María se queda inmóvil y cuenta cada latido de su acelerado corazón.

La casa está quieta.

Debería estar durmiendo hace horas, pero una persistente idea no deja de girar en su cabeza: su cuerpo no es el mismo.

Se siente rara e insegura dentro de él: como si un silencioso ladrón lo haya sustituido por otro de un momento a otro.

A pesar de que se considera joven y sabe lo mucho que tiene para dar, nunca tiene energías. Sus curvas han perdido forma; su mente, la agilidad de ideas que tenía hace años. Se siente observada por las personas que la rodean- juzgada en silencio por desconocidos y hasta amigos y familiares.

Cree que su marido dejó de desearla hace largo tiempo, aunque nunca se atreva a admitirlo a voces. También está segura de que ciertas personas superficiales la aprecian menos por su físico. Siente que está atrapada.

Se dice que no debería sentir vergüenza, pero una maligna vocecita taladra su cabeza con gotas de crítica venenosa cada vez que se mira en el espejo.

María da vueltas en la cama tratando de no despertar a nadie.

Pasadas unas horas siente algo de alivio. “El sobrepeso es tan solo un obstáculo. Puedo lograrlo, cueste lo que cueste.”- se dice a si misma. Su marido apaciguó el sueño hace horas. Sus hijos yacen tranquilos en sus camas.

María toma la decisión que cambiaría su vida: se lanzaría en su nueva travesía para recuperar su cuerpo y mejorar su estado físico.

Para ello, tendrá que superar las siguientes 6 razones por las que es virtualmente imposible perder peso.

Error fatal #1: Manejo de expectativas incorrecto

Si eres como María, seguramente también tuviste un momento en el que has tomado la firme decisión de comenzar a perder peso.

Probablemente te dijiste a ti mismo que estabas harto. Que el lunes comenzabas la dieta. Que no fallarías, costara lo que costara.

Por lo general, ese es el punto donde la mayoría de nosotros saca las cuentas de cuántos kilos podemos llegar a perder en los siguientes meses. Trazas un plan de acción y prometes a ti mismo atenerte a él. Y es justamente allí donde fallas.

Verás, lo peor que puedes hacerle a tu cuerpo es obligarlo a perder la cantidad de kilos que tú esperas en el tiempo que necesitas. Nuestro metabolismo no funciona así. Tampoco nuestra motivación.

Te explicaré el tema de la motivación un poco mas abajo, pero por ahora hablemos de porqué es muy peligroso jugar con las expectativas. Para que comprendas mejor esto, solo toma en cuenta el caso de The Biggest Loser:

The Biggest Loser: ¿caíste víctima de este engaño?

Imagínate lo siguiente:

Eres una mega corporación como la NBC y quieres crear un reality show súper exitoso acerca de personas que pierden peso.

Para que la cosa no sea aburrida y tenga mucho rating, necesitas algo que realmente motive a los espectadores a seguir mirando. Así que decides hacer un truco macabro:

  • Buscas personas con mucho sobrepeso que han estado luchando con su problema durante décadas sin poder encontrar una solución al respecto.
  • Les prometes increíbles resultados, a tal punto que quemarán kilos de grasa todas las semanas.
  • Haces que los participantes se maten ejercitando por meses. Los sometes a una dieta restrictiva y filmas todo el proceso.

¿El resultado?

La NBC ganó millones de dólares con su programa.

Los espectadores estaban magnetizados a la pantalla mientras los participantes realmente perdían peso durante el programa. Claro que había mucho estrés, lágrimas y esfuerzo, pero parecía valer la pena. Todo indicaba que The Biggest Loser era un éxito total.

Los participantes del show realmente pierden peso. La pregunta es: ¿logran mantenerlo?

Solo que hay un problema:

A pesar de que los participantes han perdido hasta un 64% de grasa durante el programa, 13 de 14 de ellos volvieron a ganar peso (estudio). Aquí está la peor parte: 4 de 14 participantes terminaron siendo aun más gorditos que antes. (detalle)

Para hacer las cosas peor, el programa contaba con un entrenador, un cuerpo de médicos y nutricionistas y una enorme motivación de los participantes.

