Hemos analizado más de 1500 etiquetas alimenticias en 17 países diferentes.
Esto fue lo que descubrimos...
No es ningún secreto que las empresas alimenticias harían lo que sea para esconder los químicos dentro de los alimentos que llevas a tu boca.
La pregunta es: ¿hasta dónde son capaces de llegar?
En Revolución Salud hemos reunido las esfuerzos de nuestra comunidad de más de 200.000 miembros en 17 países diferentes para contestar esta pregunta.
Hemos pedido a cientos de colaboradores sacar fotos de alimentos que compran de forma diaria para poder comparar sus ingredientes y sacar a luz los sucios trucos de marketing de las grandes empresas alimenticias.
A los pocos días, ya teníamos más de 1500 fotos de países como los EEUU, Argentina, Inglaterra, Chile, España, El Salvador, Francia, Venezuela, Brasil, Italia, Mexico, Colombia, Bolivia, Perú, y muchos más.
Aunque sería imposible mostrarlas todas en una misma página, hemos seleccionado los mejores ejemplos en esta guía.
Pero el descubrimiento más asombroso fue el siguiente: los alimentos que compras pueden ser altamente engañosos.
Y hoy, queremos mostrártelo todo: LAS ESTAFAS. LOS ENGAÑOS.
Lo bueno, lo malo y lo feo.
Índice
INTRODUCCIÓN:
ESTO es de lo que son capaces las empresas alimenticias.
Hace poco tiempo estaba de compras en el supermercado, y me encontré con el producto alimenticio más inocente que puede existir sobre el Planeta Tierra:
Una leche en polvo para delicados bebés casi recién nacidos- de 6 a 12 meses de edad.
Tratándose de un producto para bebés, tendría que ser súper saludable, ¿cierto?
La caja se veía así:
Si miras este producto, verá que tiene de todo:
Proteínas, ácidos grasos saludables, vitaminas, minerales...
¿Y qué me dices de la "Nueva Fórmula con Prebióticos"?
Según la caja, si le das esto a tu hijo, tendrá las mejores defensas y una nutrición completa.
O eso pensé... hasta que observé la parte de atrás del paquete:
Veamos qué ingredientes tiene...
Leche parcialmente descremada.
Tenemos un buen comienzo. La leche es muy buena para la salud de un bebé.
Excelente. Sigamos...
El segundo ingrediente es maltodextrina.
La maltodextrina es una especie de espesante altamente procesado cuyo índice glucémico es más alto que el azúcar de mesa.
El consumo de la maltodextrina está asociado con cambios de la microbiota intestinal, haciéndola una muy mala opción para la salud del estómago, especialmente la de un delicado bebé. (estudio) (estudio)
¿Qué más tendrá?
Hm... Sacarosa. Una manera científica de decir "azúcar de mesa".
Espérate.
¿Están agregándole azúcar de mesa a un alimento para bebés? ¿No se supone que debe ser saludable?
Sigamos leyendo... Los siguientes ingredientes son el aceite de canola y girasol.
¡En una leche en polvo para bebés!
Puede parecerte algo bueno, pero en realidad la producción moderna de esos aceites refinados es altamente inflamatoria y a altas temperaturas, lo cual no es nada bueno para el cuerpo. (estudio) (estudio) (estudio)
En resumen: aparte de leche, el ingrediente principal de este alimento es el azúcar y aun más azúcar, seguido de aceites inflamatorios.
Ahora pregúntate eso:
Si las empresas alimenticias son capaces de meter tantos ingredientes dañinos en una leche para bebés, ¿cuánto daño crees que son capaces de hacerte a ti?
Es hora de averiguarlo.
Primer gran descubrimiento: un mismo alimento puede tener diferentes ingredientes dependiendo del país.
Antes de haber comenzado con esta guía, sabíamos que la legislación de alimentos cambia de país en país.
Lo que queríamos comprobar, era si un mismo producto de la misma marca, podría tener diferentes ingredientes o mensajes de advertencia en la etiqueta dependiendo de que país se trate.
La respuesta fue un rotundo sí.
Un buen ejemplo son las salsas de tomate concentrado. Uno de nuestros colaboradores tomó la siguiente foto de una conocida marca de Ketchup en Argentina:
La etiqueta reza: tomates frescos y nada de saborizantes artificiales.
¿Suena saludable?
