Hoy quiero contarte un caso muy especial.
En esta entrevista conocerás la historia de Glebys Rondón: una mujer con gravísimos problemas estomacales que pasó por 10 años de sufrimiento, dolores intensos, constipación y diarrea crónica. En un punto los dolores eran tan graves, que Glebys tenia que ponerse en cuatro y apretar su estómago.
Mas adelante terminó en una mesa de operaciones con una severa reacción a la morfina. Después de 6 endoscopías exploratorias y 4 resonancias, le extirparon varios mini-tumores que podrían haberse llevado su vida si no fuese por sus médicos. Así y todo, Glebys sobrevivió a este terrible episodio gracias a su inmensa fuerza de voluntad y amor a la vida.
Quiero que pongas especial a sus fotos personales y notarás cómo fue cambiando su físico a través de los los años. Además, te contará qué cosas hizo para comenzar a revertir su problema de manera 100% natural.
Transcripción y notas personales:
Te recomiendo que vayas mirando las fotos mientras escuchas la entrevista.
Verás como fue cambiando la vida de Glebys.
La impresionante historia de Glebys Rondón
En el bautizo de su primer libre. Glebys ya estaba resentida por su problema, sin saber que se trata de de la enfermedad de Crohn.
DENIS: ¡Hola! Mi nombre es Denis Balitskiy, y te doy la más cálida bienvenida a otro episodio de casos de éxito de “Revolución Salud”.
Hoy tengo el placer de estar charlando con Glebys. Su historia te va a parecer impresionante porque ha pasado por una enorme cantidad de problemas que ya te vamos a ir contando. Ella es profesora de Castellano, siempre estuvo en la parte de Educación, y lo más sorprendente es que hace unos 18 años, vivió un episodio laboral grave, que le generó un pico de estrés importante.
A partir de ahí, comenzó con dificultades de salud muy extrañas en su sistema digestivo, que tardó años comprender. Ni ella ni los médicos sabían lo que le pasaba. En principio pensó que tenía colon irritable, después gastritis y terminó teniendo 10 años con diarrea crónica.
Y lo que surgió después es lo más impresionante de esta historia. Fue operada y tuvo muy malas consecuencias, de hecho casi muere. Salió peor de lo que estaba.
Finalmente, después de cantidad de problemas y de haber pasado por decenas de médicos, le diagnosticaron enfermedad de Crohn. Ya te vamos a contar de qué se trata. Pero, básicamente es un tipo de inflamación de las membranas intestinales, algo muy desagradable, y se considera que no tiene cura. La tuvieron operando del intestino delgado y ahí le aparecieron tumores. Lo que te estoy contando suena grave y de hecho lo es.
En la pre entrevista, cuando estuve escuchando a Glebys, te digo que me contó cantidad de cosas por las que pasó antes de mejorar su salud y honestamente, es impresionante. Así que con esta pequeña, pero gran introducción… Glebys, ¿me escuchas?
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El punto de partida: la enfermedad de Crohn que nadie sabía diagnosticar
NOTA DE DENIS:
Te adelanto que la enfermedad de Crohn es algo my difícil de diagnosticar, no se conocen con certeza sus causas, y la peor parte es que se considera incurable. Este tipo de mal está catalogado dentro de las enfermedades autoinmunes- un tipo de afecciones que se da cuando el sistema inmunitario ataca las células sanas del cuerpo por error. La enfermedad de Crohn generalmente causa inflamación del sistema digestivo, que puede ir desde la boca hasta el ano.
En el caso de Glebys, ella sufrió por años hasta que pudo controlarla.
GLEBYS: ¡Claro..! ¡Hola Denis!
DENIS: ¿Cómo estás?
GLEBYS: ¡Bien..! Cuéntame…
DENIS: Me gustaría escuchar de ti un poquito más ¿Cómo comenzó todo? ¿Cómo comenzó tu condición? Y más que nada ¿Cómo se fueron mostrando la cantidad de problemas que tenías?
GLEBYS: ¡Saludos a todos! Un abrazo desde mi país, Venezuela, para todos los que te escuchan y siguen en esta empresa tan maravillosa que tienes, que es tratar de llevar salud a muchos. Decimos nosotros que «está bendecido todo aquel que da con alegría», así que este piropo es para Denis.
DENIS: (risas…) Gracias.
GLEBYS: Gracias a ti por lo que estás haciendo, por tantos.
Mira, amigo Denis, mi condición, es una condición… ¿Okey? Y quiero aclarar que no es una enfermedad, al menos no la asumo así. Esta condición se desencadena a partir de una situación estresante, como lo acabas de citar. Fue un problema laboral, pero pudo haber sido un problema familiar, vecinal, o lo que sea…
Pero recuerdo que lo detonó ese problema, porque fue la primera vez que tuve un episodio de diarrea, y siempre había sido estética, tenía dificultades para ir al baño.
Estas son las cosas que pueden desencadenar la enfemerdad de Crohn
A pesar de la felicidad, Chron ya estaba presente en su vida.
GLEBYS: De repente, tuve que ir al baño en mi trabajo. A partir de allí, comencé una franca desmejoría. A la vuelta de un año, más o menos, me había descompensado muchísimo por las diarreas. Sin embargo, hubo un repunte. Comenzamos a ir al médico, a investigar de qué se trataban, por qué eran tantas… 5, 10, 15, 20 evacuaciones en un día… Dependiendo de lo que comía, del estrés, de no sé… Había días malos y días muy malos. Pero el caso es que, aparte de las diarreas, comencé con inflamaciones.
En algún momento pensé: ¿Voy a convivir con esto? Todos los médicos decían que tenía el colon irritable, que tenía gastritis, no había algo concreto. Uno de los impedimentos, digo yo, para diagnosticar el Crohn, es que soy de tez morena, y al parecer, esta es una enfermedad, una condición, que aparece, generalmente en personas del mediterráneo.
DENIS: Te iba a decir, que lo que estás contando le puede pasar a cualquiera. ¿Quién no tuvo un pico de estrés? ¿Quién no se peleó con la pareja? Especialmente en el mundo moderno que vivimos, acelerado, corriendo, trabajando, estresados, pensando en dinero, pensando en esto, pensando en lo otro. Esto le puede pasar a cualquiera.
Hay una epidemia de gente que sufre de problemas intestinales. Claramente, no al nivel de lo que te pasó a ti, pero hay muchísima gente que le pasan cosas, tal vez más leves, por lo que vivimos en la vida moderna. Es increíble, y cada vez más y más. Pero bueno, a ver, sigamos con esto. ¿Entonces fuiste al médico y todavía ni sabían identificar lo que tenías?
¿Una condición que puede pasarle a cualquiera?
GLEBYS: Tienes muchísima razón en que todas las personas tenemos situaciones que pueden estresarnos y desencadenar estos problemas.
En mi caso, se desarrolló una enfermedad que estaba allí, latente. Dijo: «Voy a esperar a que tengas un episodio terrible para aparecer». Lo que quiero decir, es que no fue la situación, y esto creo que es mi gran lección, no fue la situación lo que detona lo que yo viví…
Es el cómo lo asumí. Porque el Crohn, que es la enfermedad que me diagnosticaron, es una respuesta autoinmune, o sea, es una autoagresión del cuerpo. Es diferente al asumir así. No es que tengo una enfermedad, es que tengo una actitud que estimula una condición. Así es como lo he ido entendiendo.
DENIS: Solamente para aclarar esto, como dije en la introducción…
El Crohn es una de esas enfermedades que se consideran, no quiero decir la palabra… Incurable… Pero hasta ahora los médicos, o la medicina convencional, sólo encontró la manera de controlarla. No hay muchas personas que puedan decir: «revertí por completo la enfermedad».
Y es algo que le puede pasar a cualquiera, bien por cuestiones genéticas, o por diversos factores.
Puede tocar en cualquier parte del sistema digestivo. En la mayoría de los casos, aparece en el intestino delgado, pero no siempre es así. Es muy difícil de diagnosticar porque los síntomas no siempre son iguales. Hay gente que le da fiebre, hay gente que pierde peso, hay gente que va mucho al baño, hay gente que va con sangre.
No le pasa a todos lo mismo, y obviamente para los médicos es difícil el diagnóstico, y además, el aparato digestivo es complejo. Siempre que hago este tipo de entrevistas, las personas terminan diciendo lo mismo: «al principio, no sabía lo que tenía».
Glebys termina en la mesa de operaciones
Ocho kilos menos, y un estado físico cada vez peor.
GLEBYS: Sí, es cierto. Si hubiésemos sabido, de una vez, se hubiesen tomado medidas con el medicamento adecuado.
Pero bueno, hubo que esperar la intervención. Con la intervención me refiero a ser operada, a extraer un pedazo de 60 centímetros de intestino delgado, o sea que me amputaron. (risas)
Y luego hacer la biopsia, que tarda 15 días. En ese período casi muero, porque el Crohn, al tocarse, según mi médico, busca espacios como las articulaciones, o el recto, el esófago, o se vuelve el colon irritable, o se convierte en otra de las enfermedades de colágeno….