Moraleja: Si no manejas correctamente tus expectativas, probablemente nunca lograrás tus objetivos. Si realmente quieres quemar grasa, debes olvidarte de los kilos y pensar en tu salud en primer lugar.

La cantidad de peso perdido debería ser la consecuencia directa de una mejor salud, y no viceversa.

Esto nos lleva al siguiente error:

Error fatal #2: Hacer dietas restrictivas

Cada día surgen nuevas dietas restrictivas. Mientras tanto, la epidemia de la obesidad se multiplica.

Lamento decirte que he escuchado la misma historia una y otra vez: por alguna extraña razón, demasiada gente cree que la restricción es la clave del éxito.

Lamento decirte que no es así. De hecho, todo lo contrario.

En términos generales, si comes un poco menos calorías que las que necesitas, tu cuerpo quemará grasa. Solo debes tener muy claros estos dos detalles:

  • Las calorías NO son todas iguales. De hecho, su efecto varía de alimento en alimento. (estudio)
  • Los efectos pueden ser devastadores si restringes demasiado lo que comes y te olvidas de la calidad nutricional de los alimentos.

¿Te parece raro esto? Revisemos los hechos:

Una profunda investigación de la Universidad de Columbia demostró que el hecho de que consumas menos calorías no significa que quemes más grasa. En realidad, puede que quemes mucho menos de lo que crees, a pesar de que pases cada vez más hambre.

Este raro fenómeno se denomina termogénesis adaptativa. (estudio)

Quizás esta es la razón por la que tanta gente come cada vez menos pensando que perderán más peso, cuando en realidad desaceleran día tras día su metabolismo. Otra mala noticia es que, si restringes demasiado lo que comes, probablemente perderás tu masa muscular. Esto hace que tu metabolismo sea aún más lento. (estudio)

Si lo anterior te parece poco, solo fíjate lo que puede pasarte si decides seguir con algún loco plan restrictivo:

Esto es lo que pasa dentro tuyo cuando restringes calorías de manera incorrecta

No todo es cantidad. Si olvidas la calidad nutricional de lo que comes, tu cuerpo te lo hará saber con antojos y bajas energías.

Si eres de esos que todavía creen que pasar hambre te hará mas delgado, lamento decirte que has caído víctima de una mentira.

En realidad, pasar hambre te hará mas lento, pesado y fatigado.

Las razones son las siguientes:

Si no recibes la nutrición que realmente necesitas, tu cuero podría entrar en severa anemia o fatiga a causa de falta de nutrientes. Por ejemplo, podrían faltarte el hierro, folatos o vitamina B12.

Y no solo eso:

  • Si no comes suficientes proteínas, tu cuerpo podría sufrir de perdida muscular, tendrás las uñas y el pelo mas débil y muchas consecuencias desagradables más. (detalle)
  • Una falta de vitamina A podría provocar graves estragos en tu Sistema Inmune (detalle)
  • La falta de magnesio puede llevarte a sufrir de migrañas, fatiga, frecuencia de latidos irregular, etc. (detalle)

Moraleja: Nunca podrás perder peso si no le das la nutrición correcta a tu cuerpo.

Si perjudicas tu calidad alimenticia, solo caerás en un inminente efecto rebote. Además, correrás el grave riesgo de caer en fatiga, tener menos defensas y sentirte lento y sin energías.

Además, ten cuidado con el siguiente error:

Error fatal #3: Contar con que tu motivación inicial hará todo el trabajo

Te tengo una muy mala noticia: nuestra motivación es extremadamente volátil.

Piénsalo por un instante:

Si tienes varios kilos por perder, es probable que necesitarás bastante tiempo para alcanzar tus objetivos. A veces ese tiempo debe durar meses. A veces más de un año. A pesar de que todos sabemos que los cambios no vienen de un día al otro, parece que demasiadas personas basan su estrategia justamente en… el impulso inicial.

Personalmente no conozco una sola persona que pueda tener la moral al máximo durante semanas, meses y años. A menos de que vengas de otro planeta, tu motivación también será extremadamente inestable.