Veamos la lista de ingredientes que aparece en la parte de atrás:
¿Ves la lista de ingredientes?
La misma incluye agua, concentrado doble de tomate (lo que sea que signifique), como no- el azúcar, vinagre de alcohol, y... maltodextrina.
Hemos hablado de este ingrediente un poco más atrás, ¿lo recuerdas?
Si no fuese por ese detalle y el alto contenido de azúcar, podríamos decir que esta salsa es bastante saludable.
Quiere decir que, en esencia, la etiqueta no miente, pues no pone nada del tipo "100% saludable" o algo así.
Veamos otro ejemplo de esta misma salsa, solo que de otro colaborador en la Unión Europea:
Esta vez tenemos una etiqueta un poco diferente.
La misma reza: sin saborizantes, colorantes o preservantes artificiales.
¿La lista de ingredientes?
Al igual que en el caso anterior, lo primero que tenemos es el concentrado doble de tomate. Solo que esta vez la etiqueta explica que se han usado 201 gramos de tomate cada 100 gramos de salsa.
Ahora sí se entiende por qué es "doble", ¿cierto?
También tenemos: agua, vinagre de alcohol, azúcar (como no), sal, especias, ajo y jugo de limón.
¿Y la maltodextrina? Pues no está.
Algunos países protegen mejor a sus consumidores
Veamos otro ejemplo de la famosa harina de maíz que se vende prácticamente con la misma etiqueta en mucho países.
Hemos recibido esta foto desde Venezuela: (por alguna razón está en Inglés, pero la mayoría de veces estaría en español)
Otro colaborador no envió una foto muy parecida desde los EEUU.
Nota que el diseño cambia un poco, pero la esencia es la misma:
Sin embargo, cuando esta última harina comenzó a ser importada a la Argentina, su venta se prohibió de manera oficial a los pocos meses de haber ingresado a ese país.
¿La razón?
La prohibición surgió debido a la etiqueta "libre de gluten" o "gluten free" de la harina.
Resulta que sus procesos de elaboración no habían sido revisados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de ese país.
La prohibición fue levantada a los pocos meses, pero el paquete ya no podía decir que dicha harina era libre de gluten:
CAPÍTULO 1:
Esto es lo que deberían incluir las empresas en sus etiquetas nutricionales (y así te engañan)
Según el Codex Alimentarius, está prohibida la inclusión de información falsa, equívoca, engañosa, o susceptible de crear en modo alguno una impresión errónea respecto a la naturaleza del producto que compras. (detalle)
Es decir, está prohibido que te vendan gato por liebre.
¿Crees que esto se cumple?
Las empresas alimenticias están obligadas a darte información completa y verídica sobre el alimento que terminarás llevando a tu boca.
Para ello, los gobiernos se han puesto de acuerdo en obligar a las empresas a presentarte los siguientes datos:
- Valor energético de lo que compras (expresado en kilojulios- kJ, y kilocalorías- kcal)
- Cantidades de grasas
- Grasas saturadas
- Hidratos de carbono y azúcares
- Proteínas
- Sal
¿Sabes cuál es el problema con todo esto?
Que casi todas estas cosas significan poco y nada al consumidor final. Además, la mayoría de las personas no saben cómo leer "la letra chica" de los alimentos.
No te preocupes, lo aprenderás en esta misma guía.
Sin embargo, debes saber que tendrás que aprender dónde y cómo buscarla.
Por ejemplo, mira la siguiente etiqueta de un paquete de cereales que nos envió un colaborador desde los EEUU:
¿Ves todos esos detalles?
¿Cómo saber qué es lo importante y qué no?
No te preocupes. No necesitas tener un doctorado en química para comprender todo esto. Tampoco necesitas volverte paranoico leyendo etiquetas alimenticias.
Te adelanto que la información nutricional obligatoria también puede completarse con datos sobre las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, polialcoholes, almidón, fibra alimentaria, vitaminas y minerales (presentes en cantidades significativas).
Todos estos detalles pueden parecer demasiados e... innecesarios.
A fin de cuentas, solo quieres saber si lo que acabas de comprar es saludable y bueno para tu cuerpo, ¿cierto?
Es por eso que te enseñaré, con ejemplos prácticos, las cosas en las que debes poner especial atención.
Mientras tanto, aprenderemos cómo interpretar cada detalle de las etiquetas.