Porque ésta es una enfermedad de colágeno…. Es una enfermedad autoinmune, familia de Rectocolitis Ulcerosa, de Psoriasis, de los Celíacos, o sea, son familias, están allí juntitas. Al parecer se detonan por las mismas causas, y afectan la piel o las membranas. En el caso del Crohn, es la membrana del intestino delgado.
Vivimos esta experiencia de estar buscando respuestas, por no sé cuántos años, ciegos, y dando trancazos. Iba a todos los médicos que podía. Creo que me hicieron alrededor de 6 endoscopías, 4 resonancias y no llegaban a diagnosticarme. No se evidenciaba la enfermedad.
Lo que sí te puedo decir es que antes de que me operaran, se descubrió que tenía 3 tumores pequeños en el intestino, afortunadamente benignos, a través de una prueba que se hace con contraste. Te hacen tomar un contraste, un líquido.
DENIS: Sí.
GLEBYS: Luego toman radiografías, y así se pudo evidenciar.
DENIS: ¿Por el contraste de color?
La tortura continua de 10 años
GLEBYS: Sí. Se pudo evidenciar que había un paso de luz reducido. Por supuesto, cuando pasaba por allí lo que tenía que pasar… ¡Uff, me moría!. Varias veces me desmayé del dolor, y tuvimos que salir a la emergencia… Y calmantes… Y me decían: «Señora, usted no tiene nada. Para su casa». Y bueno, no tenía nada…
Y así estuvimos 10 años.
DENIS: A ver, para entender esto, en la primera operación…
GLEBYS: No, no, fue una sola operación.
DENIS: Ah, ¿fue una sola? Okey.
GLEBYS: Sí, sí. Una sola operación.
DENIS: Okey. ¿Y allí ya sabías de los tumores?
GLEBYS: Por cierto, fue suficiente. (risas)
DENIS: ¡Claramente! (risas) Pero digo, ¿Ahí fue donde te extrajeron los tumores? ¿Y descubren la enfermedad de Crohn?
GLEBYS: Es correcto.
Pero, fíjate Denis, para ese momento, estaba muy delgada. Imagínate, no podía comer porque cuando comenzaba la digestión o el tránsito por el intestino delgado, me moría. Ya no quería ni comer, porque sabía que la comida, al ser digerida, iba a pasar por allí. En este momento tengo aproximadamente 60 kilos. Soy delgada y de una estatura bien chiquita, chico. (risas).
Bueno, pero resulta ser que cuando regresé a mi casa, pesaba 38 kilos. (Pausa)
Los síntomas se convierten en dolores crónicos
En esta foto todavía no había llegado lo peor, pero ya se veía la famosa barriguita hinchada.
DENIS: ¡Uff!
GLEBYS: ¡Sí!
DENIS: ¡Es mucho!
GLEBYS: ¡Es mucho! Y la barriga, cada día más hinchada. Fue un proceso, se iba agravando. Primero con las diarreas, luego comencé a tener Fenómeno Raynaud, que se te ponen los dedos negros, morados, con el frío, sobre todo. Aparecieron telangiectasias, comenzó a caerse mi cabello, no soy calva, no tengo calvicie ni nada de eso, pero perdía el cabello, perdía vitalidad. Todo lo que tiene que ver con el colágeno en el cuerpo, las uñas… Todo eso comenzó a verse afectado.
DENIS: ¡Claro!
GLEBYS: ¡Progresivamente, claro! No fue de una sola vez.
DENIS: Solamente para aclarar a los que están escuchando. Ningunas de las cosas que estás nombrando, son agradables, como mínimo.
Para los que no saben, las Telangiectasias, son las famosas arañas vasculares. Son las arañitas, los vasitos que se ven a simple vista en la piel, es algo que le pasa a mucha gente. Se ponen azules y se ven en la superficie de la piel.
Por otro lado, el Fenómeno Raynaud, es un trastorno vasoespáctico. La punta de los dedos se pone morada, literalmente. Cuando uno ve algo así, es para preocuparse. Porque, imagínate que vas caminando, o estás en casa, o haciendo lo que sea, y tus manos las tienes con las puntas azules o moradas.
GLEBYS: ¡Te estás muriendo! (risas)
DENIS: Imagino que te asustabas en esos momentos.
GLEBYS: Pues sí. Decía: «Caramba, pero ¿Por qué pasará esto? ¿Será que soy familia de Frankenstein?» (risas).
«Tenía que ponerme en cuatro para dejar que el abdomen tuviese espacio»
DENIS: Antes de la entrevista me mencionaste un detalle fuerte. Me decías que sufrías de tanto dolor que tenías que ponerte en cuatro, o apretar tu abdomen ¿Cómo fue ese tema?
GLEBYS: No, no. Tenía que ponerme en cuatro, es correcto, pero más bien dejar que el abdomen tuviese espacio.
O sea, me colocaba en cuatro para que el abdomen pudiera tener espacio. ¿Sabes qué hacía, Denis? Me ponía a caminar en mi casa, alrededor de las cosas. ¡A caminar, a caminar, para aliviarme!. Los niveles de dolor que causa, que me causaron… Uff. Estuve aproximadamente diez años, o nueve años con las diarreas y todos estos fenómenos que se fueron presentando progresivamente.
Exactamente en el año 2011, no 2009- fui operada, y ya para ese entonces, mi condición de salud estaba bien, bien comprometida. Estaba muy delgada, más todos estos síntomas. No podía estar en un lugar que estuviera medio frío porque se me ponían las manos negras, y eso que yo vivo en un país tropical.
¡Esto es invalidante! Además, no puedes ir a un lugar, o a casa de amigos y andar diciendo: «Préstame el baño». Tienes una condición pues, no puedes salir.
DENIS: Claro.
Dolor y más dolor: la situación de Glebys empeora día tras día
GLEBYS: Esto fue poco a poco disminuyendo, invalidando mi vida. No tanto por la diarrea, sino por el dolor. Porque: «No puedes comer esto, no puedes comer lo otro, si te vas de paseo y te duele, todo el mundo se tenía que venir». En fin, qué desagradable.
Gracias a Dios que tengo una familia maravillosa, un esposo maravilloso, unos hijos maravillosos, o sea, creo que me he rodeado con buenas personas y nada, pues… Un apoyo incondicional de mi familia que favorecieron, todos colaboraban para hacerme sentir mejor, sobre todo cuando tenía crisis.
Porque esto se manifiesta también en crisis, de repente estás bien, pasaste un mes bien o una semana chévere, y de repente aparecía una crisis otra vez.
DENIS: ¿Estas crisis a qué se debían, a algo que comías, al estrés, o ambos?
GLEBYS: Como no sabíamos qué era lo que me hacía daño o qué era lo que estaba pasando, porque no había un examen, no había un diagnóstico, entonces todo lo que comía me hacía daño. Ya llegó un momento que decía: -¿Dios mío, pero qué es lo que puedo comer? ¡Esto te da flatulencia! ¡Esto te inflama! ¡Esto te irrita! ¡Todo parecía que hacía daño! ¡Ya al final era insostenible!
Cuando entré a quirófano, estaba muy, muy delgada.
¿Cuánto dolor se necesita para querer dejar de comer?
DENIS: Claro.
GLEBYS: Era porque ya casi no estaba comiendo, porque lo que probara me hacía daño. Pero en verdad no era por lo que probara, era porque sencillamente, al convertirse en el bolo alimenticio y comenzaba a hacer el tránsito intestinal, al pasar por donde estaban los tumores… ¡Dios mío!
DENIS: ¡Claro, te comprendo!
GLEBYS: ¡Y soporté mucho dolor! De verdad que sí.
DENIS: Digo que te comprendo, pero hay que vivirlo para entenderlo del todo. Trato de hacerme la imagen. No es algo que personalmente haya vivido. Entonces, es más un decir: «Te comprendo». Imagino que todo esto afectó, no solamente tu vida personal, también tu trabajo, tus relaciones, afectó toda tu vida.
GLEBYS: ¡Claro! ¡Claro que sí! Imagínate, hoy estaba trabajando y de pronto mañana estaba de reposo. Los médicos, me daban una semanita de reposo llenos de compasión… (risas)
Pero si, no puedes ir a una reunión familiar por la situación, en fin… La verdad es que esto no fue todo el tiempo grave, más bien se fue agravando. Fue progresivo. Fue deteriorándose. Porque el Crohn es una enfermedad del colágeno, como lo decíamos antes, y afecta las membranas. Imagínate, tenemos metros de intestinos ¿Verdad? El Crohn afecta esas membranas, las hincha, literalmente las hincha.
¡Por eso mi abdomen se distendía tanto! ¡Por eso a veces parecía que estuviera embarazada! ¡Las hincha! Imagínate que una vez me hicieron un estudio, y el médico pensaba que yo tenía una obstrucción intestinal. Y lo que tenía era que estaba hinchada. Imagínate unas membranas tan delgadas como son las del intestino, cualquiera ha visto las tripas de un animal… ¿Cuán grueso es eso?
