de las cosas que aprendí con todo esto, Denis, es que el agotamiento no sólo no da porque nuestro organismo está debilitado. Por deshidratación también el cuerpo se debilita.
No nos damos cuenta porque no ingerimos el agua. Eso también me pasaba a mí, no ingería agua. Tomaba solo café y jugo. Los jugos los saqué de mi dieta porque entendí eso que tú estabas explicando de la naranja, no es lo mismo comerse la fibra de la naranja que el jugo prácticamente molido, destruyes la fibra y no te estás nutriendo.
Tantas cosas que pudiera decir, pero lo principal es eso, pues. Hacer todo un proceso de ejercicios de forma gradual, hacer una dieta, un tipo de alimentación lo más sano posible, o no lo llames dieta porque puedes entender que estás sometiendo al organismo a comer lo que no le gusta, podemos verlo así. Ahora si tú consideras comer, de manera natural o de manera saludable, vas viendo en tu comida qué es saludable.
En la medida que vayas aprendiendo a seleccionar tus alimentos, lo que te nutre mejor, puedes comparar, entre una empanada con un guiso grasiento y frita, y una arepita de auyama con una tortillita. Compara, ¿qué diferencia hay? allí comienzas a tener una alimentación consciente.
DENIS: Perfecto.
Muchísimas gracias por el consejo, fue súper, ultra completo. Realmente me da muchísimo gusto escuchar historias como la tuya, historias de éxitos, en la cual has podido mejorar drásticamente tu vida y tu salud si tener que recurrir a una dieta en especial, sin matarte de hambre, sin tomar pastillas, y todo lo demás.
MAGALY: Sí, realmente.
Sin tomar pastillas, mira, si te hablo de cambios, te digo que yo estaba en talla 16 y llegue a mi talla 12, que siempre de muchacha fui 12, mis dolores de cabeza mejoraron. Hago mis exámenes médicos y están bien, duermo excelente, sin tanto estrés, sin tanta angustia, cansancio o situaciones que me preocupen, dolores de espalda, malestar.
Duermo de manera perfecta. Ya no me duelen las articulaciones ni las rodillas, puedo correr, saltar, hacer ejercicios, cargar peso, o sea, siento que volví a ser funcional.
También sé que mi metabolismo se aceleró, porque ir al baño no era fácil, ahora voy de manera excelente, diariamente. Mi organismo procesa los alimentos y hace su proceso digestivo de manera adecuada, con una eliminación excelente de los desechos. O sea que, ¡Estoy genial! La verdad, lo reconozco.
Palabras finales
DENIS: Te felicito, te felicito, Magaly.
MAGALY: Gracias Denis por la invitación, por haber permitido contar mi experiencia que puede ayudar a muchas personas. Hay quienes han desistido de perder peso porque ya no tienen fe, no creen en las pastillas, en tantas dietas que han hecho, ya se sienten completamente desmotivados.
Es que siempre, al principio esperamos resultados milagrosos e inmediatos. Señores, yo no adelgacé en uno, dos o tres meses. Adelgacé en un proceso de un año, y disfrutaba kilo a kilo, gramo a gramo que iba perdiendo de manera gradual.
No esperen resultados inmediatos porque del apuro, queda el cansancio. Es más, hay quien se ve delgado y empieza otra vez con su desorden. En cambio, cuando lo logras así, con tanto éxito, con tanto conocimiento, jamás recuperas el peso. Eso fue en el 2016, estamos en el 2018, y me mantengo con 60 kilos. O sea, qué te puedo decir, un éxito total.
DENIS: Excelentes consejos Magaly, realmente te felicito mucho. Muchísimas gracias por haber participado en este caso de éxito. Me va a dar muchísimo gusto agregar esas fotos que espero que sean de tus comidas y de cómo fuiste perdiendo peso, y más que nada, esto es para inspirar a la gente, porque realmente, sí se puede.
MAGALY: Yo me siento muy orgullosa de eso y lo he conversado con otras personas, y bueno, tal vez por eso estoy en esta entrevista compartiendo contigo mi experiencia, porque veo que ha sido interesante y que ha llamado la atención.
DENIS: La verdad que sí, totalmente. Bueno, acabado el tiempo, te agradezco muchísimo. Te mando un gran abrazo y en poco tiempo estaremos publicando esta entrevista.
MAGALY: Seguro Denis, muchas gracias a ti por la invitación y un saludo a todas las personas que te escuchan, que te siguen, y que bueno. puedan también alcanzar su meta cuando escuchen esta entrevista.
DENIS: Un abrazo, mucha suerte.
MAGALY: Hasta luego.
Fabulosa historia la de Magali que fuerza de voluntad la admiro
Muy interesante
Muy interesante al proceso de cambio de alimentación y de ejercitarse, creo que es muy funcional llevarlo paso a paso como dice Magaly porque me ha sucedido a mi, también soy docente y la comprendo.Estoy haciendo mi esfuerzo en el cambio de alimentación más natural y sana, no dejando el ejercicio, hasta estoy realizando los platillos yo misma y eso también me ha llevado a no tener momentos de ansiedad y buscar que comer, creo que voy por buen camino y este artículo me motiva más. Gracias por compartir la información. Saludos.
Es un placer, Carmen. Sigue así y vas a ver que los resultados van a llegar solos.
Muy bueno, pero depende de la rutina de ejercicios los carbohidratos a.comer. para vida sedentaria debe ser menos.
me GUSTO mucho leer el articulo, interesante y que rico se ven esos desayunos, almuerzos….. me gustaría saber mas sobre meriendas sanas y , como es eso de beber agua de mar?
Wioowww que inspirador! Me siento full motivada a mis 55 años y mis 125 kg de peso. Deseo comunicarme con MAGALY y darte las gracias DENIS por este tremendo regalo!
Gracias Sonia, ¡es un placer publicar esto! Lo de Magaly es super inspirador. :-)
Gracias Sonia, espero que esta historia te permita inspirarte para que retomes el control de tu vida y alcanzando tu peso ideal!
Que bueno conocer una experiencia tan real y verdadera de superación y darse cuenta que es posible mejorar aprendiendo a comer, ejercitándose y teniendo dominio propio. Muchas gracias Magally por compartir la experiencia y a Dennis por darla a conocer.
Gracias a ti Norma, por haberte tomado el tiempo de leer y disfrutar de esta historia real de recuperar la salud 100% al natural.