Mucho cuidado con este detalle a la hora de revisar tus alimentos
La mayoría de las personas cometen un error fatal a la hora de revisar los detalles nutricionales de los alimentos que compran.
Solo se fijan en las calorías del alimento que estarán llevando a la boca.
Por ejemplo, observa la siguiente etiqueta alimenticia de un yogur que nos ha enviado un colaborador de Uruguay.
¿Puedes encontrar las calorías por porción?
En este caso, en el envase figura que vas a estar consumiendo 39 kcal cada 100 gramos de alimento que lleves a tu boca.
¿Qué tan importante crees que es este dato?
En realidad, es absolutamente inútil.
Verás, la cantidad de calorías no determina la calidad nutricional del alimento.
Tan solo es un número.
Si te interesa saber más sobre este tema, te explico con lujo de detalle por qué las calorías no aportan nada más que confusión a la hora de tomar tus decisiones alimenticias en la Guía Definitiva de Calorías de Revolución Salud.
Te recomiendo que la revises, pues no tiene desperdicio.
Por esta misma razón, no tiene ningún sentido ponerle atención al porcentaje de valor de de calorías diario que representa un alimento.
Este dato fue creado con las mejores intenciones, pero no hace más que confundir.
En este caso, es la tercer columna dentro de la tabla nutricional:
En teoría, el porcentaje de valor diario (% VD) es una guía general para ayudarte a conectar los nutrientes que hay en una porción de alimento con su contribución a tu dieta total diaria.
Esto, basado en una dieta de 2000 calorías. Un número totalmente arbitrario, si me lo preguntas a mi.
En otras palabras, se supone que te dice como los nutrientes en una porción de alimento contribuyen a tu dieta diaria total.
Sin embargo, esto tiene viene con un gran problema.
Todos necesitamos una cantidad de calorías diferentes. Además, estas se convierten en un número sin sentido si no si no sabes de qué alimento se trata.
ESTO es lo primero que debes buscar en una etiqueta alimenticia
Como dijimos anteriormente, saber cuántas calorías tiene un alimento sin entender su calidad alimenticia, es como comprar una caja misteriosa sin haber revisado su contenido.
Es por eso que, lo que más debe interesarte son los nutrientes del producto que compras.
Supongamos que comienzas a buscar esta información por todo el paquete. Enseguida miras la parte de adelante en busca de alguna pista.
En este caso ves lo siguiente:
¿Ves algo interesante?
A primera vista se nota que se trata de un yogur sabor durazno.
Como cualquier producto, el envase incluye colores llamativos y algunos beneficios como "0% azúcares agregados"
¿Cómo saber si te están mintiendo en la cara?
Pues debes ir a la parte más importante de la etiqueta: la lista de ingredientes.
Este es uno de los secretos más importantes que debes llevarte de esta guía. Busca qué ingredientes tiene el alimento que estás por comprar.
Olvídate de los colores llamativos y hasta la tabla nutricional (pues puede ser engañosa).
El único lugar que debe importarte en primer lugar, es la lista de ingredientes del alimento.Te daré muchos ejemplos sobre cómo debes buscar e interpretarla un poco más abajo.
Por el momento, observa el ejemplo de yogur:
Te adelanto que en este caso, el yogur en cuestión realmente no tiene agregados de azúcar artificial.
Pero no siempre es así.
Como verás más abajo, las grandes compañías alimenticias harán lo que sea para engañarte con falsas promesas y términos confusos.
Sin embargo, estarás armado del conocimiento que aprenderás en esta guía, así que no podrán contra ti.
Vitaminas, minerales y un sinfín de bondades más. ¿Debes creerles?
¿Has notado alguna vez, que ciertos alimentos están repletos de cartelitos llamativos sobre vitaminas y minerales?
¿Te has preguntado por qué están allí?
Verás, según las convenciones internacionales, las empresas pueden citar que su producto tiene ciertos beneficios, solo cuando estos son lo suficientemente significativos.
Por ejemplo:
Cuando se trata de bebidas, estas deben contener por lo menos un 7,5% de valores de referencia de nutrientes establecidos para adultos en 100 mililitros de líquido.
Es por eso que algunas bebidas como sodas o gaseosas, no tienen derecho de escribir que son ricas en tal vitamina o mineral.
Sin embargo, verás que las vitaminas sí figuran en productos ricos en estas.