(Si eres un Alien, mándame un mail- me encantaría conocerte.)

Ahora, si eres un humano como yo, pues debes saber cómo funciona en realidad:

Hoy podrías estar al 100%, listo para lo que sea. Pero mañana llueve, te peleas con tu pareja, tienes un día laboral malo, te toca una triste noticia, y… te quedas sin empuje. Te aseguro que, el momento en que te toquen un par de días malos, todo tu impulso inicial se reducirá a cero. Esto es especialmente cierto si tu plan original significaba un importante esfuerzo diario.

Suena sexy arrancar fuerte en la teoría, pero en la práctica el impulso original dura poco y nada.

La ciencia detrás de la motivación

A pesar de lo que muchos creen, el condicionamiento clásico mediante estímulos y respuestas no es la mejor manera de estar motivado. En la foto de arriba vemos el investigador Pavlov haciendo sus famosos experimentos con perros al respecto.

Te compartiré el secreto que aplico con todos mis clientes: si quieres perder peso no necesitas motivación, sino todo lo contrario.

Debes reducir al máximo la fricción.

Deshazte de la fricción, y todo lo que hagas dejará de depender de tu fuera de voluntad. Simplifica al máximo las cosas. Traza tus objetivos en la zona que no dependa de tu humor. Haz cambios graduales y elige objetivos saludables que puedas cumplir… llueva o truene.

En otras palabras, simplifica tanto tus metas que sean ridículamente sencillas de alcanzar. Ve por este nuevo camino y ya no tendrás que buscar esa chispa de inspiración para ejercitar o seguir trabajando en tus hábitos alimenticios.

Esta es la razón exacta por la que debes hacerlo ahora mismo:

La ciencia encontró que la motivación extrínseca es uno de los peores caminos que puedes seguir para conseguir tus objetivos.

Así es como funciona:

Nos han dicho por años que la mejor manera de lograr algo, es tomar impulso basándonos en una recompensa o castigo. Por ejemplo, te dices a ti mismo que vas a conseguir a toda costa que la aguja de la balanza se mueva hacia abajo. Si has perdido kilos, se convertirá en un claro mensaje de recompensa. Pero si la aguja sigue en el mismo lugar, o peor aún, va en aumento, será un mensaje de castigo.

Suena bien que lo hagas así, ¿cierto?

Lamentablemente esto es algo extremadamente peligroso.

  • Primero, porque DEBES cambiar de forma cualitativa por dentro para que tus cambios se reflejen en la balanza. (estudio)
  • Segundo, porque investigaciones recientes han comprobado que mientras más sigas el sistema de recompensas y castigos, menos cambios cualitativos podrás experimentar a largo plazo. (estudio) (estudio)

En otras palabras: si basas tus resultados en los kilos perdidos, podrías encontrarte en graves aprietos, terminar desmotivado y deprimido, y finalmente tirar la toalla sin siquiera haber comenzado la carrera.

Te daré más ejemplos acerca de esto cuando lleguemos al Error #5.

Moraleja: Contar los kilos perdidos es una pésima manera de motivarte, porque saboteas tus avances. Primero piensa cómo cambiar la calidad de lo que comes y cómo te ejercitas. Toma como objetivo mejorar tu salud. De esta manera, perder kilos será tarea mas sencilla.

Elige objetivos súper simples para no caer en la trampa de falta de motivación y el efecto rebote emocional.

Esto nos lleva al siguiente error:

Error fatal #4: No darle descansos a tu metabolismo

Los diarios y las revistas nos venden constantemente las imágenes de motivación, haciéndonos creer que podremos mantenerla por largo tiempo. La realidad es que, es imposible hacerlo sin los hábitos adecuados.

Aunque te hayan dicho lo contrario, el proceso de pérdida de peso nunca es directo. De hecho, tu peso puede variar día a día.

Por ejemplo:

Podrías tener más o menos alimentos en tu estómago, o tener más o menos peso en agua. Esto es especialmente evidente en las mujeres, porque su peso en agua suele fluctuar mucho durante el ciclo menstrual. (estudio)

Pero la cosa no termina allí. Es bastante común que la aguja de la balanza no se mueva por semanas, aunque de hecho sí estés perdiendo peso.