¡Eso estaba hinchado, tan hinchado que parecía que estaba embarazada!
Por fin el diagnóstico: la enfermedad de Crohn
A 1 mes de ser operada.
DENIS: ¡Claro! Ahora, imagino que como siempre pasa en la medicina, el médico trata de encontrar el diagnóstico correcto y después, seguramente te prescribió algún medicamento ¿Cómo fue ese tema?
GLEBYS: Una vez que se hizo la biopsia, pasaron 15 días. Fueron los peores días de mi vida a nivel de salud, porque mientras se esperaban los resultados, no se sabía por qué seguía hinchada.
¡Estuve a punto de estallar! ¡Literalmente! Era descomunal cómo se inflamó mi barriga. De hecho, mi familia pensó que hasta allí, pues. Voy a contarte rápidamente un episodio. Tuvieron que me colocarme en varias ocasiones morfina. Mi cuerpo no tolera ni siquiera un ibuprofeno, un acetaminofén, no sé cómo ustedes le llaman, generalmente esas cosas me dan mucho sueño.
«Cuando me pusieron morfina, se voltearon mis ojos»
GLEBYS: Cuando me pusieron morfina, se voltearon mis ojos y otras cosas feas, porque mi cuerpo responde de una manera distinta. Era tanto, tantísimo el dolor, que me dije no voy a seguir soportando esto. Y comencé a quitarme todos los medicamentos que tenía inyectados. De paso creo que ya al final sólo era suero.
Si me hubiesen inyectado algún esteroide, algo para desinflamar, yo hubiese estado mejor. Me entubaron… fue un episodio terrible.
A mí no me gusta recordar toda esa experiencia, la experiencia de malestar, de padecimiento. Pero sí la trascendencia. Por eso no podía desperdiciar esta oportunidad maravillosa que me das y le vas a dar a todas las personas que te están escuchando o te van a escuchar. Cuéntame. ¿Qué más te digo?
DENIS: Mientras hablabas yo me quedé como mudo, porque me estaba haciendo la imagen… La idea de estas entrevistas es, obviamente, si bien contar sobre tu condición, creo que la imagen ya me la hice, no sé si los que me están escuchando…
GLEBYS: ¡Fui tan descriptiva! ¿Verdad?
DENIS: ¡Sí, fue muy descriptiva! ¡Honestamente, fue muy descriptivo! Tengo entendido que, después de que pasaste esa crisis, la cual fue terrible, empezaste a tomar ciertos medicamentos ¿No?
Los primeros medicamentos y sus efectos secundarios
Un gran día, pero…
GLEBYS: Sí. Una vez que se diagnostica cuál es la condición, inmediatamente comenzó a hacer efecto. Estos son medicamentos biológicos. Cuando digo que inmediatamente, es que aproximadamente en tres meses de comenzar el tratamiento, mi salud comenzó a repuntar. Repuntar es que comencé a ganar kilos, el dolor iba dejándome, ya no tenía los tumores, a tolerar mejor algunos alimentos.
Seguían con las diarreas, de hecho, las diarreas continúan, no con la misma frecuencia, no en la misma cantidad, a veces no tengo. Es lo único que me queda del Crohn. (risas) Gracias a Dios.
DENIS: El resto lo fuiste revirtiendo.
GLEBYS: Mira, no hay Fenómeno Raynaud, no hay Telangiectasia, ya mi piel se ha recuperado muchísimo, ya no tengo la misma condición de poquito cabello.
No hay fatiga, y sobre todo, no hay dolor. Y bueno, con lo de las diarreas me manejo pues, porque como no es frecuente y bueno… me automedico, pero con cosas muy suaves y eventualmente… Solo cuando hay períodos inestables.
DENIS: ¡A eso quería llegar! La idea es que siempre contemos, qué cosas fuiste haciendo en tu caso, o qué cosas puede hacer uno para mejorar su salud.
Pero hay un detalle muy importante que quería mencionar, y es que este medicamento biológico del que estás hablando, imagino que estás hablando del Humira, que contiene una droga llamada Adalimumab.
Básicamente es un fármaco que hace que disminuya la inflamación ¿No?
GLEBYS: Correcto.
DENIS: Pero, me contabas antes de la entrevista que estuviste tomándolo por 6 ó 7 años ¿Es cierto?
GLEBYS: Sí, 6 ó 7 años, aproximadamente.
Glebys decide dejar sus medicamentos
DENIS: ¿Por qué decidiste dejarlo? Eso es lo que más me interesa.
GLEBYS: ¡Por irreverente! (risas)
Mira Denis, es que no quería seguir siendo esclava de ese medicamento. Había que inyectarme cada 15 días, y aunque era una inyección chiquitita, y no dolía para nada, y todo el cuentero, estaba atada a eso. Si me iba de viaje, tenía que llevar una pequeña cava con el gel para mantener el frío.
Debía estar refrigerada, ya por ahí, era un tema.
Posteriormente me enteré de que eso afecta otras cosas. Anualmente, me tenía que hacer un análisis de sangre sobre indicadores de la presencia de la enfermedad, y aunque mis indicadores estaban bastante equilibrados, ya casi no existían, llegué a tener menos uno, lo correcto era nada, cero, pero menos uno es bastante cerca de la nada…
También me indicaban hacer el examen de tuberculosis. O sea, que este medicamento puede desencadenar una tuberculosis, hasta donde sé.
Entonces comencé a rebelarme contra eso, porque bueno… ¿Me curo de una cosa, y voy a dejar de estar bien por otra? Además, esa medicina me mantenía las manos como cuando tienes retención de líquidos, hinchadas.
Todo tiene un precio, incluso la medicación
En el medio de la fiesta, directo al baño.
DENIS: Hinchadas, claro. Ahora, para que quede claro, pudiste controlar un grave problema que es la enfermedad de Crohn, pero a través de un medicamento, el cual te inyectabas cada 15 días, durante 6 a 7 años.
Es un medicamento muy potente que afecta el sistema inmunológico. Para que quienes están escuchando, tengan idea de lo que hablamos, administrar este medicamento requiere decirle al médico si se tuvo cáncer, hepatitis, diabetes, tuberculosis, como lo mencionaste, alergias, si sufres hormigueos, si tienes problemas del corazón.
En fin, estamos hablando de una cosa muy potente que afecta el sistema inmunológico, y obviamente, me imagino que quisiste salir de eso.
GLEBYS: ¡Claro! Porque tú has dicho algo muy chévere, y es que eso controla, pero eso no cura. ¡Y yo estaba decidida, estoy decidida a curarme! No quiero seguir siendo paciente…
De hecho, nunca le digo a nadie: «Ah, es que soy paciente o estoy enferma de Crohn».
¡No! Cuando hablo de eso, siempre digo: «Tengo una condición». No considero que estoy enferma en este momento. ¡Yo no soy una persona enferma! Sé que hay una condición, como la alergia a ciertas cosas que tienen algunas personas, y las evitan.
DENIS: ¡Claro!
Comenzando a auto-analizarse y descubrir la causa raíz de sus problemas
GLEBYS: Eso lo he descubierto por la lectura, por la observación… ¿Qué me hace daño? ¿Qué lo estimula? Digámoslo así… Si fuese una alergia… ¿Qué estimula la alergia? Es lo que he ido aprendiendo.
Y obviamente opté por no tomar más un medicamento que era un paliativo, porque me ayudaba en algo, pero que me estaba desencadenando o podría desencadenar otras cosas que a lo mejor sí eran irreversibles, o sea que ya no se podría hacer más nada.
DENIS: ¡Perfecto! Aquí es donde me quiero detener porque esta es la parte más importante que debemos tocar con todo detalle.
Por un lado tienes una enfermedad que es terrible y que te ha hecho pasar un episodio que acabas de describir (risas) muy gráfico. Y por otro estás atada a un medicamento que realmente afecta tu sistema inmunológico, lo cual no es bueno.
Entonces ¿Qué fuiste haciendo para salir de eso y empezar a revertir tu condición de manera natural, o dentro de lo que podías?
«A veces hay una arrogancia en muchos profesionales de la medicina»
GLEBYS: Lo primero que tengo que decir es que el médico dijo que esta enfermedad es incurable, por lo menos hasta ahora.
No te dije… Voy a hacer un paréntesis, Denis… Cuando estaba hospitalizada, un médico de guardia que hacía la revista, pasó y cuando me vio, dijo: «Tiene Crohn». Le dijo a mi médico tratante, o sea, al médico que estaba llevando mi caso.
Y el médico, que lo quiero mucho porque sé que hizo su mejor esfuerzo… Pero es que a veces hay una arrogancia en muchos profesionales de la medicina… Y no admitió eso. Decía: «Ella lo que tiene es otra condición. Ella lo que tiene es el colon irritable, está obstruida».