Por ejemplo, mira esta foto de etiqueta de un jugo de zanahorias orgánicas que fue sacada en los EEUU:
¿Ves todas esas vitaminas que figuran en la parte de abajo de la tabla nutricional?
Este jugo incluye vitamina A, C, B6, calcio, etc.
Otro ejemplo es este néctar de mango. Mírala detenidamente y verás que menciona vitaminas A y C en la parte inferior derecha:
Sin embargo, el hecho de que un alimento tenga ciertas vitaminas y minerales, no quiere decir que sea necesariamente sano.
En el caso de los jugos exprimidos, pueden ser muy peligrosos por su alto contenido de azúcar y el hecho de que carecen de fibra.
Es por ello que al tomar jugos de frutas exprimidas, pondrás en jaque a tu cuerpo y generarás importantes picos de insulina, a pesar de que contienen muchas vitaminas.
Lo que debes entender es que, no todo es sano solo porque lo parezca.
Las empresas alimenticias lo saben, y aprovecharán al máximo esa ventaja para engañarte con sus etiquetas.
Aun más ejemplos de inclusión de vitaminas
Ahora, ¿qué sucede con alimentos que no sean bebidas?
Pues las normativas exigen que las vitaminas y minerales sean por lo menos un 15% de una porción de 100 gramos.
Esto es bastante considerable.
Por ejemplo, mira el siguiente paquete que nos han enviado desde Inglaterra:
Lamentablemente la foto quedó cortada justo en la parte de abajo, donde menciona todos los beneficios de este alimento.
Eso incluye las vitaminas y minerales.
¿Y sabes qué?
Están en todo su derecho de agregar esos detalles, pues los ingredientes de este alimento lo confirman.
Observa la parte de abajo de la caja, justo donde da la información nutricional. Verás que los ingredientes incluyen brócoli, coliflor, y muchas verduras más:
¿Pero qué sucede si hay solo un alimento en el envase?
¿Pueden las empresas mencionar las vitaminas y minerales en ese caso?
La respuesta es sí. Pueden hacerlo.
De hecho, estos son los alimentos más sencillos de elegir, pues no hay forma de que te engañen.
Por ejemplo, esta es el paquete de una maicena. Si bien el ingrediente es uno solo, pueden mencionar que contiene vitamina B1 y hierro:
Pista: como regla general, los alimentos que contienen la menor cantidad de ingredientes suelen ser los menos procesados y los más sanos.
Te daré muchos ejemplos al respecto más abajo en esta guía.
El segundo error más importante al leer las etiquetas alimenticias
Como decíamos anteriormente, las empresas alimenticias harán lo imposible para engañar tus sentidos a la hora de comprar.
Lo peor es que utilizarán recursos 100% legales para poder lograrlo.
Sus abogados trabajan día y noche para proteger sus intereses, así que no querrán arriesgarse contra posibles demandas (en la mayoría de los casos).
El primer recurso que utilizarán es el de las porciones alimenticias.
Por ejemplo, busquemos la cantidad de calorías que tienen estas papas fritas:
¿Notaste que arriba del todo dice 133 Kcal?
Pues bien, estás siendo engañado.
En realidad, se trata de 133 calorías por porción. El sucio truco consiste en que pueden haber tantas porciones como la empresa quiera dentro del paquete.
En este caso, se trata de una pequeña lata de papas:
Mírala bien... ¿Ves que el contenido es de 40 gramos?
Pues bien, volvamos a la parte de atrás del paquete.
Observa bien la parte de arriba, donde dice "Información Nutricional"
¿Notas que tiene escrito "porción 25 g. (1 taza de café)"?
Ahora bien, si la lata tiene 40 gramos de papas, ¿por qué el paquete dice que comerás 133 calorías por porción?
¡Simple y sencillamente porque así parecerá que comes menos calorías!
De hecho, si te comes el paquete entero será casi el doble de calorías.
Sin embargo, esta no es la parte más importante. Lo que más debe interesarnos son los ingredientes, ¿lo recuerdas?
Veamos qué nos aparece debajo de la tabla nutricional:
Mira bien la lista.
Tenemos cosas como:
- Papas deshidratadas
- Aceite vegetal (altamente procesado, de eso puedes estar seguro)
- Maltodextrina
- Sal
- Dextrosa (un tipo de azúcar)
- Glutamato monosódico (un realzador de sabor nada bonito)
- Etc.