Verás, si eres de los que ejercitan, tu masa muscular podría estar creciendo mientras quemas algo de grasa. Esto no necesariamente se va a reflejar en la balanza, pero claro que lo hará en tu cuerpo.

Finalmente, no olvidemos que tus hormonas juegan un papel vital en tu metabolismo. De hecho, si te olvidas de ellas, podrías sufrir graves consecuencias metabólicas.

Esta la razón por la que debes amigarte con tus hormonas para quemar grasa

¿Te has puesto a pensar qué tan variada y saludable es tu alimentación?

Piensa en la última vez que decidiste restringir tu alimentación.

Seguramente en algún punto terminaste sintiendo mucha más hambre que lo habitual, y tus esfuerzos te costaban cada vez más.

Verás, esto tiene una razón de ser: estabas tratando de forzar tu equilibrio hormonal de leptina y grelina, además de activar tus hormonas de estrés. La leptina es la hormona que te ayuda a sentirte saciado. Para simplificar las cosas, te diré que la grelina hace lo contrario.

En circunstancias normales, tus depósitos de grasa liberan la leptina a tu torrente sanguíneo, lo cual le dice al cuerpo que comas menos ya que tus reservas energéticas están llenas. Conforme pierdes peso de manera brusca, los niveles de leptina van decreciendo, y tu apetito podría aumentar drásticamente.

Claro que esto es una simplificación, pero hay una cosa que debes tener en cuenta: si pierdes peso demasiado rápido y de forma incorrecta, tu cuerpo posee poderosos mecanismos de supervivencia para hacer que tengas mucha, MUCHA hambre.

Estás programado para sobrevivir, y tus hormonas se enloquecerán si tu cuerpo siente que está en peligro. Y no hay mayor peligro que la falta de alimentos.

Eso sin contar que pasar hambre desencadenará una avalancha de hormonas de estrés. El cuerpo literalmente comienza a “apagar” sus funciones principales con tal de sobrevivir y se concentra en solo una cosa: alimentos.

Este es el peor escenario que te puede tocar.

¿Cómo puedes solucionar este problema?

En muchas culturas es muy común ver platos variados en cada comida. Por ejemplo, los coreanos pueden llegar a servir más de 15 platos diferentes en un almuerzo. Sin embargo, no tienen la costumbre de desayunar. (detalle)

Si no quieres caer en un efecto rebote, necesitas darle descansos a tu metabolismo. Para ello, necesitarás recordar los siguientes principios.

Primero, recuerda que tu cuerpo siempre necesita la mejor calidad alimenticia. Recuerda tener platos balanceados e incluir proteínas, grasas y carbohidratos saludables. Por ejemplo, las proteínas te ayudarán a sentir menos hambre y regular tus hormonas. (estudio) (estudio)

En segundo lugar, no olvides que al perder peso, tus necesidades energéticas van a ir disminuyendo. Ten en mente este detalle, porque estudios han comprobado que la mayoría de las personas tiende a subestimar la cantidad de energía que realmente consumen día a día. (estudio) (estudio)

Finalmente, recuerda que tu relación con los alimentos juega un rol importante a la hora de alimentarte. Absolutamente todos tenemos cierta relación con lo que comemos. De hecho, no conozco una sola persona que lo haga solo para nutrirse.

Los sabores están atados a emociones. Mucha gente apacigua esas emociones buscando ciertos alimentos como recompensa y es muy importante que sepas identificarlo.

Estos son solo algunos indicios de que eres un comedor compulsivo:

  • Comes cuando realmente no tienes hambre
  • Consumes grandes cantidades de comida rápidamente y sin medir (por lo general sientes culpa al terminar)
  • Comes regularmente solo (muchas veces en secreto)
  • Sientes que no tienes el control de tus patrones de alimentación
  • Te sientes deprimido, avergonzado o disgustado con tus hábitos alimenticios

Moraleja: Debes saber escuchar tu metabolismo, y pensar en función de la calidad de lo que comes. Cada tanto olvídate de los kilos por perder, pero nunca dejes de pensar en función de tu salud.