Pero, sí, este médico que por coincidencia o por fortuna… Aunque ya es como normal decir: «No hay coincidencias, todo sucede para algo». Bueno, el caso es que a partir de ese momento, ha sido mi médico. Un señor bastante mayor, con una gran experiencia, pero desde que me vio supo que era paciente de Crohn.
Revertir la enfermedad de Crohn: ¡voy por esa!
Luego de 3 meses de intervenida, ya había ganado peso.
Retomando lo que me dijiste. En algún momento mi médico me dijo: «Si seguimos así, en uno o dos años más, podríamos diagnosticar o definir esto como remisión de la enfermedad”. No sabía en aquel momento lo que significa “remisión de la enfermedad”. Cuando me enteré, yo dije, así como decimos aquí en Venezuela: «Voy para esa» .
DENIS: ¡Claro!
GLEBYS: ¡Decidí! ¡Es una decisión! ¡Yo voy a revertir esta enfermedad! Remisión, o sea, rendirla. Esta es mi historia pues. Mi historia verdadera no es lo que viví, mi historia verdadera es cómo fue asumido. Porque así como dije, asumí de la manera equivocada un episodio estresante en mi vida, pues me hice mucho daño por la respuesta que tuve, que no fue ninguna, me neutralicé y al neutralizarme, todo eso envenenó.
Ahorita veo ese episodio y digo: «Qué tonta fui, qué inmadura, qué muchachada…» Pero tengo otra condición, entendimiento, mejor dicho. Todo esto que se vivió tiene una trascendencia importante, y es “cómo me asumo a partir de allí”. Porque tú puedes asumir que eres una persona enferma, o que tienes una condición.
Y yo dije: «Bueno, yo tengo una condición, y es cierto. Pero ¡Voy a curarme! O sea, ¡Voy a sanarme!».
Y entonces comencé a escuchar mi cuerpo, a observarlo, cómo respondía ante algunos medicamentos, cómo respondía ante algunos alimentos, ante situaciones estresantes, y cómo respondía ante situaciones muy agradables. Fui anotando en ese libro de la vida donde hay que ir anotando, qué favorece y qué no, qué intoxica y qué no, qué es lo nocivo y qué no.
Es allí donde comienzo a seleccionar mis comidas.
¡Y hasta mis borrachos, pues! (risas).
Descubrimiento #1: el trigo y sus efectos adversos
DENIS: Ahora, hablemos de esto, específicamente. Empezaste a escuchar tu cuerpo, y a darte cuenta de que había cosas que te hacían bien y otras mal. A ver, cuéntame, paso a paso ¿Cómo lo fuiste descubriendo y qué cosas descubriste, en cuanto a lo que te hacía mal, por lo menos?
GLEBYS: Por ejemplo, no puedo comer pan blando o blanco, dependiendo como ustedes le llamen. Mis panes tienen que ser tostados. Resulta ser que el Crohn, viene siendo familia de los celíacos también, de personas con la condición celíaca. No pueden comer trigo, es mortal. Comienzas como a desarrollar una intolerancia al trigo.
Me doy cuenta que el trigo lleva muchos con aditivos, preservante, o no está bien cocido. Eso me hace mucho daño. Evito el trigo, el pan pues, y en todo caso, lo prefiero comer tostado.
DENIS: Acá quiero hacer un par de aclaraciones para los que nos están escuchando, cuando hablamos del problema de la enfermedad celíaca, nos referimos a las alergias al trigo, a la sensibilidad al gluten.
Y si hablamos de casos más extremos como el Crohn, como decías, son de la misma familia. ¿Por qué es la misma familia? Porque estamos hablando de una reacción del sistema digestivo, el cual, por así decirlo, no tolera bien o directamente rechaza alguno de los alimentos. En el caso de los celíacos, hay una relación directa con el gluten, un componente del trigo.
La enfermedad celíaca y las alergias al trigo vs. la enfermedad de Crohn
DENIS: Los celíacos son personas que no se llevan bien con el gluten. Entonces, para diagnosticar la enfermedad de los celíacos se recurre a un simple test, y es básicamente darte cuenta de problemas gastrointestinales superiores, como por ejemplo, si la comida te queda atorada, si no digieres adecuadamente, que eructes, que te sientas hinchado, que tengas acidez o incomodidad general, que me imagino que tú sentías…
También problemas gastrointestinales inferiores, o sea, un montón de problemas. Eso suele confundirse con el síndrome de intestino irritable, o como en tu caso, con la enfermedad de Crohn. Menciono esto porque le pasa a muchísima gente, y no sabe que es sensible al trigo.
Recordemos que el trigo moderno es un trigo refinado, no es el que comían nuestros padres, nuestros abuelos. De hecho, hay estudios al respecto. Variedad de trigos que existía, como por ejemplo el kamut. No son los mismos.
El de hoy es un trigo refinado, y hay una tendencia muy preocupante porque de cada vez hay más celíacos. Hay 20 veces más celíacos que hace tan sólo un par de décadas. Menciono esto porque, si bien quizás la persona que está escuchando no tiene la enfermedad de Crohn, sí le va a servir conocer estos detalles porque son parte de lo mismo.
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Descubrimiento #2: el veneno de los alimentos industriales
Cuatro meses con Humira.
GLEBYS: Es correcto, y fíjate que estás diciendo algo que es bien lindo, porque muchas personas están creyendo, como lo pensé yo en su momento, que yo tenía gastritis, que yo tenía colon irritable, que yo tenía intolerancia hacia ciertas comidas y resulta ser que nuestros cuerpos están reaccionando a algunos alimentos.
Eso que tú estás diciendo, que yo no lo sabía, te agradezco mucho por completar la información con respecto a los celíacos, sobre la intolerancia al gluten, elemento que tiene el trigo. ¿Por qué los abuelos antes comían hasta frito y no les hacía nada, y ahora nadie puede oler el frito porque y se enferma?
La harina, no era refinada… ¿Por qué no les hacía daño a los abuelos? Quizás la industrialización está trayendo tantos bemoles…
Ahora la gente se está enfermando por todo, sobre todo a nivel digestivo. Me impacta eso. Parece que nuestros cuerpos lo están rechazando… Las enfermedades nos están diciendo que hay algo que no está bien, que no digieres bien. Y el alimento no es solamente del cuerpo, también alimentas tu mente, alimentas tus sentimientos y tus emociones.
DENIS: ¡Totalmente! ¿Estoy totalmente de acuerdo contigo! La verdad es que el problema de los alimentos industriales de hoy en día, los químicos, aditivos y cosas inimaginables que le ponen… Mucha gente lamentablemente no lo sabe, pero están afectando a miles de millones de personas, literalmente.
GLEBYS: Dicen que el diablo tiene la paila de aceite al lado (risas). Porque ¡Todo lo frito es tan rico!
DENIS: Hablando de lo frito… ¿Esto es algo que fuiste midiendo? ¿Cómo descubriste que lo frito tampoco era bueno para ti?
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Descubrimiento #3: los fritos
GLEBYS: Bueno, realmente no soy de comer cosas fritas.
Mis padres, que son citadinos porque hace muchísimos años viven en la ciudad, vienen del campo, de la provincia. Y la persona de la provincia siempre se alimenta con muchas más verduras, con lo natural. Entonces, crecí comiendo fresco, verde, verduras, etcétera.
Digamos que mi dieta ya estaba habituada a una forma de comer, no por dieta en sí misma, por grasa o por colesterol, sino por costumbre, preferíamos otro tipo de cosas. Pero ciertamente, lo frito o muy frito, me cae muy mal. Cuando lo usan y lo re-usan ¡Eso para mí es mortal! No me cae nada bien. En cambio que la arepa, típico de mi país… ¡Bienvenidos todos a mi país a comer arepas! Eso para mí es maravilloso.
Por lo general, como las arepas asadas, pero hay gente que las come en empanadas, y también fritas, son exquisitas, pero las prefiero asadas, me caen muchísimo mejor. Lo que indica que las grasas no las tolero muy bien, aunque más bien, creo que mi intestino quedó resentido, porque el Crohn no solamente te inflama, te hace unas úlceras, una pequeñas úlceras en el intestino.
¡Dios mío, te arde! Ir al baño te arde… Yo sabía cuando estaba irritada.
Esas irritaciones terminaban por crear lesiones en todo el tracto, en todo el intestino, pues.
DENIS: ¡Claro!
GLEBYS: ¡Eso te arde! Eso es, no sé si ustedes le dicen así, llagas que se van haciendo…
DENIS: ¡Sí, sí, sí!
GLEBYS: Se van haciendo a lo largo del intestino, y eso es como tener una cortada.
DENIS: Sí, y que no se sana.
Descubrimiento #4: las legumbres no son tan malas como dicen
Seis meses con Humira.
GLEBYS: No se sana y que lo que pasa por ahí te arde, te quema, te pica, te duele. Entonces, cicatrizar el intestino, desinflamar el intestino, pasó también por considerar: ¿Qué estaba comiendo, y qué me hacía daño?
Me hacen muy bien los granos. Algunos médicos extremos te dicen de una vez que de por vida no puedes comer granos.