La pregunta que deberías hacerte es la siguiente:
¿Qué tan buenas son las calorías que voy a ingerir? ¿Vale la pena comprar un alimento con TANTOS ingredientes?
La decisión final siempre es tuya, pero si me preguntas a mi, yo pasaría de largo si estuviera en tus zapatos.
Observa este sucio truco de un alimento ultra-procesado
Aquí tenemos un típico paquete de salchichas.
Nota que dice claramente: 450 gramos, 12 unidades.
A pesar de que se trata de un alimento ultra-procesado, la empresa alimenticia buscó la manera de resaltar el "beneficio" de que sus salchichas son una fuente de proteínas.
Por cierto, ¿notaste cuanta letra chica tiene el paquete?
Eso es porque la empresa quiere que veas la tabla nutricional, pero haría lo imposible para que no revises los ingredientes de su alimento.
Te adelanto que en este caso, la lista fue escrita en letras chiquitas alrededor del borde del paquete.
Por el momento veamos la tabla nutricional:
¿Notas el truco?
El valor energético es de 86 calorías.
Pero no se trata del paquete total. Si revisas bien, la porción es de una unidad.
Es decir, cada salchicha aporta 86 calorías. Haz la cuenta cuántas calorías serán si te comes más de una.
Pero la parte que más me molesta es que esta empresa hizo lo imposible para esconder los ingredientes.
Sin embargo, no pudo con el enorme poder del esfuerzo colectivo de los miembros de Revolución Salud.
Cuando recibimos las primeras fotos de estas salchichas y no podíamos ver los ingredientes de la foto, pedimos a varios colaboradores revisar si esta misma marca se vendía en su país.
¿Qué crees que pasó?
Resulta que este mismo alimento existe en varios países más con exactamente el mismo packaging. Al poco tiempo recibimos esta foto:
Nota que los ingredientes están arriba del todo...
¡Y con letra bien pequeña!
Si tuvieras que leerla en una situación de compra, te verías forzado a girar el paquete en ángulos raros para poder distinguirla...
Míralo detenidamente:
Así es...
Tenemos ingredientes como carne vacuna, carne de pollo, agua, carne de cerdo, almidón, carne mecánicamente separada de pollo...
¿Quieres saber cómo sigue?
Pues tendrías que volver a girar el paquete y cambiar de ángulo de lectura.
Así:
Ahora sí.
Tenemos más carne procesada, sal, proteína aislada de soja, estabilizantes, aromatizantes, etc.
Claro que no habría forma de saber todo eso a menos de que te animes a pasar el ridículo en público observando salchichas desde un sinfín de ángulos diferentes.
Alimentos exentos de información nutricional (sí, existen y no son pocos)
Aunque suene raro, las leyes internacionales permiten que ciertos alimentos no tengan que expresar los ingredientes en su envase.
¿De qué alimentos se trata?
Primero que nada, están los productos sin transformar o curados que incluyen un solo ingrediente.
Un buen ejemplo es el arroz.
Esta es una foto que nos envió un colaborador de Perú:
Revisemos la parte de atrás del paquete.
¿Notas algo extraño?
No tiene una lista de ingredientes. La razón es porque este producto no necesita una lista.
Solo contiene arroz:
Por cierto, recuerda el tema de arbitrariedad de las porciones.
En este caso, una porción es considerada 1/4 de taza de arroz.
¿Crees que sea suficiente?
Dependerá de cada uno.
Veamos otro ejemplo.
Aquí tenemos una lata de choclo, o maíz natural amarillo:
¿Crees que este alimento es saludable?
Tendríamos que comprobarlo mirando la parte de atrás. Como siempre, buscaremos si tiene ingredientes "extra" que se olvidaron de mencionarnos en la parte de adelante.
Veámoslo:
Girando la lata solo vemos que el único ingrediente es el choclo.
¡Excelente!
En este caso no nos están engañando con ningún componente ultra-procesado.
Además, resulta que esta misma marca vende su choclo en países como Argentina, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
No tienes que preocuparte por estos alimentos
Déjame darte algunos ejemplos más de alimentos que no necesitan demasiada presentación:
- Agua
- Sal
- Epecias
- Tés
- Vinagres
- Aditivos alimentarios naturales (no incluye cubitos de sabores)
- Bebidas con grado alcohólico volumétrico superior al 1.2%.