Recuerda que debes amigarte con tus hormonas para poder perder peso. Si sufres de estancamiento, analiza tu relación con los alimentos y las cantidades de lo que comes.

Una vez hagas esto, no olvides el siguiente error:

Error fatal #5: Querer lograr demasiado sin darte el tiempo suficiente

Otra de las tantas imágenes que nos venden los medios. Un esfuerzo descomunal corto para lograr resultados increíbles. La realidad es todo lo contrario: necesitarás tener continuidad si quieres conseguir resultados.

¿Alguna vez te preguntaste realmente cuánto tiempo necesitas para perder peso?

O mejor aún: ¿qué tan rápido puedes quemar grasa sin sufrir un efecto rebote?

Analicemos esto: de acuerdo con muchas fuentes, perder alrededor de 1 kilo por semana es una jugada segura (detalle) (detalle). En mi experiencia con mis propios clientes, puedo decir que ese número es bastante conservador.

He visto gente perder mucho peso, rápido y sin efecto rebote, pero solo bajo una condición: sabían exactamente lo que hacían. Y no solo eso, sino que su salud siempre estaba primero y el reflejo en el espejo estaba en segundo lugar.

Paradójicamente, justamente esos alumnos han quemado la mayor cantidad de grasa.

Ahora, no olvidemos que, para la mayoría de la gente, una perdida rápida de peso puede traer problemas como pérdida muscular, cálculos biliares, deficiencias nutricionales y una caída en el metabolismo. (estudio) (estudio)

¿Te parece extraño todo esto?

Ten cuidado de esta trampa de las dietas relámpago

En realidad, no es ninguna sorpresa. Simple y sencillamente, la mayoría de los planes que siguen las personas suelen ser deficientes en micronutrientes (estudio).

Te cuento los detalles de esto en el siguiente error. Por el momento, date cuenta de lo siguiente:

Nunca vas a perder la misma cantidad de kilos todo el tiempo. De hecho, como ya te conté en el punto anterior podrías sufrir de estancamientos (lo cual es perfecto). Por si fuera poco, las primeras semanas en cualquier plan de pérdida de peso suelen ser muy prometedoras porque muchos planes hacen que te deshinches o simplemente pierdas tu peso en agua.

Esto se debe a que tu cuerpo podría utilizar las reservas inmediatas en glucógeno, las cuales salen como agua. (estudio)

¿El resultado?

Te emocionas. Y mucho.

Te dices algo como: ¡Ya perdí 2 kilos la primera semana! ¡O sea que puedo perder 8 kilos todos los meses!

Allí es cuando atas tu progreso a los resultados, lo cual es un grave desliz. En realidad, lo que haces es sabotear tus resultados. Ya hemos hablado acerca de esto en el Error #2, ¿lo recuerdas?

Si no puedes seguir manteniendo la pérdida de esos kilos cada semana, te encierras a ti mismo en una trampa psicológica. Además, normalmente caes en la trampa de las dietas restrictivas.

¿Cómo puedes solucionar este problema?

Hace tan solo unos 100 años era extremadamente raro encontrarte con una persona obesa. Tampoco había ni la mitad de dietas y soluciones de pérdida de peso.

Simple:

Recuerda que la rápida pérdida de peso sí es posible. Solo que nunca debería ser tu objetivo en primer lugar.

Esto no lo digo yo, lo dice la ciencia.

La mayoría de las personas vuelven a ganar peso dentro del primer año después de haber perdido kilos. Lo que es peor, casi todos vuelven a recuperar el peso perdido en un período de 3 a 5 años. (estudio) (estudio) (estudio)

La principal razón detrás de este fenómeno, es porque, la mayoría de las dietas no fomentan el cambio de hábitos. Solo te prometen la pastillita mágica para que despiertes más delgado al otro día sin haber cambiado nada en tu vida.

Adivina qué. Esto NO funciona.