DENIS: Para aclarar, porque en Argentina se dice, legumbres, no se le dice granos. Lo digo por si alguno no sabe de qué estás hablando.
GLEBYS: Dirán: -Dios mío… ¿Qué granos son esos?
DENIS: (risas) ¡Sí, Claro!
GLEBYS: Bueno, mira Denis, los granos o las leguminosas, también las llamamos así, que son las arvejas, los garbanzos, las lentejas, las caraotas rojas, blancas, negras, en fin… Entonces, de por vida, eso no lo puedes comer, te crean flatulencia.
Yo los cocino… Los dejo que se evaporen muchísimo, les quito las espumas que van saliendo al principio, y que me queden muy blandos… Para mis intestinos son un bálsamo. También, dijeron: «No puedes comer plátanos, nada de plátanos».
¿Los azúcares de las legumbres «fermentan» dentro de los intestinos?
DENIS: A ver, para dar un detalle del tema de las legumbres o los granos como le dices.
La mayoría de los médicos te van a decir que dan gases. Le sucede al 99% de la gente, y especialmente cuando tienen Síndrome de Colon Irritable, o sufren del estómago, o del tracto digestivo en general.
Obviamente te van a deci que no es algo bueno para ti, porque las legumbres contienen un tipo de azúcar, de hecho son azúcares complejos oligosacáridos. El problema con ellos es que no se metabolizan en el intestino ni en el estómago.
La razón por la que pasa eso, es porque carecemos de una enzima que no las puede hidrolizar y obviamente no se pueden convertir en azúcares simples. Cuando estos oligosacáridos llegan a nuestros intestinos, pasan por una fermentación. Esa fermentación es anaeróbica y el resultado es que se van a producir gases…. Y ya sabes cómo termina eso.
A una persona que no tenga intestino o colon irritable, también le puede molestar. Lo que muchas veces se hace, es remojarlas durante unas 12 horas, cambiar el agua, y eso se supone que elimina parte del problema.
Remojarlas, hace que las paredes de las legumbres sean más blanditas, y cuando se cocinan, los hidratos de carbono, se terminan hidrolizando, y no pasa nada. De todas maneras, los médicos suelen decir que no deberías comerlos. Eso es lo que me sorprende, que te han dicho eso y aún así, probaste y descubriste que funciona para ti.
Descubrimiento #5: explorando alimentos «prohibidos»
GLEBYS: Para mí van muy bien, igual que los plátanos. «No puedes comer plátanos de por vida»- perfectamente puedo comer plátanos…
Es más, he pensado que no tengo Crohn, que se equivocaron (risas).
Porque hay un montón de cosas que dicen que no puedes hacer, y la verdad es que he ido probando, a mi riesgo por supuesto, de tener un episodio desagradable… Pero mi cuerpo no reacciona igual a todos los cuerpos. Soy un individuo, soy una especie única, tengo que ver qué es lo que a “esta unidad” le favorece, o no.
Por ejemplo, me caen mal las lechugas, las mayonesas, los huevos fritos, aunque los puedo comer duros, y no sé por qué. O sea, me voy dando cuenta, la razón de por qué esto me cayó mal. Hubo un momento en mi vida que yo creía que me caía mal todo, pero entonces, o comes o te mueres.
GLEBYS: Y como te dije en la pre-entrevista, lo importante no es cómo te mueres, sino, cómo vives. Te dices: Bueno, pero si la vida es hoy, si tienes que vivir es hoy, entonces que sea agradable.
¡Descúbrete, conócete, y arriésgate a vivir! ¡A vivir, porque existir no es suficiente! ¡Hay que vivir! Vivir es oler, caminar, andar, reír, abrazar, todas esas cosas ¡Eso es vivir! Es compartir, es estar solo, y aún sentirse profundamente acompañado.
«No tengo una enfermedad, tengo una condición».
Meses mas tarde, ya había recuperado unos 8kg de peso.
GLEBYS: He allí un cambio. Por eso al principio te decía: ¡Yo no tengo una enfermedad! No es la negación. Hay una condición que apareció, pero yo no tengo una enfermedad. Es algo más o menos así como lo he ido entendiendo.
Hay enfermedades y hay cuerpos enfermos, y yo no estoy negándolo, no lo rechazo, simplemente asumí una actitud distinta hacia esto, que en algún momento me hizo mucho daño, pero que me trajo una gran lección, pues. Y es que este es el bien más preciado, Denis…
¡La salud es el bien más preciado! No hay un hombre ni una mujer sobre la faz de la tierra, que con todo el dinero que pueda tener, no estuviese dispuesto a cambiarlo por algo más de salud.
DENIS: Sí, totalmente. La verdad es que es un mensaje muy lindo.
Ahora, lo que venías diciendo, no hay que existir, hay que vivir. «No tengo una enfermedad, tengo una condición».
Para poder empezar a asumir ese tipo de cosas, me imagino que fuiste tomando riesgos, como decías. Por ejemplo, con las legumbres que te habían dicho que no las podías comer y al final las toleras bien, lo cual me sorprende porque generalmente no es así. ¿Qué otras cosas te habían dicho, en teoría, que no podías comer y fuiste probando?
Fuiste tu propio conejillo de indias, pudiste sacar la conclusión de lo que sí puedes comer.
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Descubrimiento #6: ¿bebidas alcohólicas?
GLEBYS: Fundamentalmente lo que te he comentado.
Creo que puedo comer de todo, pero sé que hay cosas irritantes. Cosas como las salsas, como lo frito, como el trigo o el gluten. Puedo comer otras cosas como fécula de maíz, dulces, pero no esos dulces muy dulces como mousses, tortas con muchas cremas, ese tipo de cosas. No sé si es por la grasa, por el trigo o por azúcar.
Realmente mi alimentación es muy sana, yo cocino. ¡Me encanta la cocina! ¡Me encanta la cocina gourmet! ¡Me encanta inventar! Porque además soy hija, como te dije, de unos campesinos que inventan cosas ricas, deliciosas. No tengo problema con eso.
Te puedo decir que particularmente me cae muy mal el vino. En cambio puedo tomar whisky, que no tomo mucho, pero eventualmente cuando te reúnes, puedo tomar unos tragos y ¡Chévere! O después de una agotadora jornada.
Los médicos dijeron: «No puedes tomar licor».
Con su hija, con un físico cambiado.
GLEBYS: Los médicos dijeron que no puedía tomar licor.
Y yo pregunté: «¿Está contraindicado con el medicamento Humira?» Respondieron: «No, pero no lo puedes tomar por el intestino, por el colon».
Pues, a mí me va muy bien. ¡Todo lo que me alegra la vida, le va muy bien a mi cuerpo! Una medicina para mí, es mantenerme en equilibrio, en armonía. No feliz, no happy todo el tiempo, sino más bien en equilibrio. ¡Esa es mi mejor medicina!
DENIS: ¡Claro! Ahora hay varios detalles de los que venimos mencionando que nos han quedado un poquito colgados por el camino.
Primero, lo último que acabas de decir, la diferencia entre el vino y el whisky, bueno, claramente son dos bebidas que no se hacen de la misma manera. El vino es un alimento fermentado. Cierto que está lleno de antioxidantes y de cosas muy buenas para el cuerpo, pero en definitiva es una bebida fermentada, es igual que la cerveza.
Imagino que la cerveza tampoco la toleras bien, siguiendo con la línea del vino ¿No?
GLEBYS: Bueno chico, no sé… porque como no me gusta mucho la cerveza, me llena, me quedo como muy inflada…
Puedo tomar una o dos, porque está haciendo mucho calor. Acuérdate que yo vivo en un país donde hace calor, sobre todo en algunos períodos del año, y aquí la cerveza la tomamos fría.
Solo así, porque refresca, pero no es algo que me apetece. Sé lo que no me hace bien, salsas, dulces, fritos, algunas cosas muy azucaradas, el pan, que sea así como el de hamburguesa, el de perro caliente, que es muy blando. ¡Eso no, no, no!
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Descubrimiento #7: salsas propias en vez versiones industriales
DENIS: Repasemos algunas de estas cosas, en cuanto a las salsas. ¿Cómo fuiste descubriendo cuáles te hacen bien o cuáles te hacen mal? O quizás todas te hacen mal… ¿Cómo lo fuiste comprobando?
GLEBYS: ¡Todas!
DENIS: ¿Todas absolutamente?
GLEBYS: Sí, pero te voy a contar. Yo preparo las salsas para mi casa, o sea, compro, no sé cómo le llaman ustedes, cestas de tomate y hago mis salsas de tomate.
Tengo la garantía de que son salsas que no están procesadas con químicos, ni nada. Las envaso al vacío y todo el cuento. Yo puedo tomar esas salsas, pero es un riesgo porque sé que son irritantes. No sé si lo irritante es el tomate o es que las salsas en sí, me detonan, me laxan. Porque lo único que me queda del Crohn es la diarrea.