Por ejemplo, un paquete de té de boldo no necesita citar más que ese ingrediente en el paquete:
¿Te das cuenta de que los alimentos con menos procesamiento e ingredientes ocultos suelen tener etiquetas de menos chillonas?
Verás toda una sección de alimentos orgánicos en esta misma guía, pero te adelanto que los alimentos de verdad NO necesitan presentación.
¿Crees que una manzana o plátano necesitan una gran etiqueta con la sonrisa de celebridad?
Claro que no.
Mira la parte de atrás de este té:
Súper sencillo, ¿no lo crees?
Por otro lado, los alimentos en envases cuya superficie mayor es inferior a 25cm2 (como mermeladas o mantequillas de hostelería) tampoco llevan una lista de ingredientes.
En este caso, los envases son demasiado pequeños como para que albergar demasiados detalles alimenticios.
Sin embargo, esto no garantiza que sean o no saludables.
Como nota final, recuerda la siguiente regla general: mientas menos ingredientes tenga el alimento que compres, mayores probabilidades serán de que sea sano.
Por ejemplo, mira este paquete de manteca (mantequilla):
Un alimento así no necesita demasiada presentación, ¿no lo crees?
Ahora miremos la parte de atrás:
Si lees desde arriba, verás lo siguiente.
Manteca calidad extra.
Ingredientes: crema de leche pasteurizada, cloruro de sodio.
En otras palabras, este alimento está compuesto por un derivado de leche y sal.
CAPÍTULO 2:
La tabla nutricional
El peor error que comete la mayoría de las personas a la hora de elegir alimentos, es fijarse en la tabla nutriocinal sin entender el contexto de lo que representa.
Llegó la hora de que aprendas a hacerlo de la manera correcta.
Observa el siguiente ejemplo.
La tabla nutricional del siguiente producto se trata de una lata arvejas, chícharos o guisantes:
Nota que como cualquier tabla nutricional, siempre verás los siguientes datos:
- Valor energético (calorías)
- Porcentaje de valor diario
- Carbohidratos
- Proteínas
- Grasas totales
- Grasas saturadas
- Grasas trans
- Fibra alimenticia
- Sodio
- Vitaminas y minerales (solo cuando hay cantidad significativa)
¿Qué cosas deberían importarte?
¿Qué datos pasar de lado?
Ya sabes que las calorías pueden ser muy engañosas. Lo mismo sucede con el Porcentaje de calorías del Valor Diario sugerido.
Sin embargo, necesitarás saber el contexto del alimento para analizar el resto de los ingredientes.
En este caso, el frente del paquete se ve así:
¿Notas que no hay descripciones chillonas en el paquete?
Quizás sea porque este producto es extremadamente simple.
Confirmémoslo revisando los ingredientes:
Tan solo tenemos los guisantes, agua y sal.
Por cierto, esto quiere decir que se trata de un "alimento procesado".
Así es, no todo lo procesado es malo. Sin embargo, lo "ultra-procesado" por lo general lo es.
Veremos muchos detalles acerca de esto en unos instantes, pero por el momento, nota que la tabla nutricional comienza a tener sentido.
En este caso, tenemos 25 gramos de carbohidratos, casi 9 gramos de proteínas y 5 gramos de fibra.
Todo esto en función de la porción de 130 gramos:
Lo sé.
Es un poco confuso tener que sacar cuentas mirando la tabla. Así que más vale concéntrate en el verdadero contenido nutricional.
Los ingredientes del paquete, por supuesto.
Por cierto, este es un ejemplo perfecto de que no todos los carbohidratos son malos.
Sin embargo, no siempre sucede así.
¿Cuando los carbohidratos son malos?
Veamos otro ejemplo así comprendes la diferencia.
Aquí tenemos una crema cuya etiqueta reza: "crema untable a base de maní y miel natural"
¿Suena saludable?
Veamos de qué se trata:
Lo primero que podemos observar, es que la etiqueta nos da un mensaje subliminal indicando que se trata de un producto supuestamente sano.
Una estrella amarilla a la izquierda del título reza que el producto no contiene Jarabe de Maíz de Alta Fructosa- un tipo de azúcar que no querrás ver en tu vida.
Otro mensaje indica que consumiremos 210 calorías por porción.
¿Crees que esto es suficiente para saber que tenemos algo bueno entre manos?