Ahora piénsalo de este modo: comienzas tu nuevo plan en función de la calidad de lo que comes. Tratas de mejorar tus hábitos. Tomas menos bebidas azucaradas, comes alimentos con propiedades nutricionales saludables, etc. En otras palabras, te olvidadas por un rato de tu peso, y piensas en cómo cambiar tu vida a largo plazo.

¿El resultado?

Resulta que la misma ciencia ha descubierto que sí puedes perder peso rápidamente y sin efecto rebote. (estudio) (estudio)

La diferencia radica en que las personas que han seguido esos planes realmente se han preocupado en mejorar su alimentación.

Y no solo eso.

Estas personas han tenido apoyo. Han estado en grupos con otros miembros que tenían los mismos problemas. Han seguido a un guía que les encaminaba en la dirección correcta.

Moraleja: Si realmente quieres ver resultados y poder mantenerlos en el tiempo, debes pensar en función de tus hábitos. Las pastillitas quema-grasa no ayudan en nada, mas que dar falsas esperanzas.

Evita las dietas relámpago y piensa en función de la calidad alimenticia.

Recuerda que es posible perder bastante peso si sigues el plan correcto y mantienes claros tus objetivos.

Esto nos lleva al siguiente mito:

Error fatal #6: No tener un plan adecuado para lograr tus metas

Seguramente estarás de acuerdo conmigo en que a veces hablar de nutrición es como hablar de política. Todos tienen una opinión propia y lo que es peor, todos parecen ser unas eminencias en el tema. Así y todo, hay cada vez más obesos en el mundo.

El problema es global, aunque EEUU es el caso más grave. (detalle)

Por ejemplo, hace un par de décadas todos gritaban a los 4 vientos que las grasas te hacen engordar, tapan las arterias y causan cáncer. Así mismo recomendaban sustituirlos por un mayor consumo de granos.

Mas adelante se hizo evidente que esas recomendaciones no eran correctas y traían demasiados problemas (detalle). Además, se demostró que la alimentación alta en grasas saludables no causa problemas cardiovasculares ni problemas de sobrepeso. (estudio) (estudio)

Tampoco aumenta el riesgo de cáncer. (estudio)

Lamentablemente, la industria alimenticia se ha agarrado de este mito para producir alimentos nutricionalmente pobres con tan solo aumentar sus ventas. La caza de grasas siguió su curso dando lugar a nuevos alimentos del tipo light, con menos contenido de ácidos grasos saludables y una mayor cantidad de azúcar para que tengan mejor sabor.

Lo que muchos olvidan es que el azúcar puede literalmente destruir tu metabolismo (estudio) (estudio). Quizás esta sea una de las tantas razones por las que estamos viviendo una epidemia de obesidad y diabetes.

Este ha sido tan solo un pequeño ejemplo de lo que pueden hacerte los falsos mitos nutricionales. Ahora, me imagino que te preguntarás cómo no caer trampa de estos mitos.

Haz ESTO para no convertirte una víctima de los mitos de nutrición

¿Todavía crees en los unicornios?

La mejor manera de no caer en los engaños nutricionales, es seguir el consejo de las personas correctas. Lamentablemente no hay una receta universal para darte cuenta de si la persona cuyo consejo estás siguiendo es la adecuada.

Sin embargo, puedo darte unos cuantos trucos para comenzar a hacerlo:

Primero que nada, elige a aquellos que basan sus consejos en estudios científicos. Nunca sigas a personas que repiten como loros lo que han dicho otras personas. Es muy fácil darte cuenta de esto, porque generalmente citan estudios científicos para justificar lo que dicen.

La mala noticia es que, el campo de nutrición también tiene estudios controversiales y hasta contradictorios. Te recomiendo seguir a aquellos que tratan de abordar el mismo tema desde diferentes ángulos.

Además, una buena señal de que escuchas los consejos de la persona correcta, es que duda de las dietas y las afirmaciones fuertes y controversiales. Ya sabes, de esos que dicen que una pastilla puede hacerte perder peso en 2 días y cosas por el estilo.