Yo no estoy hinchada, a veces me como algo, y se se me inflama el abdomen, pero le pasa a mi esposo que no tiene nada, le pasa a mi hijo que tampoco tiene Crohn. Pero más nunca tuve aquellos dolores que moría, más nunca. Yo misma me veo y me quiero… De lo bien que estoy…
DENIS: ¡Claro! ¡Seguro!
GLEBYS: Después de haber pasado un período tan duro en mi vida, a veces me veo y digo: -¡Cónchale, qué linda eres, vale, no te había visto!
DENIS: Sí.
Ahora me imagino, cuando estabas mencionando el tema de las salsas, también tiene que ver con los condimentos. Las salsas por lo general llevan muchos condimentos. Me imagino que no puedes comer nada, o casi nada de condimentos.
GLEBYS: No uso. No uso condimentos. ¿Qué le llaman ustedes condimentos?
DENIS: Digamos pimienta, chile, especias en general.
GLEBYS: Bueno. ¡Te voy a contar algo que te vas a quedar en shock!
Descubrimiento #8: este «ají prohibido» cicatriza las paredes intestinales
1 año después. En acto de gracia tienes que ir al Salto Angel.
DENIS: ¡A ver!
GLEBYS: Mi papá, un campesino curioso, muy culto por cierto, había hecho unas pruebas con un ají que es muy, muy chiquitito. Aquí en mi país le llaman chirel. Es muy pequeñito y pica demasiado. Es tan pequeño como la punta del meñique. Una cosa así.
DENIS: ¡Ajá!
GLEBYS: Y los campesinos en el pueblo de mis padres, los meten en aceite, que es un conservante, y los dejan macerar.
Inclusive, algunos lo tragan como una píldora porque como son tan chiquitos… Y en mi país, la gente del campo como te digo, considera que son medicinales. Recuerdo, de todo lo que hemos hablado, que en un período reciente a mi operación, que fue cuando tuve la peor situación de salud en mi vida, comencé a tomar ese picante.
Dos gotitas de eso pica un montón. Pero al parecer, tiene la propiedad de cauterizar, de cicatrizar. Y yo necesitaba curar mi intestino. Por algún tiempo, creo que por un año más o menos -que no me gusta el picante- le ponía 2 gotitas a la comida. Y eso es algo que considero una medicina natural.
De los condimentos, puedo usar pimienta, de hecho, siempre la uso en mis comidas, también orégano, me encanta para aderezar algunas carnes. Nosotros llamamos aquí muchos condimentos a la salsa de tomate ketchup, salsas inglesas, salsas de soya, salsas de ajo, esas salsas…
Pero yo no uso esas cosas.
Descubrimiento #9: desintoxica tu vida
DENIS: Bueno, son salsas altamente procesadas.
Creo que estamos volviendo a lo mismo, y a lo mismo, otra vez… Son los alimentos procesados. Me decías de los panes, por ejemplo, son alimentos altamente procesados. No solamente el tema del trigo y el gluten, también las enormes cantidades de jarabe de maíz de alta fructosa que contienen.
Mucha gente no se da cuenta. Lo mismo pasa con lo que mencionaste de las otras salsas, no solamente tienen alguna esencia de ajo, por ejemplo, sino que tiene un montón de químicos, de los cuales, ni siquiera te vas a enterar.
GLEBYS: ¿Viste? Esas cosas sí las evito, todo lo que es procesado. Pero lo evito no solamente para cuidar mi cuerpo de cosas que lo irritan, o que le detonen cualquier malestar…
Evidentemente, hay una fragilidad. Pero, si tienes una cortada y encima todo el tiempo te golpeas allí, se te va abrir otra vez. Entiendo, comprendí, acepto y asumo que tengo una condición, y esa condición hay que curarla. Y mucho pasa por lo que consumo.
Así que no como ese tipo de cosas, salsas inglesas, ni adobo, no sé cómo lo llaman ustedes…
DENIS: ¡Sí, sí! Igual.
«Llega un momento en que la realidad virtual y la realidad real se mezclan, te involucras en aquello».
Como poniente en el Congreso de Salud.
GLEBYS: No consumo adobo y tampoco conversaciones desagradables, o las evito, y todo lo que me genera estrés.
Tú dirás: «¿Pero cómo puede ser que una película te haga ir al baño o te cause estrés?». Pues llega un momento en que la realidad virtual y la realidad real se mezclan, te involucras en aquello.
Evito todo lo que me represente estrés, malestar, conversaciones, gente tóxica, nociva. O sea, vivir es estar feliz, vivir no es pasarla mal, entonces, hay que buscar todo lo que signifique pasarla bien para ti.
Yo puedo disfrutar muchísimo a Vivaldi, y hay gente que le gusta Beethoven. Lo que quiero decir, es que la salud pasa por evaluarte. ¡Yo soy objeto de mi propia investigación! ¡Yo soy mi propio laboratorio! ¡Yo he sido mi propio médico!
He probado conmigo, qué es lo que me hace daño y qué no. Pero mi historia verdadera no es que soy paciente de Crohn, ni que viví un montón de cosas terribles. Tuve una situación difícil y eso sirvió para fortalecer lazos con personas que amo, que están a mi lado.
DENIS: ¡Claro! Es una dieta psicológica muy sana, la que llevas.
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Descubrimiento #10: La reprogramación mental de Glebys
GLEBYS: Algún día la ciencia probará que todas las enfermedades se inician en la forma cómo interpretamos las cosas.
Yo no soy médico, pero soy investigadora. Hay quienes están diciendo que no hay enfermedades hereditarias. Lo que se hereda o copia, son las formas de responder ante las circunstancias ante las mismas situaciones.
A lo mejor en una familia todos son diabéticos porque comen dulces, pero también puede ser porque reaccionan, responden de una manera efervescente y se ha hecho tan habitual, que el hígado se descontroló y por ahí se fue todo lo demás.
DENIS: ¡Es totalmente cierto!
GLEBYS: ¡Ah, bueno! Entonces, vamos por ahí.
DENIS: ¡Vamos por ahí! (risas)
«El estrés es una forma de interpretar las cosas.»
Celebrando la vida sin motivo especial.
GLEBYS: Me encanta que haya gente como tú.
Aquí en Venezuela, se hacen unos Congresos de Salud, creo que es el séptimo o el octavo. Ellos tienen un componente, de salud y espiritualidad, y llaman espiritualidad a todo lo que tenga que ver con el bienestar emocional de la gente.
Porque veamos… Yo quiero que me explique un médico ¿Qué es el estrés? ¿El estrés qué es, Denis? El estrés es una forma de interpretar las cosas. Porque hay situaciones que me pueden estresar a mí y a ti no. Entonces, no, es que tienes estrés.
¡Dios mío, lo que tienes es una forma equivocada de interpretar las cosas! ¡La vida es hoy! Lo más importante, para mí, es lo que he ido entendiendo. Cuando estás debatiéndote entre la vida y la muerte, todo el dinero, todo cuando tienes, el amor inclusive de la gente, la clínica, el médico, todo y te debates entre eso…
Mi gran conclusión de ese período tan oscuro de mi vida, cuando llegas allí, y dices: «¡Dios mío, el bien más preciado es mi salud! ¡En verdad que debería hacer todos mis esfuerzos para conservarla!»
A partir de ella, todo lo demás viene. ¡Puedes trabajar, puedes tener una familia, puedes salir, puedes entrar, puedes amar, puedes abrazar a la gente! Si no tienes eso, ya no importa. Dile a Rockefeller: «Mire señor ¿Está dispuesto a caminar y a correr por esos verdes pastos y a bañarse en la playa por toda su fortuna?»
Y te diría corriendo: ¡Por supuesto que sí!
Descubrimiento #11: La leche vs. derivados
DENIS: ¡Claro, totalmente!
Pero, volviendo un poco al tema de los alimentos, vamos que repasar un par de cositas. Si bien el tema de la actitud a mí, me impresionó mucho, desde que te conocí, esa manera con la que te tomas las cosas, quiero que lo repasemos un poquito más al final ¿Sí?
En cuanto a tu manera de comer, que como decíamos, fuiste descubriendo lo que te hacía mal y lo que te hacía bien. Hay algunas cosas, algunas preguntas que te quiero hacer. Por ejemplo, con la leche, ¿Qué tal te val?
GLEBYS: ¡No… absolutamente mal! La leche líquida no la tolero, me hace mucho daño. Tomarla e ir al baño es lo mismo. Sin embargo, puedo comer queso, puedo comer mantequilla, no me cae muy bien el yogurt, ni el tofu.
DENIS: ¿No te gusta el tofu?
GLEBYS: No, ni me cae bien, ni me gusta mucho.
Y digamos que la leche conmigo no va pues, pero no creo que sea por el Crohn estrictamente, porque es que pareciera que yo tuviera una enfermedad o una condición digestiva, pero no es digestiva, es una condición de colágeno, de inflamación que se da en los intestinos, debido a un problema.