Primero, revisemos los ingredientes:
Tenemos la siguientes descripción:
INGREDIENTES: mantequilla de maní (maní tostado, azúcar, menos del 2% de: melaza, aceites vegetales hidrogenados (semilla de algodón y colza), sal), azúcar, miel.
A primera vista, ya se nota que este producto es casi pura azúcar.
En segundo lugar, tenemos aceites vegetales hidrogenados.
Esto quiere decir que NO es saludable.
¿Por qué?
Pues porque una grasa hidrogenada es básicamente una grasa trans. Esto es así, aunque la tabla nutricional diga "0% grasas trans".
Te explico por qué un poco más abajo.
Por el momento, revisemos la tabla nutricional:
Tenemos 16 gramos de grasas cada 36 gramos de alimento.
Parte de esas grasas son trans (aunque la tabla diga que no).
Además, tenemos 10 gramos de carbohidratos por porción.
¿Son saludables estos carbos? Claro que no.
¿Hubiéramos podido saberlo de no haber revisado la lista de nutrientes?
Tampoco.
Evita esta típica estafa de la Tabla Nutricional
Las tablas nutricionales sin contexto indican poco y nada a primera vista.
Sin embargo, existen algunas reglas que te ayudarán a saber si el alimento es bueno o no con tan solo mirar la tabla.
Se trata de los alimentos llenos de azúcares, grasas trans y sodio.
Por ejemplo, mira el siguiente producto y dime si notas algo raro en él:
Te preguntarás, ¿que tiene de extraño?
A fin de cuentas, se trata de un simple suave y espumoso... café .
No tan rápido.
Esto NO es un café.
De hecho, la empresa alimenticia dibujó una especie de tasa de café, pero el frente del envase no dice nada más que la marca.
¿Por qué?
Tratemos de comprenderlo juntos. Girando el envase vemos el siguiente texto:
¿Te das cuenta de lo que dice esta explicación?
Básicamente se trata de un "polvo de azúcar con sabor a café".
Otra cosa extraña que veremos en el envase es su "tabla nutricional".
En este caso, trae un formato especial:
Si te preguntas si es legal presentar la Tabla Nutricional de este modo, la respuesta es sí.
En algunos países.
Ahora bien, fíjate lo siguiente:
Según esta "tabla", la porción es 1,5 gramos, de los cuales tenemos un 1.1 gramos de carbohidratos.
¿La razón?
Fíjate los ingredientes: se trata de café, jarabe de glucosa, colorante caramelo y sulfitos.
Es decir, se trata de pura azúcar.
Por cierto, los sulfitos pueden ser potencialmente dañinos.
En algunas personas sus efectos incluyen urticaria, hinchazón, dolor de estómago, diarrea, y, en casos raros, reacciones alérgicas graves. (estudio)
Un último detalle para rematar:
Un cartel grande reza: "Antioxidantes Naturales"
La letra chica aclara: el café contiene antioxidantes naturales.
¿Te das cuenta de cómo manipulan la mente de miles de millones de personas?
Este "café" es importado con la misma etiqueta en 5 países distintos.
Un simple truco para saber que un alimento está lleno de azúcar sin revisar los ingredientes
Las tablas nutricionales pueden ser engañosas.
Pero hay algo que hacen muy bien: avisarnos cuando un alimento contiene mucha azúcar.
¿Cómo es posible?
Mira el siguiente ejemplo y busca la parte de carbohidratos:
Fíjate este detalle:
La tabla indica:
- Carbohidratos totales: 10 gramos.
- Azúcares totales: 10 gramos
Es decir, la totalidad de los carbohidratos de este alimento son azúcares.
¿Quieres saber de qué se trata?
Quizás este este ejemplo te parezca inocente, así que fíjate el siguiente:
Tomemos una clásica bebida gaseosa (soda).
La compañía vende diariamente más de 1.700 millones de bebidas en más de 200 países. (detalle)
Seguro la conoces:
La parte de atrás de la botella reza:
- Porción: 200 mililitros.
- Sabor original: 84 calorías. Ojo con este engaño- estas calorías son por porción.
- Azúcares: 22 gramos (también por porción).
- Carbohidratos 22 gramos, de los cuáles azúcares 22 gramos.
¿Conclusión?
Todos los carbohidratos de la botella son azúcares.
Considerando que un cubito de azúcar trae 4 gramos, tenemos 5 cubitos de azúcar por cada vaso de soda que te tomes.