Otro detalle un poco triste:

Como regla general, he notado que muchos nutricionistas no tienen una formación muy amplia respecto a estos temas. La razón es porque solo necesitas un mínimo de 3 meses de estudios para obtener un certificado.

Ten mucho cuidado con personas así. Lo que te recomiendo es que escuches a un nutriólogo o un licenciado en química orgánica especializado en nutrición. Que no te sorprenda este detalle: un nutricionista y un nutriólogo no son lo mismo (aunque mucha gente confunda los nombres).

Dependiendo del país, un nutriólogo debe pasar por varios años de estudios universitarios. En algunos países hasta se trata de médicos especializados en nutrición. En contraposición un nutricionista podría obtener su título en cuestión de meses.

Claro que las diferencias cambian de país en país, así que no lo tomes tan literal. Sin embargo, en los últimos años he notado este triste detalle: hay demasiados nutricionistas poco serios dando consejos equivocados, repartiendo dietas y creando falsas expectativas en las personas.

Esta es la razón por la que rechazo tantas pedidos de personas que quieren escribir para Revolución Salud. Simplemente no pasan todas las preguntas que les hacemos sobre nutrición para poder ser publicados en nuestro sitio.

Puedes leer más al respecto aquí.

No olvides de escuchar tus necesidades

Esto de seguir a la persona correcta es la mitad del asunto. Tampoco olvides de tus propias necesidades.

Por ejemplo:

Si escuchas a muchos expertos serios, vas a ver que tendrán opiniones diferentes respecto a algunos asuntos (es algo que yo denomino las áreas grises de la nutrición).

Tomemos el ejemplo de la leche: muchos te dirán que una enorme cantidad de gente no está adaptada a su consumo desde el punto de vista genético, ya que hemos estado consumiéndola por tan solo 10.000 a 12.000 años. Y la cosa es que, está científicamente demostrado que una gran parte de la población mundial podría tener cierto grado de intolerancia a la lactosa (estudio)

Por otro lado, también es cierto que muchas poblaciones han estado consumiendo la leche y sus derivados por miles de años (detalle). De hecho, no todas las personas producen la lactasa- una enzima que nos ayuda a procesar la lactosa- una vez que superan los primeros años de su vida. (estudio)

¿A que voy con todo esto?

Si tienes genes de personas que han estado consumido leche por mucho tiempo, es probable que no tendrás problemas al consumir este alimento rico en nutrientes. Por el contrario, las probabilidades están en tu contra.

En mi caso particular, proceso perfectamente la leche. Mis antepasados- los eslavos- han estado tomándola por miles de años. La razón por la que sé esto, es porque obviamente sé que soy ruso, pero también sé escuchar mi cuerpo.

Por cierto, los eslavos (no esclavos), son un pueblo europeo muy antiguo. Los rusos somos descendientes de eslavos (wiki).

Moraleja: No te dejes engañar por los mitos alimenticios. Es súper importante que sigas a las personas correctas que duden de todo y recurran a la ciencia para dar consejos.

Además, recuerda que debes saber escuchar tu propio cuerpo y seguir solamente los consejos que funcionen para ti.

Palabras finales

Acabamos de repasar varios mitos nutricionales.

Son los mismos mitos que he visto repetir en la mayoría de nuestros clientes y alumnos, y es muy importante que nunca caigas víctima de estos engaños. Recuerda que lo que más importa son TUS resultados y TU salud en primer lugar.

Además, piensa a largo plazo y si los consejos que escuchas te hacen sentido o si parecen haber sido sacados de un libro de fantasías.

Ahora te toca a ti.

¿Cuáles fueron los mitos que creías ciertos hasta ahora?

Sobre Denis Balitskiy

Tan delicado como una bomba Molotov, Denis Balitskiy tiene por misión personal derrumbar los mitos de nutrición y ayudarle a los siguientes 10.000 alumnos a recuperar su salud. Además, Denis es un ferviente emprendedor, speaker y motivador. 


En sus ratos libres se dedica a tocar la batería y a imaginarse nuevas formas de hacer un cambio positivo en el mundo. Puedes conocer su historia aquí.

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