Es una enfermedad autoinmune, y la gente debe saber que todas las enfermedades autoinmunes son una forma de agresión, de autoagresión. Yo no sé si la leche me hace daño porque tengo Crohn, o porque sencillamente no me cae bien, como a mucha gente que la leche le da gases o gastritis, o qué sé yo…
Es que es un tema, porque he asumido una condición, pero no, desde la enfermedad… Mira, hay cosas que te hacen daño a ti que no tienes Crohn y me hacen daño también a mí.
La verdad acerca de la leche
Con su segundo libro en manos.
DENIS: ¡Claro, totalmente! De todas maneras, siempre está un poco el tema de la lactosa cuando salta este tipo de cuestiones con el sistema digestivo. Me imagino que muchos médicos te han preguntado, te han hablado de la leche. Pregunto esto porque le puede servir a mucha gente saber estos detalles.
GLEBYS: ¡Claro! Y tú que sabes bastante de eso, les puedes comentar más.
Porque en verdad que las leches, hasta donde tengo entendido, les sirven es a los niños, ya después creo que no hacen bien a nuestro cuerpo. Es como si uno estuviese listo para seguir. Los animales, la naturaleza nos habla.
¿Cuántos animales se alimentan con 18 o 40 años? ¡No existen! Y nosotros somos mamíferos, pero no es de por vida, entonces creo que la leche está haciéndole daño a muchas personas porque hubo un momento que era necesaria, pero ya no pues.
DENIS: Bueno, es un tema un poco más profundo y la verdad es que no me quiero desviar.
Lo que te puedo decir es que sí, hay gente que es intolerante a la lactosa. Recordemos que no consumíamos leche hace muchísimo tiempo, en el paleolítico que duró miles de años. Éramos nómadas, comíamos carnes, frutos de la estación, cosas que se encontraban.
Sin embargo, cuando empezamos a asentarnos en las primeras, ni siquiera eran ciudades, empezamos a criar animales, a cambiar nuestra alimentación, a consumir leche y otras cosas como el trigo. Hay un debate muy importante en cuanto a este tema.
Lo que te puedo decir es que muchas personas que siguen el estilo de vida paleo, que es como nos alimentábamos hace cientos de años, hasta para ellos es un tema gris. Ni blanco ni negro, algunos la rechazan, otros no.
El kefir, tofu y otros alimentos fermentados
DENIS: Yo, particularmente soy de esas personas que no rechaza la leche, es un alimento que en mi opinión, tiene muchas propiedades alimenticias interesantes.
Lo que sí te puedo decir es que para algunas personas, la lactosa no les sienta bien. Te hacía la pregunta particular sobre esto porque, tomando en cuenta tu condición, y que muchos alimentos te caen mal, quería saber esos detalles. Pero hablando de la leche ¿Qué tal el tema del kefir o kéfir? ¿Lo has probado? ¿Te gusta?
GLEBYS: Claro, lo he probado y no me agrada, además que es difícil conseguirlo aquí. Generalmente hago las compras cerca de mi casa y como es algo especializado, no lo consigo. Pero tampoco lo busco, porque de verdad hay muchas otras opciones que puedo comer. Mi comida, siento que es rica, variada, nutritiva y sana, y descubro recetas porque me gusta cocinar. Pero eso no lo uso.
DENIS: Entonces, por lo que vengo entendiendo, la parte de alimentos germinados, fermentados como el kefir, el yogurt, el chukrut, el kimchi, el natto, el miso… ¿No es algo que te guste mucho digamos?
GLEBYS: No, no está incluido en mi dieta.
DENIS: Okey. ¿Pero tampoco te hace mal? ¿O no te gusta?
GLEBYS: No, no. Simplemente no está incluido, no los busco. He comido tofu, mi papá comía muchísimo y comíamos allá, pero no es algo que me agrada. Es como los chinos mismos, que son así como simples. (risas)
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Un cambio total
Tan solo 1 año atrás. La vida sigue su curso.
DENIS: (risas) ¡Bien!, hemos hablado de todas las cosas que te hacen mal, hablamos de las salsas, al principio pensé que ibas a mencionar el tema de las salsas por los condimentos, pero en realidad me terminaste diciendo que es por lo procesado, muy interesante el detalle que has mencionado sobre los condimentos que sí puedes comer. Algunos, como por ejemplo, la pimienta.
Dijiste que las grasas insaturadas te hacen mal, porque no todas las grasas son malas, evidentemente, pero las grasas insaturadas, procesadas y calentadas a fuego alto, obviamente las oxidan y es algo de lo que todos debemos cuidarnos.
No es bueno comer grasas insaturadas, que han sido recalentadas. ¡Es algo pésimo! Mencionaste el tema de la leche, mencionaste más que nada el tema del trigo que no te cae bien, y mencionaste el tema del vino.
GLEBYS: Bueno… A mí no me cae muy bien.
DENIS: Okey.
GLEBYS: Seguramente que si viviera en Argentina, tuviera que tomar vino porque es cultural.
DENIS: Te digo que sí. Hay vinos muy ricos aquí.
Pequeños cambios, grandes resultados
DENIS: Ahora, para repasar qué te hace bien. Hemos hablado de las arepas, y las arepas para los que no saben, es lo primero, lo tienen que probar porque es algo riquísimo. Me lo hizo probar mi cuñado que es colombiano. Y te digo que me enamoré de ese alimento, es muy rico. Se hace con la harina de maíz.
Mencionaste que a pesar de lo que te dijeron los médicos, las legumbres como los garbanzos, y todo lo demás, te hacen bien. Simplemente lo remojas. ¿No?
GLEBYS: Sí, los remojo y los dejo cocinar, que evaporen todos sus gases y posteriormente, cierro la olla de presión. Hay algo que me cae extraordinariamente bien, pero no sé si en tu país lo hay, nosotros lo conocemos aquí como castaña o fruto de pan.
DENIS: Sí, sí, castañas.
GLEBYS: ¡Eso es maravilloso! No sé por qué. Para mí.
DENIS: Los frutos secos. ¿Te caen bien?
GLEBYS: Sí.
DENIS: ¿Los comes sin ningún problema?
Pastas, carnes, frutas… el mundo no se ha acabado con la condición de Crohn
GLEBYS: Sí, sí… Claro, no es algo que como a menudo porque tengo otras preferencias de comidas. Yo puedo comer arroz, pasta…
Fíjate, la pasta tiene trigo, y por consiguiente gluten, pero la como. Como viene con la salsa, no sé si me cae mal la pasta o la salsa, o ninguna de las dos o todas inclusive.
Pero yo lo asumo… Luego, si tengo que ir al baño un par de veces, yo voy. No la como con frecuencia… pero es demasiado rica. ¡Yo cocino demasiado rica la pasta!
DENIS: Okey, entonces, claramente es tu punto débil. Aparte, aparte de esto… ¿Carnes, frutas, es algo que te llevas bien con eso, o hay cosas que no puedas comer?
GLEBYS: Mira, las carnes asadas me caen muy bien. Las carnes que están en salsa ya no. Yo no me llevo muy bien con el pollo, a menos que sean las partes más secas.
El pescado me fascina, crecí comiendo pescado porque mis padres son de orilla de playa, como decimos aquí. El pescado para mí es maravilloso. La carne de cochino, la puedo comer hasta frita, pero todo depende de cómo lo cocine, porque si es una carne de cochino que se frió en su propio aceite, probablemente no me haga daño.
DENIS: ¿Todo está en la cocción?
GLEBYS: Yo creo, Denis… Y ahora que lo mencionas… no había evaluado eso, que el gran problema está en el aderezo y en la forma de cocinar. Creo que a mi particularmente, todo lo que es en salsa, estofados, no me van bien. Y voy a decir algo que no se me había venido antes a la mente, o sea, no lo recordaba, y es de las comidas crudas…
Por ejemplo, puedo comer un carpaccio y va perfectamente bien conmigo.
La diferencia entre medicamentos sintéticos y una alimentación sana
DENIS: ¡Interesante! ¡Es algo muy interesante! Dejaste de tomar el medicamento, y… ¿Todo esto lo fuiste descubriendo de forma paralela..?
Porque fueron 7 años de Humira, del medicamento que venías tomando ¿No? ¿Lo fuiste descubriendo de forma paralela o lo descubriste después que lo dejaste? ¿Cómo fue el tema?
GLEBYS: Te voy a contar. La Humira nunca me quitó las diarreas. ¡Nunca!
La Humira desinflamó mi vientre, mi estómago, mis intestinos, eso fue lo único que hizo la Humira. Obviamente que yo tenía calidad de vida después de la operación, cuando se me deshinchó todo aquello. Ya no tenía los tumores que impedían el paso de la comida por allí, para evacuarla.
Pero, la Humira, jamás me quitó la diarrea. Me quita la diarrea, que cuando estoy muy apuradita, o sea, que he ido muchas veces al baño, un diclofenac. O me puedo tomar algo que aquí se llama Bactron, que es como un antibiótico para las vías digestivas.
DENIS: Sí, aquí tiene el mismo nombre.
GLEBYS: ¡Ah, listo!