Ponle sal a tu vida (pero no te pases de lo que realmente necesita tu cuerpo)
La sal, en forma de cloruro de sodio alimenticio, es un compuesto cristalino que se usa para sazonar y preservar los alimentos.
Es por ello que las palabras “sal” y “sodio” a menudo se usan como sinónimos en las etiquetas alimenticias.
La buena noticia es que tu cuerpo necesita una pequeña cantidad de sodio para funcionar correctamente. La mala, es que la mayoría de las personas consumen mucha más sal de lo que deberían.
Lo peor es que es muy probable que la mayor parte del tiempo ni siquiera lo sepas.
¿Por qué sucede esto?
Muchísimos alimentos procesados contienen sodio aunque no sepan como salados. Por ejemplo, se estima que el 75% del consumo de sodio proviene de la comida chatarra. (estudio)
Y la peor parte:
Un exceso de sal puede llevarte a problemas como presión elevada, problemas gástricos y hasta cáncer de estomago. (estudio) (estudio) (estudio)
Cómo saber cuánta sal traen los alimentos que llevas a tu boca
La mayoría de las personas no saben que el cloruro de sodio tiene la siguiente composición:
- 40% sodio
- 60% cloruro
Es decir, en el supuesto caso de que un alimento contenga 10 gramos de cloruro de sodio, solo 4 gramos serán de sal.
Sin embargo, la pregunta más importante que deberías hacerte, es cuánta sal es demasiada para tu cuerpo.
Veamos algunos datos:
Según la USDA- un organismo de salud de los EEUU-, deberías limitar tu consumo diario de de sal a los 2,300 miligramos de sal. Esos son unos 2,3 gramos por día. (detalle)
Sin embargo, la American Heart Association recomienda consumir no más de 1,500 miligramos por día (1,5 gramos). (detalle)
Si me preguntas a mi, yo me quedaría con el límite bajo. Es por eso que puedes guiarte por la siguiente estimación:
- Mucha sal: 1.5 gramos por cada 100 gramos de alimento
- Poca sal: 0.25 gramos por cada 100 gramos de alimento
Ejemplos de contenido de sal
La siguiente foto nos fue enviada por un colaborador desde Venezuela. Está un poco borrosa, pero claramente se trata de una lata de atún:
La lata contiene unos 140 gramos de pescado en aceite vegetal.
Así se ve la parte de atrás:
Nota que los ingredientes son bastante saludables:
Tenemos atún en trozos, aceite vegetal y sal.
Sin embargo, la lata contiene 160 mg de sodio por porción. Si sacas la cuenta, esos son unos 400 miligramos de sal en toda la lata.
Un número bastante elevado, por ser una latita tan pequeña.
Sin embargo, las cosas no siempre serán tan obvias.
A veces encontrarás altos contenidos de sodio en alimentos que ni siquiera te imagines.
La siguiente foto nos enviada desde Brasil:
Solo por si lo dudas, este paquete contiene galletitas sabor a coco.
Se supone que sea DULCE, ¿cierto?
Pues no todo es lo que parece:
¿Ves la parte de abajo de la tabla?
¡Tenemos un contenido de sodio de 93 mg por porción de 30 gramos!
En otras palabras, este paquete de galletitas dulces trae 310 mg de sal por 100 gramos de producto.
Finalmente, un ejemplo aun más extremo:
No hace falta decir que este tipo de alimentos son malísimos para nuestro organismo.
Su calidad nutricional es... nula.
Así que por el momento observemos el contenido de sal:
En este caso tenemos 2400 miligramos por porción (45 gramos).
Quiere decir que estarás consumiendo unas 5 a 8 veces más sal que necesita tu organismo en el caso de consumir el paquete completo.
Consume más de estos nutrientes indicados en la Tabla Nutricional
Las tablas nutricionales no son completamente inútiles.
Pueden ayudarte a tener idea de si un alimento es rico ciertos nutrientes como la fibra
Procura darle prioridad a aquellos alimentos que contengan una mayor cantidad de: fibra, vitaminas A y C, así como los minerales calcio y potasio*, estos son algunos de los nutrientes que pueden ayudarte a mejorar tu salud y evitar ciertas enfermedades. Y es por esto que es necesario que los incluyas cotidianamente en tu alimentación en cantidades adecuadas.
*La inclusión de potasio en la etiqueta nutricional es opcional.