En una oportunidad mi doctor me dice: «Todas las personas que tienen crisis de Crohn, al hacerle los exámenes de sangre, siempre se le determina que tienen infección».
Entendiendo lo que le pasa a mi cuerpo. ¿Cómo no va a haber infección si hay unas llaguitas, si hay unas lesiones en el intestino, y por allí lo que pasa debe ser un montón de bacterias y todo lo demás? Pues chico, ahí tiene que comenzar a infectarse eso. ¿Verdad?
DENIS: ¡Claro!
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«Aprende a escuchar tu cuerpo»
GLEBYS: Entonces, cuando he estado eventualmente mal… Una pastilla, y mi cuerpo responde rápidamente a lo que le administro. Una sola pastilla, no sé cómo le llaman ustedes… Una cápsula, es suficiente para mí.
Te decía del vino que no me cae bien. En cambio, con unos whiskysitos, no tengo que ir al baño. ¡Puedo comer hasta torta, chico! (risas). ¿Qué te parece?
¡O sea, la cosa es compleja! Pero fundamentalmente he entendido que la gente tiene que comenzar a evaluar su cuerpo, observarlo, y no quedarse solo con las indicaciones médicas, porque somos únicos y cada quien reacciona de distinta forma, tiene respuestas distintas a los medicamentos.
La Humira en su momento me hizo bien… ¿Cómo negarlo? Bendigo a quien lo inventó, al médico que me la indicó y a todo lo demás. Los primeros meses después de la operación, también tuve que tomar Methotrexate. Aquí lo utilizan para la gente con cáncer, porque es un desinflamatorio, pero cada vez que tomaba eso, tenía que salir corriendo al baño, o sea, que me laxaba.
Fuera lo procesado, bienvenido lo natural
DENIS: Estamos hablando de que fueron, no quiero que se malinterprete esto, parches que iban solucionando las consecuencias del problema de la inflamación, pero no atacaron la causa de lo que estabas pasando.
Por eso hago tanto hincapié en hacerte preguntas sobre la forma cómo fuiste cambiando tu alimentación. Decías que los medicamentos no te quitaron la diarrea, pero al haber cambiado la forma de alimentarte, pudiste controlarlo, y hoy en día no te sucede todos los días.
GLEBYS: ¡Es correcto! ¡Tienes mucha razón! Cambió mi forma de alimentarme, por la observación de los alimentos…
En casa hago cosas para toda la familia y yo no las como…. por lo que acabas de decir, me hacen daño. Por ejemplo, mi hija no tiene Crohn pero observa su cuerpo y dice: «Esto me hace daño, las grasas me hacen daño, esto me hace doler la cabeza, esto me causa estreñimiento».
Mientras más procesada es la comida o los alimentos, mientras menos naturales son, pues más daño te están haciendo… y muchas de las enfermedades emergentes, nuevas o antiguas, están vinculadas, desde mi punto de vista, con lo que la gente se está metiendo adentro.
La medicina más importante: tu actitud
Hace una semana. ¡La vida es hoy!
DENIS: ¡Totalmente! Nuestra comida es nuestra medicina.
Ya hemos hablado por bastante tiempo, me gustaría redondear aquí. Dejar un mensaje bien, bien, poderoso, algo para resumir… Porque hemos hablado de la alimentación, de la actitud, de las cosas por las que tuviste que pasar, que fueron muy fuertes, muy fuertes, y siempre hiciste hincapié en esto de la actitud frente a la vida.
¿Cómo te sientes hoy, después de todo lo que has pasado?
GLEBYS: ¿Cómo me sientes? (risas)
DENIS: ¡Muy bien! (risas) ¡Muy alegre, muy alegre!
Las risas nunca serán suficientes
GLEBYS: Sí, soy una persona alegre por naturaleza!
Dijeran los astrólogos: ¡Caramba, lo que pasa es que es sagitariana! y ese es el signo más bochinchero!-Pero en todo caso, sí, yo tengo una condición… ¡Esa es otra condición que tiene esta mujer, y es que soy alegre! (risas).
No solamente hay el Crohn, también tengo alegría, y esa alegría busco cultivarla porque esa es la medicina natural. Todos los médicos saben que se liberan hormonas maravillosas para mejorar la condición de salud de cualquier persona. Es algo que tengo que agradecer a Dios.
Vine con un espíritu que… Tengo 54 años, pero creo que tengo como 10, a veces. Eso por un lado, y por el otro, Denis, la vida te da experiencia o crisis, no para que se queden en tu vida, sino para que aprendas la lección. Y lo que no nos mata, nos fortalece.
Yo invito a todo tu público, que imagino que es muchísimo por la linda labor que estás haciendo, a que se arrodillen para implorar ayuda si tienen algo de lo que agarrarse, pero si aún así no lo tienen, pues que de todas maneras se arrodillen, pero para coger impulso. Porque la vida… la vida es hoy.
La vida es vivir lo que está a tu alrededor. Ahora mismo, un poco de gente estaba durmiendo y los tapó una lava en Guatemala. ¡La vida es hoy! ¡Abraza hoy! ¡Quiere hoy! ¡Ríe hoy! ¡Disfrútate hoy! ¡Canta para ti mismo! ¡Ríete contigo mismo! ¡Sé feliz! ¡Vístete para ti mismo!
Palabras finales
GLEBYS: Te puedo decir Denis, que estaba tan feliz de que hicieras esta entrevista, no porque te iba a contar una tragedia de mi vida, sino porque iba a contarles a mis otros hermanos, a esos que no conozco y que no puedo alcanzar sino con mi palabra… quería decirles:
¡Mira, el mundo no está perdido, hay opciones! Y la primera opción es que asumas la actitud de que, una cosa es una enfermedad, y otra cosa es que tú te sientas enfermo. Entonces, ¡Libérate de aquello!
Podrás tener una condición, y a lo mejor aprendes a vivir con ella….
Hay quienes aprenden a convivir con sus enemigos. Mi invitación a ti y a toda la gente linda, es a que comiencen a trabajar su salud desde su mente y desde su corazón. Me refiero a nutrirse de todo aquello que alimente tu esencia, que te vuelva humano. ¡Que te haga sonreír, coño! ¡Que te haga feliz!
¿Qué es lo que nos hace humanos a todos? …¡La humanidad! Somos hombres, pero también somos humanos. Esa es mi conclusión de todo esto. Quisiera poderte contar más todavía… Yo aquí estoy en una habitación encerrada con mi laptop y contigo, y de todas maneras pinté mis labios porque sentí que iba a un encuentro extraordinario.
«De los problemas… O aprendes de ellos, o te eliminan.»
DENIS: (risas) La verdad, es increíble tu actitud, después de todo lo que pasaste.
Si bien, trabajaste duro para descubrir lo que te hace bien, lo que hace mal, el tema de la alimentación, pero lo más importante, creo que es tu actitud. Fue lo que te sacó adelante, porque estar así, después de lo que te pasó, no es fácil, no es fácil.
GLEBYS: Bueno, es que de los problemas… O aprendes de ellos, o te eliminan.
DENIS: (risas) La verdad, que sí. Bueno Glebys, ha sido un enorme gusto hacer esta entrevista. Revelaste muchos detalles que le van a venir muy bien a mucha gente. Contaste cosas muy personales y te lo agradezco de corazón. No mucha gente estuvo a punto de lo que te pasó. O sea, casi te mueres después de esa operación. No fue una gripe.
GLEBYS: Sí, no fue una gripe… ¡Pero la superamos! Y hay gente que se muere de gripe… Entonces ¡Vamos! ¡A vivir, Denis! ¡Gracias, muchas gracias por esta oportunidad maravillosa! ¡Bienvenidos a mi país, tú y tu familia, y todos! Bienvenidos a mi casa a comer comidas heredadas de unos campesinos que saben mucho de los oficios de amar (risas).
DENIS: ¡Con muchísimo gusto, quiero probar esas arepas!
GLEBYS: (risas) ¡Bueno! ¡Dios te cuida!
DENIS: ¡Igualmente! ¡Que tengas muchísima suerte, Glebys!
Ciertamente… fue una situación difícil, pero una enseñanza extraordinaria, tanto para ella como para el resto (su familia)… puedo decir que aún en los peores momentos siempre mantuvo su alegría y optimismo!
Agradezco a Dios infinitamente por permitirme seguir disfrutandola y nutriendome de cada evaluación y postura que tiene ante la vida.
Gracias mami por tu irreverencia y terquedad en muchos tratamientos de los que hoy eres libres… Venciste…
Hola estimada amiga. Excelente entrevista y explicación de lección de vida. Saludos!
Es una labor extraordinaria la que realiza Revolución Salud… Los mejores deseos para ustedes que procuran salud a tantos. Les abrazo con la bendición de prosperidad y armonía. Gracias por mi y por todos los que se acercan a su loable trabajo.
Glebys ha sido un enorme placer entrevistarte. ¡Muchas gracias por tu risa y buena vibra! Tu historia es realmente increíble, gracias por compartirla :-)